La disputa por el control del tricolor de cara a la sucesión de la gubernatura en 2021 está por comenzar.
El dirigente estatal Pedro Pablo Treviño recibe presiones para dejar el cargo, o bien, para definir a qué bando apoyará.
Mientras los medinistas se reorganizan para proponer a Adrián de la Garza como el aspirante natural a la candidatura, el grupo de Rogelio Cerda, Héctor Gutiérrez y Felipe Enríquez trabaja para impulsar al exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien también tendría el respaldo de la actual dirigente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) priista, Claudia Ruiz Massieu.
La elección de candidato dependerá, en gran medida, del apoyo de los dirigentes. Pedro Pablo Treviño apenas asumió el cargo como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Nuevo León en septiembre de 2017 y Ruiz Massieu en 2018, a nivel federal. Fue ella misma quien convocó a elecciones para el periodo 2015- 2019 y podría perfilarse para ser dirigente nuevamente.
Treviño, a su vez, es diputado federal y Ruiz Massieu también ocupa una curul en el Senado de la República. Ambos tendrán que negociar y ponerse de acuerdo para impulsar a un candidato para competir por un sexenio priista más, tras los últimos gobiernos de Rodrigo Medina y José Natividad González Parás.
La desaprobación al gobierno de Jaime Rodríguez Calderón abre la posibilidad de que el PRI recupere el poder en la entidad, pues “El Bronco” tiene pocas posibilidades de colocar a un candidato y dar continuidad a un gobierno independiente. El abanderado que competirá para convertirse en su sucesor comienza a esclarecerse al interior del PRI.
El medinista Adrián de la Garza
La contienda electoral de 2018 dejó ver algunos proyectos políticos para gobernar el estado en 2021.
Entre impugnaciones, ratificaciones y una elección extraordinaria, el priista Adrián de la Garza logró reelegirse como alcalde de Monterrey y acabar con las aspiraciones del panista Felipe de Jesús Cantú.
Apenas obtuvo el triunfo en la capital regiomontana, el PRI de los medinistas ya perfila a De la Garza como candidato para 2021, pues gobernará por tres años la capital regiomontana y tendría ventaja frente a otros perfiles.
De la Garza fue procurador de justicia en el gobierno de Rodrigo Medina, exgobernador que ejerce su poder en el Congreso del Estado a través del coordinador de la bancada priista, Francisco Cienfuegos. Aunque el legislador podría ser un posible candidato, facilitaría el camino para el alcalde de Monterrey.
También le favorecerían las movilizaciones de votos que hizo Rubén Moreira como delegado especial en la elección extraordinaria del 23 de diciembre. Gracias a él, el Grupo Escobedo, que dirige el exalcalde de dicho municipio, Abel Guerra, lo apoyó.
Rumbo a la gubernatura, en 2021, el expresidente del Comité Directivo Estatal y excandidato al gobierno de Nuevo León en 2003 podría apoyar nuevamente a Adrián de la Garza y no a su esposa, Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo.
Ella y Cristina Díaz no sólo compitieron por las alcaldías de Guadalupe y Escobedo, respectivamente; también lo hicieron para fortalecer sus carreras políticas. Dentro de tres años podrían reelegirse como alcaldesas o buscar la gubernatura de Nuevo León, aunque la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz, tendría pocas posibilidades porque apenas pudo ganar el 1 de julio y se vio envuelta en una impugnación.
Para los medinistas no hay duda: Adrián de la Garza sería el candidato más fuerte.
El exsecretario Guajardo
Ildefonso Guajardo ha dejado ver sus intenciones para ocupar otro puesto político. El regiomontano no es afín al grupo del exgobernador Rodrigo Medina, más bien es cercano al exmandatario antecesor, José Natividad González Parás, quien lo nombró Jefe de la Oficina Ejecutiva de 2000 a 2003.
“Me formé toda la vida para el servicio público y seguiré buscando hacerlo. La verdad es que mi objetivo es establecerme en esta comunidad y trabajar en mi próximo proyecto”, dijo en su participación en el Simposio Internacional de Economía del Tec de Monterrey, en el mes de noviembre.
Guajardo sabe que seis años como secretario de Economía en el gabinete del expresidente Enrique Peña Nieto no son suficientes para los neoleoneses; tampoco el hecho de que fuera el principal negociador del Tratado de Libre Comercio, sobre todo cuando lo que queda del PRI nacional ya no está en la Presidencia de la República.
Hacia 2021 el exsecretario de Economía necesitaría reflectores para posicionarse. Ya había hablado de su regreso a su tierra natal luego de un periodo de vacaciones y en diciembre de 2018 hizo pública una reunión con algunos de sus excolaboradores. Ahí anunció que formará una asociación civil en la entidad y daría conferencias alrededor del mundo.
Otra figura de apoyo sería la de Felipe Enríquez, quien a finales de agosto renunció al cargo de secretario de Acción Electoral del CEN priista. Enríquez no ofreció explicaciones pero ha culpado a Medina de la debacle del PRI y su retiro coincidió con la designación del medinista Cienfuegos como coordinador de la bancada tricolor en la actual legislatura del Congreso local.
Un pilar más de su posible candidatura sería Héctor Gutiérrez, quien era secretario de organización del PRI, nombrado por Ruiz Massieu en el proceso de renovación del partido, hasta que, precisamente, Rubén Moreira renunció y lo relevó como secretario general del tricolor.
Gutiérrez estuvo presente en una reunión en la Ciudad de México con De la Garza. Incluso el propio Guajardo lo apoyó en las elecciones extraordinarias. Los posibles candidatos para 2021 sostuvieron un encuentro en un restaurante en la capital de Nuevo León en diciembre, donde acordaron que el exsecretario se sumaría como asesor externo del ahora alcalde de Monterrey.
En aquella ocasión Guajardo descartó ante los medios de comunicación estar de lleno en la campaña debido a sus compromisos en el extranjero. Sin embargo, se dijo al pendiente de la inversión en Monterrey.
El economista necesita negociar con el PRI de los medinistas para quitar del camino a Adrián de la Garza.