El rompecabezas de los testigos
Una bailarina exótica, cuyo nombre artístico con el que es conocida en el mundo nocturno es “Valeria”, es otra de la piezas del rompecabezas que tiene la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en el caso Heaven.
De nacionalidad argentina, Vania Ojeda se convirtió en una de los testigos que presenció lo que ocurrió aquella madrugada del 26 de mayo al interior del After Heaven de la Zona Rosa.
Icela Lagunas
Una bailarina exótica, cuyo nombre artístico con el que es conocida en el mundo nocturno es “Valeria”, es otra de la piezas del rompecabezas que tiene la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en el caso Heaven.
De nacionalidad argentina, Vania Ojeda se convirtió en una de los testigos que presenció lo que ocurrió aquella madrugada del 26 de mayo al interior del After Heaven de la Zona Rosa.
Ella es la mujer rubia de la que tanto se ha especulado como la testigo que, junto con dos meseros y tres clientes, se escondieron en la azotea del establecimiento en espera de que los hombres que efectuaron el supuesto operativo se llevaran a los jóvenes, en su mayoría de Tepito, que ayer cumplieron un mes desaparecidos.
Vania es la novia de Dartx Ledezma, uno de los dos hermanos que fungían como socios del Heaven junto con Ernesto Espinoza Lobo, a quien se le señala como uno de los responsables de la desaparición de los 12 jóvenes que busca la Procuraduría capitalina.
Esa noche, en medio de la confusión y los gritos del supuesto operativo, Vania Ojeda, Zoe Pedraza Aguilar y el “Toñin”, sobrino de Armando González “El Muñeco”, Luis Ramón, así como dos meseros del lugar, subieron las escaleras y se escondieron en la parte alta del lugar hasta escuchar que el comando armado se retiraba.
Luego de que pasó la confusión y el silenció volvió al bar. Dartx Ledezma regresó al Heaven por su novia, según la declaración ministerial de Luis Ramón.
Dartx le habría gritado desde el piso de abajo: ¿dónde estás?, ¿estás allá arriba?
Oculta por miedo
Por miedo y a petición de sus acompañantes, Vania Ojeda guardó silencio y dejó que Dartx se marchara del lugar, pues temía que ella y el resto del grupo también fueran llevados por la fuerza por los hombres que momentos antes habían irrumpido en el Heaven.
Hoy la información que Vania Ojeda ha proporcionado apunta fundamentalmente a conocer las actividades que Dartx Ledezma y su hermano tenían como operadores del after.
Pero también ha proporcionado lo que sabe acerca de Ernesto Espinoza Lobo, el hijo de Ernesto Espinoza Cabrera, un excomandante de la Agencia Federal de Investigación (AFI), acusado de tener relación con el capo de la droga Osiel Cárdenas Guillén.
Como novia de Dartx, la argentina conocía muchas de las actividades que ocurrían al interior de la discoteca.
Era común observar a Vania bailar durante las noches y madrugadas al interior del Heaven. Muchos de los clientes asiduos la ubican como la chica de pelo rubio, a veces rojizo, que se dejaba ver como la pareja en turno de Dartx.
Su testimonio es una pieza más del complejo rompecabezas que tiene en sus manos la PGJDF que dirige Rodolfo Ríos.
Aunque con los datos aportados por ella y cerca de 45 testigos la dependencia ha logrado acumular información en torno a los grupos delictivos que discutan la venta de drogas en los centros nocturnos de la capital, aún no hay nada a fondo. Nada de los desaparecidos.
En medio de este panorama, que luce desesperanzador para los familiares de las víctimas, Leticia Ponce, madre de Jerzy Ortiz Ponce, encabeza su investigación personal.
El testigo anónimo
Por varias semanas Leticia Ponce investigó a un joven de Tepito. Cuando por fin dio con él, le imploró que acudiera al Ministerio Público a rendir su testimonio.
El joven, amigo de Jerzy Ortiz y Said Sánchez, ambos desaparecidos desde esa fecha, se rehusaba a acudir a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y hablar del conflicto entre los grupos que se disputan el mercado de las drogas.
Argumentaba tener mucho miedo de que su nombre saliera a la luz pública como uno de los testigos de la Procuraduría capitalina y que los responsables de la desaparición de sus amigos tomaran revancha contra él o alguien de su familia.
Por eso se escondía y evadía a Leticia Ponce y a Josefina García, madres de Jerzy y Said, respectivamente, quienes se habían dado a la tarea de desplegar una especie de operativo en el barrio de Tepito, con el apoyo de sus familiares, para encontrar a este joven y, sobre todo, convencerlo de que fuera a declarar.
Cuando al fin pudieron ubicarlo, Leticia Ponce le imploró al joven para que accediera ir a declarar. Le suplicó llorando y le hizo ver que si ellos como familia y amigos de Jerzy no hacían su mayor esfuerzo, las autoridades capitalinas, menos.
Para ambas mujeres quedaba claro que si ellas dejaban de investigar los hechos por su cuenta, las autoridades manejarían la versión que más les conviniera.
Aún sin estar convencido, dijo con un monosílabo, que sí acudiría. Así lo hizo, el joven aceptó relatar ante las autoridades todo lo que sabía de lo que estaba ocurriendo en el barrio de Tepito, con el grupo delictivo La Unión, sus actuales líderes, los ajustes de cuentas y el por qué de la desaparición de los jóvenes.
Todo sin aportar sus datos generales, mucho menos identificaciones ni su dirección. La Procuraduría capitalina aceptó esas condiciones y Leticia Ponce quedó como aval de que el anonimato del testigo sería respetado.
Hoy muchas de las acciones que emprende la PGJDF en torno al caso son tomadas con base en la información que proporcionó este testigo anónimo.
Los desaparecidos
Personas privadas de su libertad en el After Heaven
Nombre y Edad
Jerzy Ortiz Ponce 16
Alan Omar Athiencia Barranco 26
Guadalupe Karen Morales Vargas 24
Josué Piedra Moreno 29
Aarón Piedra Moreno 20
Jennifer Robles González 23
Gabriela Téllez Zamudio 34
Montserrat Loza Fernández 25
Said Sánchez García 19
Eulogio Fonseca Arreola 26
Rafael Rojas Marines 33
Gabriela Ruiz Martínez 25