El narco en México se disputa la plaza con drones kamikaze y granadas aéreas
Grupos del crimen organizado de todo el país han comenzado a migrar de estrategias para pelear una zona territorial y sembrar miedo entre la población mexicana. Las nuevas tecnologías no son ajenas a los cárteles de la droga que buscan minimizar los daños por la rivalidad que mantienen con otros grupos delincuenciales
Daniel FloresLos cárteles de la droga han comenzado a dejar de lado los autos blindados con grupos de hombres fuertemente armados para disputarse la plaza y otras técnicas que históricamente utilizan para asentarse en una determinada región del país.
El cambio de estrategia radica ahora en utilizar drones de última generación equipados con explosivos para apoderarse de una zona del territorio nacional, sembrar miedo o incluso para el trasiego de drogas.
Aquí el daño es mínimo a diferencia de los comandos que circulan por las calles de estados considerados focos rojos en donde los enfrentamientos son una constante con otros grupos del crimen organizado.
Esa estrategia ha quedado en segundo lugar por las bajas que registran los grupos delictivos y apuestan ahora por el uso de nuevas tecnologías para infundir miedo entre los habitantes de una zona determinada.
Hasta hace unos años, el uso de este tipo de aeronaves no tripuladas era nulo por parte de la delincuencia organizada; sin embargo, el auge de modelos nuevos, la facilidad para comprarlos en cualquier lugar del país y la falta de una regulación a nivel nacional, han propiciado un boom en el uso de estos dispositivos tecnológicos.
La Sierra del estado de Guerrero ha sido asediada en los últimos años por diversos ataques con drones explosivos que tienen como consecuencia la muerte de varias personas y el desplazamiento de comunidades.
En esta región del país, comuneros han tratado de armarse con machetes y algunas escopetas, pero, reconocen, es casi imposible derribar estas aeronaves, debido a la altitud que sobrevuelan los poblados.
Nadia Torres, habitante de una de las comunidades que radican en la montaña de Guerrero, reveló a Reporte Índigo que el avistamiento de estos artefactos en localidades como Metlatónoc y otros municipios, es cada vez mayor.
“En 2023, varios pobladores alertaron que estos mini aviones, que antes solo grababan parcelas y algunas casas, ahora cuentan con explosivos y realizan una especie de reconocimiento de terrenos de cultivo”, sostuvo.
En años anteriores, la activista aseguró que solo detectaban la presencia de algunas camionetas polarizadas y con hombres armados, aunque “no se metían con nadie”. En tanto a los drones, los pobladores ni siquiera sabían cómo eran y menos el uso que ahora tienen.
“No sabíamos qué eran, muchos de los que vivimos acá no contamos con conexión de internet, somos gente que come de lo que cultiva y tratamos de no meternos con nadie. El problema es que varias rutas son inaccesibles para las autoridades y los narcos las aprovechan para transportar droga o incluso cultivar la amapola”, sentenció Nadia.
De acuerdo con reportes oficiales y de la Fiscalía General de la República (FGR) se ha detectado en esta zona del estado la presencia de grupos como la Familia Michoacana y Los Tlacos, que han utilizado diversos drones con explosivos o con armas de fuego para pelear el territorio.
El recuento oficial de los ataques
Las últimas cifras oficiales que dio a conocer el Gobierno federal revelan un incremento en el uso de este tipo de dispositivos por parte de varios cárteles de la droga en el territorio nacional.
Los datos retratan los decomisos de estas aeronaves a los grupos delictivos en varias partes de la República Mexicana. Y es que los ataques de drones con explosivos pasaron de 5 en 2020 a 260 en el primer semestre de 2023, es decir, un aumento de 5 mil 100 por ciento. Mientras tanto, en 2022 se registraron 233 agresiones con narco drones y en 2021 fueron 107.
Este diario solicitó la postura de las Fuerzas Armadas sobre esta problemática que se presenta en varias entidades; no obstante, comunicación social de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) respondió como inviable cualquier pronunciamiento debido a la carga de trabajo que existe actualmente en la dependencia gubernamental.
