Las marchas a nivel nacional a favor del Instituto Nacional Electoral (INE) y en defensa de la democracia mexicana, podrían significar un nuevo punto de partida para la lucha de la oposición en contra del Gobierno federal.
Las multitudinarias protestas en más de 25 entidades del país, dejaron en claro que aún existen causas que unen a los mexicanos, mismas que están dispuestos a defender más allá de sus preferencias partidistas o su clase social.
Esta realidad, bien manejada por la oposición, le podría permitir frenar el arrollador avance de Morena tanto en lo político como en lo social, así como dejar de reaccionar únicamente ante la agenda que se impulsa desde Palacio Nacional y, de ser asertivos, incluso favorecerlos en el plano electoral rumbo a los comicios del 2023 y 2024.
“Quienes organizaron esta marcha tuvieron un gran acierto, lograron aglutinar bajo una misma causa: ‘el INE no se toca’, a la sociedad. Lograron que la ciudadanía entienda las implicaciones de la reforma más allá del discurso técnico al que tantas veces se ha apelado.
“Que se refleje en materia electoral ya será la chamba de los partidos, pero yo creo que sí, esa es una de las grandes enseñanzas, hay que tener un programa claro, no bastan las alianzas partidistas.
“Ahora, los dos grandes retos de la oposición serán cerrar la brecha de desconfianza entre los partidos políticos y la ciudadanía, la cual tiene buenas razones para no creer en ellos, y abanderar causas de fondo”, opina en entrevista con Reporte Índigo Aramis Augusto, internacionalista del Colmex y maestro en Ciencia Política y Gobierno por la Universidad de Tel Aviv.
Una representación real de la oposición
Respecto a las descalificaciones oficiales y al reto planteado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el experto en la materia dice que las oposiciones deben evitar caer en provocaciones.
“Claramente la respuesta oficial fue tratar de minimizar la marcha. Incluso hay una encuesta mandada a hacer por Morena donde aseguran que entre la población hay un 80 por ciento de aprobación hacia la reforma electoral.
“Sin embargo, al igual que con los datos oficiales respecto al número de asistentes a la marcha, estas cifras están muy alejadas de la realidad. Actualmente en México el respaldo que tiene el INE está 11 puntos porcentuales por arriba de la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Con esto en mente, el número exacto de los manifestantes que salieron con la consigna de ‘El INE no se toca’, no es lo más relevante, ya que los cientos de miles de mexicanos que estuvieron ahí, representaban la voz de al menos el 70 por ciento de la población, es decir, reflejaron el sentir mayoritario”.
A favor, no en contra
Para Aramis Augusto, uno de los puntos clave del éxito de las manifestaciones, fue que el propósito de las mismas no estaba centrado en ir en contra del Gobierno federal ni del presidente Andrés Manuel López Obrador y su movimiento, como él mismo aseguró públicamente, sino a favor de la defensa de la democracia.
“Creo que el éxito de la marcha, contrario a lo que dijo el gobierno, fue el hecho de que no fue una manifestación antilopezobradorista, sino a favor del INE. Esa distinción de estar a favor o en contra de algo tiene un gran efecto en el ánimo de las personas.
“Mucha gente puede estar en contra o insatisfecha con este gobierno pero no quiere decir que vaya a salir a las calles, en cambio, muchos sí se pueden unir a una cruzada en defensa de la democracia y del Instituto que vela por ella”, explica el internacionalista del Colmex y maestro en Ciencia Política y Gobierno por la Universidad de Tel Aviv.
Causa de muchas batallas
Una de las virtudes de la lucha en defensa de la democracia es que es una causa a la que le quedan muchas batallas, dice Aramis Augusto.
“De entrada, está la pelea en el Congreso de la Unión por la reforma político-electoral impulsada por el presidente y respaldada por Morena y sus aliados. La cual seguramente tratarán de replantear para poder modificar la Constitución mediante reformas a las leyes secundarias, ya que en estos momentos se ve muy complicado que se apruebe en los términos planteados por el titular del Ejecutivo”.
Aunado a esto, el próximo año concluirán su encargo cuatro de los once consejeros del Instituto Nacional Electoral: Lorenzo Córdova Vianello, Adriana Margarita Favela Herrera, José Roberto Ruiz Saldaña y Ciro Murayama Rendón.
“Con la elección de los consejeros del INE, el gobierno tratará de poner gente muy cercana a ellos”, advierte el experto en la materia, una situación que será muy complicada debido a que los nombramientos los realiza la Cámara de Diputados con dos terceras partes de los votos, lo que favorece a Morena.
De igual forma, se va a tener que tratar de defender el presupuesto del instituto una vez más antes de las elecciones de 2024, a lo que se suman los comicios que vienen en los próximos dos años, los cuales serán organizados por el INE con un presupuesto apretado y, por lo que hemos visto en el pasado, bajo constantes críticas del oficialismo.
Llamada de atención a la oposición
Para el especialista en la materia algo que es importante destacar es el origen de la marcha, la cual tiene un componente de desconfianza ciudadana hacia la oposición y en especial hacia al PRI de Alejandro Moreno.
“Si los diputados priistas hubieran votado en contra de la extensión del uso de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, no creo que se hubiera generado esta alerta y preocupación tan grandes respecto a las reformas del presidente.
“Indirectamente la marcha también fue una llamada de atención contra los partidos de oposición para que cumplan sus promesas, especialmente la de no aprobar la reforma electoral”.
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