El silencio de Almeida
“En unos momentos más va a pasar la patrulla ‘chillando’ la sirena. Vas a subir para avisarles que va a haber un operativo y que se tienen que salir todos”.
Esa fue la orden que dio Dax Rodríguez Ledezma, uno de los dueños del Bar Heaven, a Carlos, encargado de la seguridad del lugar, el día 26 de mayo que secuestraron a los 13 jóvenes de Tepito.
Icela Lagunashttps://www.youtube.com/watch?v=kWz6PoXf7YU
“En unos momentos más va a pasar la patrulla ‘chillando’ la sirena. Vas a subir para avisarles que va a haber un operativo y que se tienen que salir todos”.
Esa fue la orden que dio Dax Rodríguez Ledezma, uno de los dueños del Bar Heaven, a Carlos, encargado de la seguridad del lugar, el día 26 de mayo que secuestraron a los 13 jóvenes de Tepito.
Y así ocurrió, una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), al servicio del Heaven y de los distribuidores de droga de la Unión Insurgentes, participó en el plan para secuestrar y matar a los de Tepito.
Así lo relata ante el Ministerio Público la encargada del guardarropa que por años trabajó para Jesús Carmona Aiza, alias “Chucho Carmona”, uno de los que consumaron la venganza de “El Chino”, hermano de Horacio Vite Ángel, distribuidor de droga asesinado en el Black de la Condesa.
Luego de esa orden, “La Chivis” vio pasar afuera del Bar Heaven, por la calle Lancaster, en la Zona Rosa, a una patrulla con la sirena encendida. Esa fue la señal que desató todo.
Hombres armados llegaron al Bar Heaven en diversos autos y camionetas; algunos descendieron y entraron al lugar, donde convivían los jóvenes.
Ellos eran protegidos a distancia por un policía preventivo de la SSPDF, que dirige Jesús Rodríguez Almeida.
Se desconoce si la SSPDF ya inició una depuración en la zona, luego de que saliera a la luz que una red de uniformados trabajaba bajo las órdenes del grupo delictivo La Unión.
En el caso específico del policía Édgar Ernesto Gutiérrez Vera, se sabe que era:
“Quien les brindaba seguridad perimetral vigilando las acciones que realizaban los activos del delito, desde un vehículo apostado en la calle de Lancaster, casi esquina con Reforma, alejando a las patrullas que se acercaran al lugar.
“E incluso se presume que al ser elemento activo de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal monitoreaba la frecuencia de radio y comunicaciones de dicha dependencia para evitar que los demás activos del delito pudieran ser descubiertos y detenidos”, consta en la causa penal 241/2013.
El uniformado es reconocido no sólo por “La Chivis”, testigo presencial en el Heaven, sino por muchos otros de los 24 detenidos por el secuestro y crimen, que lo señalan como un policía al servicio de La Unión.
Aquella noche
Los primeros en ser bajados de la planta alta del Heaven fueron Said Sánchez García y Josué Piedra Moreno, el primero de estos, hijo de Alejandro Sánchez Zamudio, “El Papis”, socio de Jorge Ortiz “El Tanque”, ambos presos por delitos contra la salud.
Luego entró “El Chino”, quien violentamente preguntaba: “¿quién mató a mi carnal?” (en referencia a Horacio Vite Ángel), asesinado días antes por una disputa por la distribución de droga en el Bar Black, de la Condesa.
“Entraron como cuatro o cinco sujetos armados con pistolas de color negro, siendo que algunos de ellos suben al primer nivel, donde se encontraba el DJ, y comenzaron a bajar a varias de las gentes que estaban en esa área”, refirió la empleada en una de sus declaraciones que forman parte de la causa penal 214/2013 del caso Heaven.
Mientras los jóvenes fueron sacados del bar, un pequeño grupo de mujeres, clientas del lugar, gritaban y lloraban histéricas por lo ocurrido.
Ismael García Polo, alias “Polo”, gerente del after, les gritó que ya podían bajarse, que se largaran, cuando las camionetas ya se habían retirado del lugar.
Ese mismo día, más tarde, García Polo llamó a “La Chivis” con el pretexto de liquidar su salario. Sabía que la encargada del guardarropa podría representar un grave peligro, pues ella presenció los hechos y conocía a todos los que ahí trabajaban.
“Le dijo que en qué lugar la podía ver para pagarle, y que la declarante le manifestó que con estar con sus hijos ella se daba por pagada, y le cortó”.
La mujer, convertida en testigo clave del caso, sabía desde hace tiempo todo lo que ocurría en el Heaven: se distribuía droga, se golpeaba a los clientes. Se le pagaba a policías para que cuidaran el lugar y permitieran a los “dealers” de la Unión de Insurgentes vender droga dentro del centro nocturno.
“La Chivis” es la testigo presencial del secuestro de los jóvenes. Pese a sus miedo, acudió a declarar lo que ocurrió esa madrugada dentro y fuera del after hours.
A partir de su relato, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) construyó la columna vertebral de los hechos delictivos de aquel día, en el que Javier Joel Rodríguez, alias “El Javis”, líder del grupo de narcotráfico la Unión de Insurgentes, ordenó a sus sicarios secuestrar y matar a los de Tepito en venganza a la muerte de uno de sus distribuidores, Horacio Vite, “El Chaparro”.
El secuestro
En la periferia del bar se apostó la gente de La Unión, entre los que se sabe llegaron: Víctor Manuel Aguilera García, alias “Jorge o Chompi”, y otros sujetos de apodos “El Negro”, “El Pollo”, “El Paco”, Edwin, “El Orejas.
Ricardo Antonio o Antonio Ricardo Méndez Muñoz “El Mosca”; también el sujeto apodado “El Chino” (presunto hermano de Horacio Vite Ángel).
Además, Pedro Francisco Paz López, alias “Pancho Pulgas o “Pancho Mariguano”; Jonathan Omar Robles González, alias “El John o “Jhonny”; Édgar David Sánchez Arroyo, Bryan Giovanny Guerrero Ruiz, alias “El Agus”; César Iván Romero Reyes, alias “El Taco”, y Joel Eduardo Galicia Espíndola, alias “El Trompas”.
Todos ellos eran protegidos por el policía preventivo Édgar Ernesto Gutiérrez Vera, quien les brindaba seguridad perimetral y vigilancia mientras los de “La Unión” consumaban el secuestro masivo.
Todos ellos, además de otros conocidos como “El Ruco”, “Pilo,” “Meño” y “Pin Pon” aparecen en el video captado por las cámaras de seguridad del edificio New York Life, que se localiza en esa misma calle y que registró el plagio de los jóvenes alrededor de las once de la mañana.
Ante los testimonios ministeriales que exhiben el vínculo entre policías preventivos y narcotraficantes en la Zona Rosa, se desconoce si el secretario de seguridad pública, Jesús Rodríguez Almeida, depuró el sector.
Y no solo esa zona, porque a decir de las propias investigaciones, La Unión opera en otros establecimientos nocturnos y en otras áreas de la ciudad.