El taxi rosa …y sus espinas

El proyecto de Taxis Rosas, que puso en marcha la administración de Marcelo Ebrard hace tres años, atraviesa un impasse que huele a muerte. A la fecha, no hay ni 100 unidades en circulación, y de esas, la mayoría no circula.

De acuerdo con la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) hay sólo 60 vehículos laborando con normalidad, básicamente en la zona centro de esta ciudad capital.

Sin embargo, en la práctica es casi imposible encontrarse uno. Por el contrario, se puede observar toda una flotilla estacionada permanentemente en las calles del primer cuadro de la ciudad.

Aún así, la nueva titular de la Dirección General de Servicios de Transporte Público Individual de Pasajeros de la Setravi, Ana Laura Olavarría Aceves, afirma que el proyecto tendrá un nuevo impulso en los próximos meses.

La historia de los taxis exclusivos para mujeres ha sido complicada. Declaraciones de Armando Quintero, extitular de la dependencia encargada de regular el transporte y otros factores, así lo reflejaron.

Falta de interés por parte de las autoridades, un cúmulo de exámenes reprobados y la intervención de una lideresa del comercio informal –con afinidades priistas- en ese proyecto, pusieron en jaque a la propuesta marcelista.

Tan así que en la recta final de la administración pasada no se volvió a abordar el tema. Ni ese, ni el del de los Taxis Eléctricos que también fue un fracaso, pues el DF sólo tiene 20 en circulación.

Las unidades rosas tienen la finalidad de garantizar la seguridad de las mujeres, –ya que son manejados por mujeres– y los vehículos eléctricos tienen la función de combatir los daños ambientales, pero ninguno prosperó.

Por su naturaleza, ambos proyectos son benéficos, y constituyen una bandera que el actual jefe del Ejecutivo local, Miguel Ángel Mancera, no dejará pasar, al menos en el discurso. 

Pero en la práctica, representan un verdadero problema, ya que el programa de Taxis Rosas fue promovido por la lideresa del comercio informal, Graciela Coronel Barrios, quien obtuvo la concesión de al menos 80 unidades para sus agremiadas.

Incluso, el financiamiento de los vehículos Tsuru y Tiida de Nissan fue solventado por el Gobierno del Distrito Federal, lo cual generó fuertes sospechas de legisladores que acusaron a la lideresa de vender las unidades.

El proyecto

El 9 de agosto del 2010 se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el aviso sobre el inicio del Programa para la Prestación de Servicios de Transporte Público Individual de Pasajeros denominado “Taxi Rosa”.

Además del color distintivo, la particularidad de este proyecto es que se trata de un servicio exclusivo para mujeres, proporcionado por personas del mismo sexo.

Según lo estipulado en el artículo 1 de esa normatividad, los concesionarios pueden ser hombres o mujeres, siempre y cuando quien conduzca la unidad sea una mujer.

Ahí se especificó que para prestar el servicio, la persona solicitante deberá tomar un curso de inducción de los lineamientos de seguridad para el traslado de usuarias y del Modelo de Atención a víctimas de delitos sexuales en taxi, así como del Programa Taxi Seguro para las Mujeres de la ciudad.

Las operarias también serán capacitadas en materia de derechos humanos, especialmente, de la población femenina y el contenido de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Distrito Federal.

“El objetivo es conocer sus garantías individuales y obligaciones, así como contar con el apoyo y la cooperación que, de ser el caso, les sea requerido por las autoridades competentes”, señala el documento.

Los conflictos

El año pasado, el entonces titular de la Setravi, Armando Quintero, reconoció que aún no entraban en operaciones los taxis rosas, que en una primera fase comprendía 100 unidades.

En principio, la fecha de arranque estaba programada para septiembre del 2010, y dos años después dijo que el retraso se debía a que un número muy pequeño de aspirantes aprobaron las pruebas de pericia y conocimientos generales.

“Algunas han cursado hasta tres veces los módulos de inducción sobre los lineamientos de traslado de usuario, de modelo de atención a víctimas de delitos sexuales y el programa de taxi seguro de mujeres”, dijo Quintero el año pasado.

Por eso indicó que ya se estaba analizando la continuidad del programa, pues quienes ya tenían todos sus documentos en regla tenían  sus unidades detenidas, sin ninguna explicación.

Graciela Coronel es hija de Alejandra Barrios, líder de ambulantes y diputada local por el PRI. Su participación en el programa no es nada oculto, ya que fotos periodisticas demuestran que ella presentó las unidades en la plancha del Zócalo.

Armando Quintero también dijo en declaraciones a la prensa que presentó a Coronel Barrios un listado de al menos 4 mil mujeres que ya cuentan con la licencia tarjetón para que manejaran los vehículos.

Otra de las complicaciones consiste en que los taxis rosas comenzaron su operación el año pasado, pero sin estar integrados a una sitio. 

Y durante el tiempo en que no circularon estuvieron guardados en un corralón ubicado al sur de la ciudad.

Cuando quisieron recuperarlos, las autoridades no se los permitieron y la Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito Federal no les liberó las licencias tarjetones tipo B para dar el servicio de transporte público individual.

Tiempo después se los regresaron, pero la mayoría abandonó el proyecto.

Diversas denuncias también revelan que desde las oficinas centrales de la lideresa Graciela Coronel se impulsa la venta de estos taxis, o en su caso, se les renta, pero por los permisos requeridos nadie se anima a manejar una unidad.

La propuesta

Para la titular de la Dirección General de Servicios de Transporte Público Individual de Pasajeros de la Setravi, Ana Laura Olavarría Aceves, el proyecto de Taxis Rosas sigue en pie.

En entrevista con Reporte Indigo dijo que no hay anomalías ni  está cancelado. De acuerdo con su explicación, están en circulación 60 unidades y en breve harán el anuncio de más unidades, también de taxis eléctricos.

Afirma que lo único que falta es difusión, que hay mucho interés en sacar adelante el proyecto que inició la administración anterior.

“Los registros con los que nosotros contamos nos indican que son 60 taxis los cuales están inscritos a este programa y que podemos ubicar en la Ciudad por su cromática en color rosa.

“Cada uno que se encuentra adherido a este programa pertenece a una concesionaria distinta.

“Tenemos que encontrar la fórmula para que las mujeres que viven de manejar un taxi se sientan más motivadas a hacer de esta labor una ocupación de tiempo completo y que a su vez encuentren la motivación para participar de un programa como éste”, expresó la funcionaria.

Sobre los 20 taxis eléctricos, indicó que están a cargo del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México. 

“Actualmente la Setravi trabaja en un proyecto para que más adelante dichas unidades estén a cargo del Sistema de Transportes Eléctricos del DF”.

Esta casa editorial también buscó la postura de Graciela Coronel, quien se comprometió a dar una entrevista más adelante.