El Partido Revolucionario Institucional (PRI) abrió fuego contra la jefa delegacional en Iztacalco, Elizabeth Mateos, quien es acusada de promover la corrupción en esa demarcación.
Ayer, los diputados locales de esa expresión política realizaron una clausura simbólica de la delegación en compañía de más de 300 habitantes de la zona, que se dicen cansados de la falta de servicios.
Aunque se trata de un acto mediático, las señales de alerta se prendieron en el cuarto de guerra de la perredista, ya que desde antes de la administración de Armando Quintero, su exdirigente, no se observaba una presencia de priistas similar a la de ayer.
Esta casa editorial publicó en su edición del 28 de enero pasado una serie de irregularidades que tienen a Elizabeth Mateos sin el apoyo de las huestes perredistas.
Entre los señalamientos contra la delegada están grabaciones en las que se escucha a la titular de la demarcación exigiendo a sus empleados una cuota para el Partido de la Revolución Democrática.
Además, las pretensiones de su marido, Carlos Estrada, para sucederla en el cargo a partir del 2015, le abrió un frente con los grupos de poder dentro de la delegación Iztacalco, sobre todo con la corriente Unidad y Renovación (UnyR).
Este escenario fue aprovechado por partido tricolor, que encabezado por el asambleísta Tonatiuh González, exigió la destitución de Mateos.
Ahí advirtieron que desde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal continuarán denunciando “las tropelías de la delegada hasta que se obtenga una respuesta a favor de los ciudadanos”.
El problema mayor para la delegada consiste que sus diferencias también son con el actual presidente de la Comisión de Gobierno y coordinador de la bancada perredista en la ALDF, Manuel Granados.
Tonatiuh González aseguró que: “es necesario terminar con el nepotismo y el terrorismo económico que practican funcionarios perredistas para financiar sus proyectos políticos o mantener a sus cuates”.
Y es que la delegación Iztacalco se destaca entre las señaladas de incurrir en nepotismo, ya que ahí laboran los familiares de dirigentes del sol azteca.
Por eso insistió en que los perredistas, desde la Asamblea Legislativa, impiden que los jefes delegacionales rindan cuentas sobre las acusaciones de extorsión, robo, coerción y corrupción. “Eso lo que los convierte en cómplices de los delitos que encubren”, dijo González.
El ejemplo más claro se documentó en la edición de ayer de Reporte Índigo, donde se puso al descubierto la postura de los diputados amarillos de dar un espaldarazo a los delegados para que sigan promocionando su imagen a costa del erario.
“Los ciudadanos están cansados de no obtener respuesta a sus demandas más sentidas y lo que hoy atestiguamos es que la ciudadanía es más consciente y observa de cerca el desempeño de sus representantes”, añadió el delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en el Distrito Federal, Manuel Andrade.
En su participación dijo que la grave desatención de las autoridades y la evidencia a través de videos difundidos en los medios de comunicación donde se escucha a la jefa delegacional solicitando cuotas para su partido, fueron parte fundamental de la protesta.
Por eso amagó con realizar una nueva y más nutrida protesta en la sede delegacional, si las autoridades locales no toman cartas en el asunto.
En el evento, los vecinos aprovecharon para denunciar la falta de suministro de agua en colonias de la delegación, falta de alumbrado público, la compra de comités vecinales y la utilización de los recursos de la delegación a favor de su marido Carlos Estrada.