El triunfo, a pesar de la polémica

El más polémico de los candidatos es hasta ahora el virtual ganador de la Presidencia de la República.

Los escándalos por su relación con Televisa o porque se consideraba que no tenía la capacidad intelectual para gobernar un país no le hicieron mella.

Ganó como lo anticipaban los priistas y ahora le tocará gobernar y cumplir las promesas que a montones firmó por todos los estados del país.

No votaron por él los estudiantes, tampoco los intelectuales y mucho menos la ciudadanía en general del Distrito Federal, en donde vivirá y desde donde va a operar.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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El más polémico de los candidatos es hasta ahora el virtual ganador de la Presidencia de la República.

Los escándalos por su relación con Televisa o porque se consideraba que no tenía la capacidad intelectual para gobernar un país no le hicieron mella.

Ganó como lo anticipaban los priistas y ahora le tocará gobernar y cumplir las promesas que a montones firmó por todos los estados del país.

No votaron por él los estudiantes, tampoco los intelectuales y mucho menos la ciudadanía en general del Distrito Federal, en donde vivirá y desde donde va a operar.

De hecho fue el único candidato que votó entre protestas de jóvenes. En su propia tierra Atlacomulco, en el Estado de México, al menos seis manifestantes desplegaron una manta y gritaron consignas para demostrar su repudio.

“Ante la intimidación, razón. Ante la manipulación, información. Voto informado, jamás manipulado”, decía la manta que lograron sostener hasta minutos después de que se retirara Peña Nieto.

Luego de que Leonardo Valdez Zurita diera a conocer las tendencias, consideradas oficiales, cerca de la medianoche, Peña Nieto salió a dar su mensaje y consolidar su triunfo.
En el auditorio Plutarco Elías Calles dijo que ganó la democracia y México.

“Quiero decirles a quienes votaron por otras opciones que gobernaré para todos, me esforzaré al máximo para darles certeza a sus legítimas demandas”, soltó.

La gran reconciliación

Insistió en que es hora de dejar atrás las diferencias.

“Le están dado a nuestro partido una segunda oportunidad, vamos a honrarla dando resultados, de acuerdo a las exigencias del siglo 21. Voy a ejercer una presidencia democrática que entienda los cambios que ahora hay en México”, aseguró.

Recalcó que su gestión será moderna, responsable, abierta a la crítica, dispuesta a escuchar y a tomar en cuenta a todos. No fue así durante su campaña, pero así dice que será su gobierno.

A los jóvenes les reconoció su participación en la contienda electoral y aseguró que entiende lo que sienten y por las razones que se manifiestan.

“Comparto sus anhelos y comprendo sus reclamos”, aseguró.

Destacó que no habrá regreso al pasado, porque construirá un gobierno transparente y que rinda cuentas. Adelantó que la lucha contra el crimen organizado seguirá.

“La lucha contra el crimen va a seguir, con una nueva estrategia para reducir la violencia y proteger la vida de los mexicanos. Que quede claro, frente al crimen organizado no habrá ni pacto ni tregua”, advirtió.

El final de su discurso fue acompañado por el Cielito Lindo y una lluvia de confeti tricolor. Pero lo más llamativo fue que el aplauso fue parco.

Antes de que llegara se develó un fondo detrás del atril con banderas de México y la leyenda: “Ganó México”. Fue un encuentro muy exclusivo. Se podía acceder solo con acreditación y gafete que le dieron a un pequeño grupo de priistas.

Entre ellos el cuestionado líder de los petroleros, Carlos Romero Deschamps.

A través de unas pantallas transmitían el programa especial de Televisa sobre las elecciones.

La voz de Joaquín López Dóriga leía los resultados de conteos preliminares en los estados y en las que ganaba el PRI el auditorio aplaudía. Al tocar el Distrito Federal nadie dijo nada.

Apenas pasando las 21:00 horas, en su cuenta de Twitter el coordinador de la campaña priista, Luis Videgaray, anunciaba un “inobjetable” triunfo de aproximadamente 5 millones de votos de diferencia.

Ahora a gobernar

En el primer festejo, todavía sin toda la militancia priista y con apenas unos minutos de que inicio el Programa de Resultados Electorales Preliminares a dar resultados, el cantante Julio Preciado interpretaba Acábame de Matar, como una extraña paradoja electoral.

A las 21:43 horas, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell anunció lo que llamó un triunfo irreversible.

“Consultamos ejercicios de encuestas de salida realizados por las casas encuestadoras más serias, y todas coinciden que hay tendencia favorable e irreversible que el ganador es Enrique Peña Nieto”, aseguró.

Ahora lo que sigue es gobernar. Gobernar sin las viejas prácticas, sin proteger a los suyos, sin demagogia ni favoritismos. Gobernar.

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