En un trágico suceso que ha conmocionado a Jalisco, María Fernanda Martínez, hija de Ángel Martínez, director del reconocido Mariachi Nuevo Tecalitlán, murió tras ser atacada por un tiburón toro en las costas del estado, causando consternación en todo el país.
El músico y padre de la víctima compartió detalles sobre el incidente en una entrevista con el programa ‘De Primera Mano’. María Fernanda, bióloga marina de profesión y apasionada por la fauna marina, se encontraba de descanso en Melaque cuando ocurrió el fatídico encuentro.
Padre de la víctima pide no culpar al tiburón
Martínez explicó que varios factores, como el clima nublado y lluvioso, así como la disminución de la temperatura del agua, propiciaron la aparición del tiburón. La presencia de un inflable en el mar alteró el entorno, sirviendo como refugio para un cardumen de peces y atrayendo la atención de un tiburón hembra que atacó a María Fernanda.
“El inflable provocó algo para modificar el medio ambiente, los peces lo vieron como un refugio, el inflable, el tiburón iba detrás de un cardumen, en ese momento vieron que había peces que iban pasando por ahí y justo detrás venía el tiburón”, contó en De Primera Mano.
“El tiburón no tiene culpa alguna; es el medio ambiente. Fue una desgracia muy lamentable”, afirmó Ángel Martínez, destacando que se trató de un accidente causado por condiciones naturales.
María Fernanda Martínez logró salvar a su hijo
El músico compartió relatos de testigos, indicando que su hija, en medio de la tragedia, solicitó a un pescador cercano que salvara a su hijo, Dylan, quien estaba presente durante el ataque. María Fernanda empujó al menor hacia un brincolín, pero el tiburón la jaló, llevándola a desaparecer en el mar y aparecer minutos después sin vida.
“Lo que nos platican en el entierro, el pescador que pudo rescatar a Dylan, Marifer le dijo que le pidió que salvara a su hijo, entonces lo empujó al brincolín, mi nieto me decía cómo vio.
“Ella hubiera querido que se respete a estos escualos al tiburón, que no se haga una caza desenfrenada a los tiburones, ella amaba estar en el mar y aquí quedó”.
Conmovido, Ángel Martínez resaltó la preocupación de su hija por la conservación de los tiburones y su amor por el mar. Aseguró que ella hubiera deseado que no se persiguiera indiscriminadamente a estos animales.