Un añejo proyecto inmobiliario podría estar amenazando de nuevo importantes hectáreas del bosque El Nixticuil, uno de los principales pulmones al norte de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), mismo que en las últimas semanas ha sufrido diversos incendios presuntamente intencionados.
Así lo han señalado en los últimos días los integrantes del Comité en Defensa del Bosque Nixticuil, quienes a través de comunicados, evidencia fotográfica y de video muestran los daños generados en predios pertenecientes al empresario Francisco Ibarra García de Quevedo, otrora dueño del equipo de futbol Atlas y representante de la Federación Mexicana de Futbol entre 1990 y 1993.
Las acusaciones específicas sobre la intencionalidad de los presuntos incendios originados en la propiedad privada iniciaron desde el pasado 26 de mayo, cuando a través de sus redes sociales el Comité explicó que se pretende reactivar el proyecto de desarrollo inmobiliario “Verde I Serena”, concebido desde el 2007 para implantarse al interior del área natural protegida.
“Esta parte del bosque que mide dos hectáreas ya había sido amenazada en 2007 por el expresidente del Club Atlas, Francisco Ibarra García de Quevedo, quien entonces taló decenas de árboles adultos para intentar construir el fraccionamiento Verde I Serena”, denunció el Comité en Defensa del Bosque.
Dos días después, el martes 28, se volvió a suscitar un incendio en la misma zona, que dio como resultado un daño acumulado de dos mil metros cuadrados (0.2 hectáreas) en una cañada del bosque y cerca de dos hectáreas de El Nixticuil, mismas en las que se habían mantenido por años labores de reforestaciones comunitarias.
También puedes leer: Incendios en La Primavera, consecuencia del crecimiento urbano, asegura asociación civil
Presión y urbanización
Desde el 19 de diciembre del año 2006, Verde I Serena recibió una licencia de urbanización expedida por la entonces Dirección General de Obras Públicas para un desarrollo inmobiliario que proyectaba la construcción de una treintena de viviendas en un predio conocido como La Salitrera, ubicado a cinco kilómetros al noroeste de la ciudad de Zapopan y que tiene una extensión aproximada de 17 mil 158 metros cuadrados.
Sin embargo, la fecha en la que se aprobó el proyecto de urbanización se dio únicamente tres días antes de que El Nixticuil fuera decretado como Área Natural Protegida.
Ya para 2007, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) había dado cuenta de las irregularidades en materia forestal e impacto ambiental, por lo que procedió con la suspensión temporal de las obras y actividades dentro del predio.
A la par del freno que fue impuesto por la Profepa, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco instó en dos ocasiones al Ayuntamiento de Zapopan a constatar que el proyecto fraccionador cumpliera con las condiciones de urbanización necesarias. Toda vez que se encuentra en uno de los pocos espacios verdes que no han sido asimilados por la urbe.
Desde entonces los desarrolladores intentaron que el municipio les entregue un nuevo predio para intercambiarlo, argumentando que la defensa ciudadana del bosque les ha causado pérdidas económicas, como da cuenta un reciente dictamen del Ayuntamiento de Zapopan, votado en septiembre de 2018, en el que se desechó dicha solicitud.
“Los protectores del bosque se han impuesto e intervenido desde diciembre de 2006 en que iniciemos los trabajos para que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y ustedes se opongan a la realización de nuestro desarrollo, incluso queriéndonos cambiar el plan parcial vigente, con lo que nos causaron un daño económico y patrimonial importante por las inversiones que se realizaron”, señalaron los particulares Francisco Javier Ibarra, Daniel Ibarra, Ana Laura Fernández de Alba, Susana Pacheco y Karla Pacheco en su solicitud presentada el 18 marzo de 2014 e integrada en el dictamen de 2018.
Sin embargo la solicitud fue desechada por el Ayuntamiento de Zapopan, toda vez que el avalúo de los predios arrojó que el terreno del sector inconforme tiene un costo de 12 millones 10 mil 600 pesos y el predio que se pretendía otorgar en permuta tenía un costo de 54 millones 709 mil 200 pesos. De igual forma, los predios contemplados para entregarse tampoco contaban con las condiciones ambientales para ser urbanizados.
En el dictamen oficial, disponible en la página del municipio, también se da cuenta del vencimiento en la licencia de urbanización. En el oficio 11214/P.URB/2017/2-0576, con fecha del seis de octubre de 2017, la Dirección de Ordenamiento del Territorio le informó al ayuntamiento que la licencia para la construcción del desarrollo inmobiliario caducó desde el 19 de diciembre de 2010.
Verde I Serena, tal como lo han hecho saber los integrantes del Comité en Defensa del Bosque, es promovido por el empresario Francisco Ibarra García de Quevedo, quien en las pasadas elecciones del año 2012, fungió como abanderado oficial a la alcaldía de Zapopan por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Hasta el momento las obras de urbanización no han iniciado, pero todo apunta a que la intención por parte de los particulares interesados en la construcción de Verde I Serena es mantener el proyecto en pie.