El señor de los cielos
Carlos Slim se vuelve cada día más preponderante en la escena mexicana. Ahora será parte de la obra insignia del sexenio: el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Aunque renunció a una parte de su imperio en Telecomunicaciones para poder competir en televisión, sus tentáculos no descansan y llegan a todas las áreas hacía donde su olfato empresarial se inclina, que es casi siempre a los negocios relacionados de alguna forma con el gobierno, como esta nueva construcción que costará 120 mil millones de pesos.
Norma GarzaCarlos Slim se vuelve cada día más preponderante en la escena mexicana. Ahora será parte de la obra insignia del sexenio: el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Aunque renunció a una parte de su imperio en Telecomunicaciones para poder competir en televisión, sus tentáculos no descansan y llegan a todas las áreas hacía donde su olfato empresarial se inclina, que es casi siempre a los negocios relacionados de alguna forma con el gobierno, como esta nueva construcción que costará 120 mil millones de pesos.
Slim está en Pemex, en redes carreteras, minería, construcciones públicas y lo que sea posible a partir del gran flujo de efectivo que le reporta la millonaria concesión otorgada por el gobierno salinista: Telmex.
Ahora se destapa lo que había sido un rumor desde hace meses: el hombre más rico del mundo podría estar a cargo de la construcción de la nueva terminal aeroportuaria, aunque como muchas veces, el nombre de Slim no aparece pero sí el de su yerno, el esposo de su hija Soumaya, Fernando Romero, quien según sus declaraciones a la revista Quién, su esposa es su “material y apoyo para cambiar la cara de México”.
El nombre de Romero parece que se mantendrá en bajo perfil mientras el papel protagónico será para el diseñador del proyecto, Sir Norman Foster, arquitecto británico con amplia experiencia en terminales aéreas que tienen en común su diseño High Tec y su exagerado costo por los materiales empleados y la dificultad de construcción.
En la nueva terminal del aeropuerto se invertirá el equivalente a 9 mil 500 millones de dólares, en una superficie de 12 mil hectáreas que serían cuatro veces más que lo que ocupan las dos terminales actuales.
Con estas cifras y sus constructores surgen las viejas historias: los campesinos de San Salvador Atenco dicen que ya tienen listos sus machetes para enfrentar a quien sea necesario para conservar su identidad cultural y sus tierras, aunque según se anunció, son propiedad federal.
Apenas se hizo público el proyecto durante el Segundo Informe de Gobierno del presidente Peña Nieto, los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco aclararon que las tierras ubicadas en las comunidades de Ixtapan y Nexipayac contemplan 5 mil hectáreas más que en 2001.
Esta misma agrupación impidió el proyecto del presidente Vicente Fox, que pretendía comprarles en cantidades ridículas, lo que desató la ira de los agricultores.
Pero ni esto funcionó ya que, aunque después de negociaciones pretendía pagar el doble, tampoco lo aceptaron.
Conveniente asociación
Aunque en el evento oficial en Los Pinos se dijo que el mexicano seleccionado con el proyecto ganador sería Servando Romero Havaux, director de Enterprice FR-EE, quien realmente está al frente de la empresa es su hermano Fernando, que busca no evidenciar los nexos que pudieran unir la decisión al poder de su suegro Carlos Slim.
El británico Norman Foster en unión a la firma mexicana ganaron el proyecto de lo que será una de las obras más notorias del este sexenio.
Sin embargo debido a los antecedentes de la firma podría ser probable que los presupuestos se vean elevados de acuerdo a la prisa para terminarla antes del fin del sexenio.
Así sucedió con otra obra de Foster, el aeropuerto de Beijing, China, que subió sus estimaciones de 2,500 mdd a casi 4 mil en la urgencia por inaugurarse antes de los juegos Olímpicos del 2008.
Pero el presidente aclaró que él no verá inaugurada la obra como presidente y será hasta el 2020 la apertura.
De más reciente inauguración la Terminal 2 del Aeropuerto de Heathrow, en Londres, fue obra también del británico y costó de 8, 700 mdd, casi mil millones arriba de lo calculado cuando inició el proyecto que inauguró la Reina de Inglaterra el pasado mes de junio.
La terminal de Heathrow, aeropuerto propiedad del estado Quatarí, tendrá capacidad para recibir 20 millones de pasajeros por año del total de 70 mil pasajeros de las cinco terminales.
El nuevo aeropuerto, según se afirmó, tendrá capacidad para 120 millones de pasajeros anualmente con seis pistas de aterrizaje.
No es la primer obra de Foster en México. En Monterrey diseñó el Desarrollo Saqqara con Internacional de Inversiones, que está en polémica actualmente ya que se otorgó el permiso municipal aunque su altura supera lo estipulado en el Plan de Desarrollo del municipio.
City Campus Biometrópolis fue otro diseño de Foster en 72 hectáreas dedicadas a investigación científica y médica en la Ciudad del Conocimiento auspiciada por la UNAM y el Gobierno Federal en el Pedregal, al sur de la capital, en donde el edificio se ubica sobre los campos de lava.
