Como en todo buen circo están los payasos sin chiste, los del Partido Verde, pero el espacio es insuficiente para ocuparnos de ellos
Ricardo Anaya, presidente de la mesa directiva de la Cámara baja, abraza a Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador del Grupo parlamentario del PRI en San Lázaro, al finalizar la sesión
Señoras y señores, su circo consentido Hermanos San Lázaro presenta:
¡El show de la Reforma Energética!
A diferencia de otros espectáculos circenses en todo el mundo, en las tres pistas de nuestro circo usted podrá ver un hilarante espectáculo permanente de las payasadas de nuestro plural reparto.
Además, disfrutará de acusaciones, gritos, empujones, golpes entre mujeres y lo más esperado de la noche: un diputado en calzones.
Debido al contenido nos reservamos el derecho de admisión a “morenas y morenos”.
Por respeto a la Constitución nuestro programa no tiene risas grabadas.
Comenzamos.
Música.
Maestro de ceremonias: “Para nuestro adorado público a continuación nuestros artistas de todos los tiempos: El PRI”.
Ataviados en su traje tricolor -símbolo patrio- harán el acto de equilibrismo político más peligroso. Llevar por el alambre una reforma energética a la que antes se oponían.
Ahora, con los ojos vendados y un de por sí ya alto grado de peligrosidad, porque en realidad el acto lo tuvieron que realizar sin ensayos previos, tienen que cruzar de un extremo a otro sin importar lo que suceda.
Además tienen que cruzar corriendo. Tiene que ser un acto fugaz.
Eso sí, al otro lado los esperan la inversión privada, el desarrollo económico y la bonanza. Aparenta un acto heroico.
Hace apenas cinco años estaban en desacuerdo con los cambios a la Constitución.
Ahora, sin chistar y obedeciendo órdenes de su gran jefe, cambian el reparto y se convierten en los progresistas a favor del desarrollo económico, con un plan que antes criticaban y advertían que no permitirían.
Pero la solidaridad de la familia circense no tiene igual en el mundo del show business.
Abajo, en la pista, sosteniendo la red de emergencia está el PAN. Todos sus integrantes la agarran fuertemente. Incluso, hay algunos que quisieran estar arriba ayudando a sus ahora amigos a cruzar sin problemas el alambre.
Esa peligrosa suerte la quisieron realizar en el 2008 pero fueron el PRI y el PRD quienes se los impidieron. Ahora se contentan con estirar la red por si algo le sale mal a sus otrora adversarios y, sí caen, ellos serán los salvavidas.
El peligroso acto hoy se justifica por los del tricolor porque es lo único que podrá sacar adelante al país.
Es decir, no nos queda más remedio que vender el agujero petrolero.
Suena el redoble de tambores. Avanzan rápidamente, el alambre es grueso y pueden caminar sin problemas. Lo logran.
Llegan al otro extremo a pesar de que los perredistas quisieron sacarlos de equilibrio pero solo consiguieron retrasar el inicio del riesgoso cruce.
Aplausos de los compañeros de traje a tres colores y los de botarga azul. Vituperios de los perredistas que visten de amarillo. Acusan trampa.
Denuncian traición a la patria. La reforma energética permite la entrada de extranjeros a una actividad que era exclusiva de los mexicanos y con los antecedentes de corrupción los adversarios solo auguran la muerte lenta del país.
Como en todo buen circo están los payasos sin chiste, los del Partido Verde, pero el espacio es insuficiente para ocuparnos de ellos.
A los puñetazos
En la otra pista, la perredista Karen Quiroga noquea a su compañera del PRI, Landy Berzunza. Le arranca las pestañas postizas -que por cierto no son parte del atuendo-.
¿Para qué debatir si nos podemos madrear?. Seguro eso da más nota.
Son de equipos contrarios y tienen que dejar claro sus papeles para el público.
Le lastima la retina. No les pusieron los enormes guantes de box para darle ironía al asunto. Fue a mano limpia.
Se enciende el foro. Todos gritan y se empujan. Quiroga se ve desconcertada porque no era parte del script el puñetazo. Como los buenos actores improvisó.
La priista sale lastimada.
¿Cómo no creer que es importante la reforma energética si hasta se golpean?
A la perredista le ruedan las lágrimas. Se tomó muy en serio su papel de defensora de la patria y llora desde la tribuna. Ofrece disculpas.
El coordinador de los priistas, Manlio Fabio Beltrones acepta la disculpa y otorga perdón como si él hubiera sido el golpeado.
Berzunza no será parte del juego y denunciará a su compañera por lesiones. Sus compañeros la alientan y no pueden faltar los criterios de clase: “No somos iguales manita”.
Y es que por su culpa tendrá que usar parche en el ojo.
Sí, parche como el que usaban los piratas que se robaban los tesoros.
El ‘encuerado’ de San Lázaro
En el Circo Hermanos San Lázaro están a la vanguardia.
Y sabiendo que la sociedad no quiere a sus legisladores y que una de las peores pesadillas de los humanos es soñar que está desnudo en público: el diputado perredista Antonio García Conejo se quedó en calzones.
Fue voluntario. Un striptease legislativo. Lo hizo como metáfora de lo que le sucederá a los mexicanos con la nueva normatividad en el sector energético.
Cuando su gracia se repita en cadena nacional, los niños de la montaña de Guerrero y de la Huasteca Potosina no le hallarán el chiste. Llevan así toda su vida y nadie les aplaude o grita.
No falta quién pregunte si ese acto no se hace en el Circo Rinbros. Lo hacen para restarle valor. Pero el medio hermano del coordinador perredista Silvano Aureoles Conejo está en lo cuernos de la luna. En calzones, pero en los cuernos de la luna.
Sentará un precedente y ojalá nunca legisle en materia de proctología.
Los calzones rojos –esos que se usan para recibir el año nuevo- contrastan con el amarillo de su discurso.
“Qué se han creído ustedes diputados y diputadas de Acción Nacional y del PRI, para venir aquí a desobedecer el mandato que se les confirió. Eso se llama traición a la patria, aquí en este recinto, en este Palacio ustedes protestaron guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y la están violando flagrantemente”.
Nadie aprecia el valor de un hombre hablando de violación cubierto apenas por su ropa interior.
A estas alturas para el espectador es difícil distinguir la ficción de la realidad. Lo trágico de lo cómico. Los diputados aceptan lágrimas y lamentos como aplausos.
Por eso, muchos ciudadanos prefirieron irse a visitar la Basílica de Guadalupe.
Ahí sí entran todos. La virgen no discrimina a “morenos y morenas”.
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