“Se le sugiere dirigir su solicitud a las instituciones de seguridad pública, con el fin de que en el ámbito de sus facultades y atribuciones le otorguen los datos que requiere para su trabajo periodístico”, precisó el área de comunicación social.
La Sedena además informó que dicha institución no ha efectuado la adquisición de drones para tareas de seguridad pública en los últimos años, por lo que solicitó reorientar las peticiones de información a través de otros medios de transparencia.
Así de esta manera, la tendencia apunta a un aumento en el uso de estas aeronaves pilotadas a distancia por parte de la delincuencia organizada, ya que en lo que va del año se han registrado ataques con drones explosivos en comunidades de Guerrero, Michoacán y Chiapas.
Estrategias para infundir miedo
Los blancos que tienen los “narco drones” pueden variar, pero, de acuerdo con reportes oficiales y diversas notas de medios locales, son las escuelas públicas, iglesias, comisarías e inmuebles de seguridad pública los principales afectados por estas tácticas del narco.
Armando Luna, especialista en seguridad pública y crimen organizado en México, precisó que en los últimos dos años se ha observado un aumento significativo en el uso de drones con fines de reconocimiento territorial y seguimiento de movimientos de grupos delictivos.
Sin embargo, detalló que debido a la facilidad para adquirir un dispositivo de esta naturaleza es aprovechada por varios grupos del narco, ya que emplean estas aeronaves no tripuladas como armas de ataque, debido a la disponibilidad de drones con capacidades tecnológicas para transportar explosivos y abaratando considerablemente los costos para los cárteles de la droga.
El uso principal de los drones, según Luna, se concentra en tres acciones específicas: sobrevuelos de reconocimiento para identificar movimientos de grupos rivales, vuelos de reconocimiento para identificar posiciones de fuerzas de seguridad estatales y federales, y, más recientemente, para detonar explosivos directamente contra objetivos.
Además, el especialista en seguridad pública sostiene que actualmente dos grupos criminales en México, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, tienen la capacidad económica, logística y territorial para operar este tipo de drones.
“El incremento del uso de Drones por parte del crimen organizado, implica primero que están explorando nuevas formas para poder llevar a cabo acciones de ataque contra grupos rivales y contra fuerzas de seguridad”, dijo Armando Luna.
Utilizan IA para amedrentar
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) también ha sido aprovechada por grupos criminales, los cuales utilizan las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías para publicar videos con voz distorsionada de pobladores presuntamente secuestrados o de sus familiares para exigir una cuota de dinero semanal o mensual.
Laxa regulación y resistencias
A nivel nacional no existe una ley que regule en su totalidad a los drones. Al ser relativamente nueva la incursión de estos dispositivos no tripulados, el Congreso de la Unión ha batallado en elaborar un marco jurídico para estas aeronaves y su uso exponencial entre la población mexicana.
Solo de manera aislada y con esfuerzos de congresos locales, se han aprobado algunas reformas para los código penales, con el objetivo de sancionar con más años de cárcel a los delitos cometidos por este tipo de dispositivos.
Mientras tanto, a nivel federal la Cámara de Senadores dio luz verde en comisiones a las reformas a la Ley de Aviación Civil y Ley de Protección del Espacio Aéreo para fijar nuevas reglas sobre el uso de drones en diversas tareas, aunque organizaciones civiles piden que se trabaje de fondo en una ley nacional para cerrar el paso al mal uso de estas aeronaves.
En 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador presionó a la Cámara de Diputados y Senadores al enviarles una iniciativa para regular las aeronaves pilotadas a distancia y propuso una sanción de hasta 60 años de prisión a quienes utilicen estos artefactos con fines ilícitos o para transportar explosivos.
La facilidad de adquirirlos
En supermercados, tiendas y en plataformas digitales se pueden encontrar diversos tipos de drones a diferentes precios. Es así que cualquier persona puede comprar una aeronave pilotada a distancia desembolsando desde cinco hasta los 15 mil pesos.
Los más sofisticados tienen un costo que va por encima de los 25 mil pesos y tiene como característica principal mayor capacidad de vuelo en términos de horas o que incluso son capaces de transportar mercancía.