Aunque la reforma a la industria eléctrica no ha avanzado en el Legislativo, el presidente López Obrador insiste en que no le moverá ni una coma a su propuesta, por lo que buscará llegar hasta el final con ella.
Al respecto, René Rosado, director regional de Transformación Pública de la Escuela de Gobierno del TEC de Monterrey, señala que esto se debe a la figura que tiene el jefe del Ejecutivo sobre Morena.
“Tiene mucho que ver con la figura qué él adopta de fundador y líder de Morena, que a pesar de ser presidente, sigue siendo el líder del partido.
“No sé si por coacción al decir ‘quiero esta reforma’ los legisladores acceden, o si es una cuestión de lealtad al presidente y al proyecto de la Cuarta Transformación”, explica.
El especialista opina que esta manera de legislar y gobernar atenta contra la democracia y la voluntad del electorado.
“Se necesita una comunicación y colaboración entre los tres poderes, pero con autonomía y con criterio propio. (…) Muchas veces los representantes que elegimos en las urnas no nos están representando, están representando la voluntad de una persona, que es el presidente. Cuando se da este sistema de obediencias estamos dejando de lado la democracia porque ya no estamos respetando la voluntad de todas y todos”, comenta.
A pesar de esto, Rosado considera que no estamos regresando a las épocas del presidencialismo.
“Somos una democracia joven, tenemos bastantes mecanismos institucionales en puerta que han logrado defender la autonomía de órganos reguladores y de actores estratégicos como el INE o Banxico, lo que permite que haya un sistema de pesos y contrapesos para que no nos pase el presidencialismo como aplanadora”, concluye.
