El pendiente ciudadano de Salinas

El magistrado presidente del Poder Judicial de Nuevo León tiene en sus manos la posibilidad de hacer historia al aceptar la realización de la consulta popular en torno a Vía Libre, la ciclovía del edil sampetrino, Miguel Treviño
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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La consulta popular para que se retire o permanezca parte de la ciclovía creada por el alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, conocida como Vía Libre, está en espera de la resolución del Poder Judicial de Nuevo León, a cargo del presidente-magistrado, Arturo Salinas.

El reto de Salinas será asirse a este mecanismo, así como dijo que lo haría a la Constitución local durante su reciente toma de protesta por dos años más en su puesto.

Los sampetrinos comenzaron la recolección de firmas el primero de julio de este año en búsqueda de contar con el 2 por ciento de la lista nominal requerido por la Ley de Participación Ciudadana, es decir, se necesitaba el apoyo de 2 mil 162 ciudadanos.

Documentos revelan que el promotor de esta consulta popular, Víctor Martínez, obtuvo 2 mil 612 firmas, superando el mínimo establecido por la ley.

El aval sampetrino fue entregado el pasado 7 de julio al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, el cual remitió este ejercicio ciudadano al Poder Judicial, para que resolviera.

El magistrado tiene sobre la mesa la pregunta que se pondría a votación.

“¿Debe de reubicarse en otra avenida la ciclovía denominada Vía Libre de la avenida Alfonso Reyes?”, dice el documento enviado al Poder Judicial.

Salinas tiene en sus manos aplicar este mecanismo de participación ciudadana, que sirve para ejercer el derecho constitucional para votar en torno a temas de trascendencia y que es vinculante según lo que dicte la ley.

Esta consulta popular podría convertirse en un hecho inédito en la vida política del estado, pues nunca antes se ha aplicado  este mecanismo en la entidad.

Esta ciclovía, cuyo costo fue de 33 millones de pesos, se ubica en la avenida Alfonso Reyes, que consta de cuatro kilómetros que van de oriente a poniente.

Esta vía no es utilizada debido a que no se sujeta a normativas nacionales e internacionales, pues tiene espacios donde hay pendientes muy pronunciadas, que impiden que cualquier persona pueda usarla.

Vía Libre violenta la Ley

La existencia de la ciclovía Vía Libre violenta varios artículos de la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Nuevo León.

Uno de ellos es el artículo 81, que establece la obligatoriedad de los municipios de reconocer y respetar la jerarquía de las personas con movilidad limitada, así como la preferencia para los peatones por encima de vehículos no motorizados.

Sin embargo, el alcalde Miguel Treviño privilegió el uso de la bicicleta por encima de lo que marca este artículo, según refiere un análisis técnico realizado por el Laboratorio de Espacio Público en México.

“El proyecto Vía Libre, contrario a lo que publicita, no brindó preferencia de esta jerarquía en la implementación de obras de infraestructura vial.

“Al respecto, en el proyecto Vía Libre se han identificado más 11 acciones de dotación y preservación del espacio para el tránsito de bicicletas sobre el de peatones”, dice este estudio.

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