Fernando Romero, en cambio, tiene como su obra más emblemática el Museo Soumaya, que el magnate de las telecomunicaciones construyó en Polanco como homenaje a su esposa fallecida y para abrir al público su ecléctica colección de arte de todos los tiempos y todas las latitudes.
Norman Foster es considerado por muchos como el arquitecto más importante de Gran Bretaña y uno de los mejores del mundo. Ganó el Premio Pritzker de Arquitectura 1999, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009 y sus obras tienen presencia en 35 naciones.
Romero fue mencionado entre los 50 Pioneros Creativos en 2012 por la revista Fast Company, y ganó el Premio “Young Architects”, además del reconocimiento del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México en el 2009.
El gran pastel: la construcción
Aunque el yerno de Carlos Slim ha ganado con su propuesta ante otras firmas también mundiales y algunas mexicanas de gran trayectoria, obtener la supervisión del diseño de Foster sería lo de menos comparado que lo que eso significa en gasto respecto a la construcción.
Hacer una licitación transparente por las obras sería el reto, aunque según trascendió, Romero lleva mano al ganar su propuesta, lo que le da cierto derecho de elegir al constructor, que podría ser Ideal, de su suegro Carlos Slim, parte del poderoso Grupo Carso.
El Gobierno de México a través de la empresa estatal Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México planea financiar la primera fase de construcción con flujo de la actual terminal, y analiza emitir bonos con vencimiento de hasta 30 años para costear etapas posteriores, según trascendió.
Durante la presentación de ayer, a cargo del arquitecto británico Norman Foster, y el mexicano, Romero, no se especificó quién construirá el ambicioso proyecto, obra insignia del actual gobierno. Se espera que se abra la licitación y puedan participar otras constructoras además de la de Slim.
Y aunque los rumores habían trascendido desde mayo sobre la supremacía de Slim sobre las otras propuestas, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, aseguró que el proyecto apenas fue elegido un día antes.
Por lo que sorprende el viaje relámpago del famoso diseñador inglés que estuvo a tiempo para presentarlo en un salón de Los Pinos apenas pasado el medio día.
Sir Norman Foster, de los mejores
Lord Foster, como es conocido el célebre creador, reconstruyó el Reichstag, sede del nuevo Parlamento alemán en Berlín, el Gran Atrio del British Museum, la conexión entre la catedral de St. Paul y el Tate Modern con el Puente del Milenio, una pasarela de acero que cruza el Támesis.
También diseñó el Hearst Corporation Building en Manhattan, el Hong Kong y el Shanghai Bank, el Metro de Bilbao en España, la estación de metro Canary Wharf de Londres, la Galería Nacional de Retratos de Washington, el Ayuntamiento de Londres, y el edificio insignia del centro londinense que simula una nave espacial forrada de cristales.
Ha diseñado, además de las terminales de Beijing y Heathrow, los aeropuertos de Hong Kong, Kuwait y Panamá.
Nació en Manchester, Inglaterra, en 1935, y en 1967 junto con su primera esposa Wendy creó en Londres Foster Associates, dedicado al urbanismo, consiguiendo proyectos alrededor del mundo.
Así se consolidó la firma por sus diseños llamados High Tec, futuristas en donde el acero y el cristal forma audaces formas.
A la muerte de su esposa y después de que él mismo superó un cáncer, se casó con la polémica psicóloga española Elena Ochoa, quien se había hecho famosa por sus consejo sobre sexo en una sociedad aún cerrada de la España que salía de la dictadura franquista. Ahora edita libros de arte y tiene una galería de arte en Londres.
Algunos sectores con presencia de Slim:
Telefonía:
> Telcel
> Telmex
Televisión:
> Dish
Banca y otros servicios financieros:
> Inbursa
Minería:
> Minera Frisco
Tiendas y restaurantes:
> Sanborns
> Sears
Cemento:
> Cementos Fortaleza
Futbol:
Grupo Pachuca
>León
>Pachuca
Inmboliaria:
> Inmuebles Carso
Construcción:
> Condumex
> CICSA
> Elementia
Carreteras y caminos:
> IDEAL
(Impulsora del Desarrollo y el Empleo en América Latina)
Ferrocarriles:
> Ferrosur (fusionado con Ferromex de Grupo México)
Petróleo:
(plataformas, industria petroquímica y perforación):
> Swecomex
> Servicios Integrales GSM
Costo en comparación:
De acuerdo con el Segundo Informe de Gobierno, la inversión requerida para la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México ascenderá a 120 mil millones de pesos. Esta cantidad de dinero equivale a:
> 4.6
veces el costo total de la construcción de la línea 12 del metro en la Ciudad de México
> 2
veces el presupuesto destinado en todo el año a la Secretaría de la Defensa Nacional
> 27
veces el dinero destinado para la creación de la nueva Gendarmería Nacional de México
> 78
por ciento de la inversión anunciada por Pemex para la refinería de Tula en el Estado de Hidalgo