¿El sucesor de ‘El Chapo’?

Aun cuando no se avizora un baño de sangre al interior del Cartel de Sinaloa, tras la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, las autoridades esperan que haya cambios de mandos e incluso una fractura en la estructura de la organización más importante en el trasiego de drogas.

De acuerdo a un análisis del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), con la recaptura de Guzmán Loera, sería Rafael Caro Quintero el que podría quedar al frente del Cártel del Pacifico.

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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27
años estuvo Rafael Caro Quintero en prisión
Las nuevas reglas de seguridad en prisión para anular la peligrosidad de Guzmán, obligan al capo a renunciar al control del cártel y dejarlo en manos de ‘un aliado’
‘El Chapo’ tiene un código de ética para que sus hijos se mantengan, en lo posible, alejados de la estructura criminal y del narcotráfico
Actualmente la PGR no ha reclamado a ninguno de los hijos de Guzmán Loera por fomento al narcotráfico o delincuencia organizada

Aun cuando no se avizora un baño de sangre al interior del Cartel de Sinaloa, tras la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, las autoridades esperan que haya cambios de mandos e incluso una fractura en la estructura de la organización más importante en el trasiego de drogas.

De acuerdo a un análisis del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), con la recaptura de Guzmán Loera, sería Rafael Caro Quintero el que podría quedar al frente del Cártel del Pacifico.

Al legendario capo ya se le atribuía el control de la mayor parte de esa organización, aun cuando estaba dentro de la prisión federal de Puente Grande.

Para los analistas de inteligencia federal, si bien es cierto que Caro Quintero se ha distanciado en los últimos meses de Ismael “El Mayo” Zambada, consideran inviable una confrontación a muerte entre los grupos de ambos jefes. Lo que apunta a la posibilidad de que el Cártel del Pacifico se fracture en dos secciones.

De los dos jefes, se presume que Caro Quintero es quien pudiera quedarse con el control de las células que estaban al servicio de “El Chapo”, toda vez que  “El Mayo” nunca se ha subordinado a las instrucciones de Guzmán.

El carácter afable de Caro Quintero y su amistad personal con “El Chapo” es lo que hace suponer al Cisen la posibilidad que el mismo Guzmán le herede el dominio sobre la mayor parte del Cártel de Sinaloa, lo que podría ocurrir en las próximas semanas, una vez que se normalice la comunicación del reaprehendido con las personas de su confianza.

En las ocasiones en que Guzmán ha estado preso, tanto en la cárcel de Puente Grande como en la de Almoloya, nunca ha perdido el control del cártel, el que pudo mantener en operación a través de las instrucciones que dictaba a sus abogados y visitas que recibía de manera periódica.

Las nuevas reglas de seguridad que el Gobierno federal ha diseñado para anular la peligrosidad de Guzmán en prisión, y su inminente permanencia en la cárcel obligan al capo a renunciar al control del cártel para dejarlo en manos de “un aliado”. Y el mejor para eso, insisten analistas del Cisen, sería Caro Quintero.

Al menos así lo revela la correspondencia y mensajes que los dos jefes del narco mantuvieron durante los últimos 10 años, aun en el tiempo cuando los dos estuvieron en prisiones federales distintas.

Cuando Caro Quintero fue trasladado a la cárcel de mínima seguridad de Guadalajara, también en el complejo penitenciario de Puente Grande, el Cisen registró una línea de correspondencia a través de terceras personas en donde los dos jefes del narco se manifestaron lealtad y compromiso “para ayudarse en cualquier situación”.

De esa comunicación surgió la primera línea de investigación tras la segunda fuga de “El Chapo”, la que fue atribuida en las altas esferas de la Federación a la participación de Caro Quintero.

En cambio a Ismael “El Mayo” Zambada no se le observa como viable para hacerse del control de los grupos del narco que mantenía bajo sus órdenes Guzmán.

Los indicios analizados por el Cisen apuntan que desde que “El Chapo” fue capturado el 22 de febrero del 2014, “El Mayo” intentó asumir el control del cártel, pero fue conminado cesar en su intento a través de por lo menos tres mensajes que salieron desde la celda de “El Chapo”, a través de sus abogados.

El código de ética

Joaquín “El Chapo” Guzmán es uno de los pocos jefes del narco que mantienen un código de ética para que sus hijos no asuman mandos, y -en la medida de lo posible- se mantengan alejados de la estructura criminal que operan.

Ese código ha sido una de las banderas del propio Rafael Caro Quintero, quien –de acuerdo a la Procuraduría General de la República (PGR)- ha mantenido a sus hijos fuera de los negocios del narcotráfico.

Aunque cuestionados, los hijos de Caro Quintero mantienen una vida social sin conflictos con la justicia mexicana.

A Roxana Caro Elenes y Héctor Rafael Caro Elenes se les reconoce en un sector social de Guadalajara como “jóvenes de bien”. No existen averiguaciones formales sobre ellos, porque su padre ha evitado involucrarlos en el negocio que lo mantuvo en prisión por casi 27 años.

A los hijos de Guzmán Loera su padre no los ha asignado dentro de la estructura criminal del cártel y aun cuando hay acusaciones formales de lavado de dinero por parte de la DEA, actualmente la PGR no los ha reclamado por el delito de fomento al narcotráfico o delincuencia organizada.

Sin embargo,  prácticamente todos han sido relacionados de alguna forma con las actividades de su padre.

Del matrimonio de Guzmán Loera con Alejandrina María Salazar Hernández, nacieron César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo.

Del segundo matrimonio de “El Chapo” con Griselda López Pérez nacieron Joaquín, Edgar, Ovidio y Griselda Guadalupe.

En tanto que de su más reciente unión, con Emma Coronel Aispuro, nacieron Emma Joaquina y Emaly Guadalupe.

César Guzmán Salazar, quien murió asesinado en el 2008, fue relacionado con actividades del narcotráfico luego de que fuera ejecutado por un comando mientras se encontraba a las afueras de un centro comercial. Al interior del cártel, el atentado fue visto como una venganza de los Arellano Félix.

Iván Archivaldo, fue detenido en Zapopan en el 2005  y sometido a proceso penal bajo la acusación de lavado de dinero, pero el juez federal Jesús Guadalupe Luna Altamirano lo dejó en libertad, al no encontrar elementos suficientes para sentenciarlo.

Jesús Alfredo es mencionado desde el 2009 en diversos procesos penales en Estados Unidos como operador del Cártel de Sinaloa, pero a la fecha no existe orden de captura con fines de extradición.

También Ovidio Guzmán López es mencionado desde el 2012 en varios procesos penales por narcotráfico en Estados Unidos, pero ni la DEA ni la PGR lo buscan con una orden de aprehensión.

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