¿El News Divine de Mancera?
Aún no aparece el cadáver de ninguno, pero el supuesto “levantón” de los 12 jóvenes, en su mayoría de Tepito, el pasado fin de semana en un antro de la Zona Rosa, ha desatado una crisis interna en la administración de Miguel Ángel Mancera Espinosa.
El episodio que ha puesto en jaque al jefe de gobierno capitalino tiene como ingredientes fundamentales el pleito por el mercado de las drogas y la ilegalidad de establecimientos mercantiles que sirven de caldo de cultivo al comercio de estupefacientes.
Icela Lagunas
Aún no aparece el cadáver de ninguno, pero el supuesto “levantón” de los 12 jóvenes, en su mayoría de Tepito, el pasado fin de semana en un antro de la Zona Rosa, ha desatado una crisis interna en la administración de Miguel Ángel Mancera Espinosa.
El episodio que ha puesto en jaque al jefe de gobierno capitalino tiene como ingredientes fundamentales el pleito por el mercado de las drogas y la ilegalidad de establecimientos mercantiles que sirven de caldo de cultivo al comercio de estupefacientes.
La historia, como ya se ha documentado en la investigación en poder de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), tiene como hilo conductor el crimen de Horacio Vite Ángel por parte de miembros del grupo “La Unión”, que intentaron evitar que el primero vendiera droga en el interior del bar Black de La Condesa.
Dicho crimen traería como consecuencia, según la indagatoria de la Procuraduría capitalina, una venganza que se habría traducido en el levantón de los jóvenes que acudieron al After Heaven de la Zona Rosa.
Después del bar Black, el episodio continuó en este antro, donde los investigadores intentan dar con el paradero de los hermanos Mario y Fermín Mosquino, quienes serían copropietarios junto a Ernesto Espinosa Lobo del establecimiento mercantil que operaba en la calle Lancaster, Zona Rosa, delegación Cuauhtémoc.
Ninguno de los tres hombres ha sido localizado para declarar ante el Ministerio Público local en torno a lo que ocurrió la noche del sábado 24 y primeras horas del domingo 25 de mayo, fecha en que los familiares reportaron la desaparición y cerraron las calles aledañas a Tepito.
Los hermanos Mario y Fermín Mosquino son, en realidad, los verdaderos operadores del After Heaven, mientras que Ernesto Espinosa es el rostro conocido de las operaciones al frente de las autoridades.
Al último se le conoce en el ambiente nocturno y de discotecas con el apodo de “El Dash”. Ni él ni su hermano han sido localizados.
Esta pareja de empresarios que pocas veces eran reconocidos por la clientela del lugar se apoyaba en un hombre de toda su confianza que se encargaba de reclutar a los elementos de seguridad del establecimiento, a quien comúnmente se le conocía como “El Diablo”. Igual que sus patrones, “El Diablo” no ha sido ubicado por las autoridades para que rinda su testimonio ante el Ministerio Público.
La vida loca de Jerzy
Ante la falta de estos testimonios que darían contundencia al relato que dio en un primer momento un testigo de los hechos que hoy también está ilocalizable, la Procuraduría capitalina sigue la pista a través de un grupo de establecimientos nocturnos donde eran clientes asiduos los jóvenes reportados como desaparecidos.
En ese tenor se busca información en “The Valium Club”, que se localiza en Vizcaínas 18, colonia Centro, delegación Cuauhtémoc, a una calle del antiguo Cine Teresa. También en Vissage DJ Club, que opera en Valladolid, colonia Roma, en la misma demarcación.
Así como en The Night Beats, que funciona en la calle de Excelsior número 5, colonia Industrial, en la delegación Gustavo A. Madero.
En todos estos lugares, según la indagatoria, era común la presencia del grupo de amigos de Jerzy Ortiz Ponce, de 16 años, hijo de Jorge Ortiz Reyes, alias “El Tanque”, delincuente conocido en Tepito por el comercio de drogas y que actualmente purga condena en un penal en el estado de Tamaulipas.
El menor de edad se ha colocado en el centro de esta historia de drogas y crímenes que ubica a los integrantes del grupo delictivo “La Unión” como los presuntos responsables no solo de la desaparición de los 12 jóvenes del After Heaven, sino de otros crímenes y balaceras ocurridas en pleno corazón de la Zona Rosa.
En su página de Facebook, el hijo de “El Tanque” manifiesta actividad justo el pasado 25 de mayo, cuando colocó como perfil una imagen en la que aparecen los protagonistas de la serie colombiana “El Cártel de los Sapos”, que alude a la disputa entre los cárteles de la droga.
“Hagamos oración para que regresen con bien”, escribió una de las personas que aparecen entre sus contactos sobre la foto de un Jerzy sonriente, hoy es blanco de las sospechas que lo señalan como narcomenudista.
Ahí, en medio de otras imágenes que hacen alusión a la marihuana y otras series ambientas en el mundo del narcotráfico, el menor exhibe algunas fotografías de su vida personal en la que declara su profundo gusto por la vida nocturna.
Hoy la familia de Jerzy, su madre Leticia Ponce y su tía Eugenia, encabezan el reclamo a las autoridades del gobierno capitalino para que los jóvenes aparezcan, pero sobre todo, para que regresen con vida.
En corto, las autoridades que se han sentado a dialogar con ellos les han pedido una especie de tregua para frenar las manifestaciones y protestas públicas.
Rescate de la Zona Rosa
Mientras, el GDF gana tiempo. Desde la Secretaría de Gobierno que encabeza Héctor Serrano se lanzó la estrategia para “rescatar” la Zona Rosa.
Una especie de operativo interinstitucional para evitar que ese punto turístico de la Ciudad de México continúe en manos, como hasta ahora al menos en cuanto a la vida nocturna, por el grupo “La Unión”.
A los familiares de los desaparecidos poco les importa el lanzamiento de esa acción de gobierno que involucra fundamentalmente a la Secretaría de Seguridad Pública local, Procuraduría General de Justicia del DF, Instituto de Verificación Administrativa, Protección Civil y hasta Obras.
Lo que realmente esperan son noticias de sus familiares. Que aparezcan ya y que aparezcan vivos. Demasiada presión para un gobierno joven que, a seis meses de ocupar el poder, al parecer no sabe por dónde empezar. “Marcelo te ordenaba qué hacer, el doctor, aunque tiene olfato, apenas está aprendiendo”, resume un funcionario que ha visto como jefe a Ebrard Casaubón y ahora a Mancera, a la hora de resolver una crisis.
Y de no encontrarlos, otra vez la tragedia en un antro hace tambalear a otro jefe de gobierno, como ocurrió con Marcelo Ebrard hace cinco años tras un operativo fallido el 20 de junio de 2009 en una discoteca de la capital que se saldó con 11 muertos. ¿Se avecina el News Divine de Mancera?