El monstruo asiático que invadirá a México
Cancún, Quintana Roo.- El Dragón se prepara para abrir sus fauces en 2014, justo el Año del Caballo, según el calendario chino.
No es un videojuego, un nuevo libro o una película que está a punto de estrenarse.
Tampoco, una premonición de la llegada del 13 baktún del calendario maya, el 21 de diciembre del 2012.
Se trata del mayor centro de exhibición comercial de productos chinos en todo el continente americano. Es el “Dragon Mart Cancún”, dos veces más grande en extensión territorial al de Dubai.
Georgina Howard
Cancún, Quintana Roo.- El Dragón se prepara para abrir sus fauces en 2014, justo el Año del Caballo, según el calendario chino.
No es un videojuego, un nuevo libro o una película que está a punto de estrenarse.
Tampoco, una premonición de la llegada del 13 baktún del calendario maya, el 21 de diciembre del 2012.
Se trata del mayor centro de exhibición comercial de productos chinos en todo el continente americano. Es el “Dragon Mart Cancún”, dos veces más grande en extensión territorial al de Dubai.
A casi dos años y medio de anunciada su gestación y en medio de una fuerte polémica por su impacto ambiental, se inician los trabajos del colosal proyecto.
En una superficie de 127 mil metros cuadrados ya desmontada, a la altura del kilómetro 331 de la carretera federal Cancún-Chetumal, el gigante asiático lanzará sus llamas.
Localizado dentro de tres Unidades de Gestión Ambiental Sustentable (UGA), que no permite la densidad de una obra de este tipo, el banderazo para iniciar la edificación ya se dio.
El nuevo paraíso de distribución de productos chinos hacia Latinoamérica, suspendido en varias ocasiones desde su presentación el 22 de marzo de 2011 porque no contaba con la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), libró los obstáculos.
El pasado 6 de septiembre finalmente obtuvo la aprobación ante el Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental (Inira), por lo que el “Dubai mexicano” ya será una realidad.
Juan Carlos López Rodríguez, apoderado de “Real Estate Dragon Mart Cancún”, Sociedad Mercantil Anónima de Capital Variable constituida el tres de enero de 2012 en Monterrey (Nuevo León), logró el cometido.
Este mes esperan la aprobación del impacto urbano y presentarán ya la solicitud para el permiso de construcción, misma que iniciará en enero del próximo año para hacer la apertura oficial de “Dragon Mart Cancún” en abril de 2014.
El proyecto inicial comprende 127 mil metros cuadrados de área de exhibición, en donde se ubicarán tres mil 40 locales de dos mil empresas.
Además, 20 mil metros cuadrados de área de almacenaje en dos naves y 102 mil para la zona residencial, donde se construirán 742 viviendas de 100 metros cuadrados para los poco más de dos mil administradores chinos que vendrán con las empresas.
Se acatan las normas
Juan Carlos López Rodríguez, director del proyecto, niega que Dragon Mart atente contra las normas ambientalistas o vaya a afectar la cadena productiva de la región.
Tampoco, aclara a Reporte Indigo, vendrá a quitar la fuente de empleo a los cancunenses, pues “todo el inmueble se va a construir con empresas y mano de obra mexicana”.
Por el contrario, contribuirá a generar cinco mil empleos directos y tres mil indirectos, así como a despuntar el turismo de negocios y consolidar el comercio exterior hacia América Latina.
Será un centro permanente de exhibición de productos donde se espera anualmente un millón de compradores.
“Todo se va a arrendar, no se va a individualizar, fraccionar ni vender. Las empresas estarán exhibiendo sus productos con un contrato por tres años”, sostiene López Rodríguez.
El empresario oriundo de Tampico, pero con residencia en Nuevo León, desvela los mitos: “el calzado, juguete y confección no son sectores que deseen explotarse”.
Más bien, dice, los empresarios chinos se focalizarán en la industria de la construcción, ferretería, iluminación, autopartes, equipo médico y sector agroindustrial.
El modelo está contemplado para la venta de mayoreo, aunque los fabricantes pueden optar por el menudeo. “Cualquiera que rente un local puede decidir el formato”.
En su opinión, serán los empresarios locales los que se dediquen al menudeo, ya que podrán adquirir todos los productos que venden sin necesidad de comprarlos en Miami, Los Ángeles, Las Vegas, Shangai y Panamá, o tener que recurrir a intermediarios.
Riesgo de piratería china
El presidente de Coparmex Cancún, Juan Manuel Peraza, asegura que los empresarios tendrán que acostumbrarse a la competencia “porque ya estamos en la globalización”.
Acepta que es una oportunidad de crecimiento para el municipio, aunque deja entrever la posibilidad de una inundación de productos pirata de origen chino a la región.
“Ya lo hemos visto en Panamá e incluso en algunas parte de la República Mexicana”.
Para evitarlo propone establecer candados aduanales a las empresas de ese país que lleguen a México con sus productos.
López Rodríguez no piensa lo mismo. Asegura que no habrá un ingreso masivo de productos pirata, ya que el proyecto establece estrictos controles aduanales para evitarlo.
Un “Tit for tat”
Antonio Cervera León, dirigente de la Asociación de Propietarios e Inversionistas de Quintana Roo (Apiqroo), sostiene que el proyecto dinamizará no solo la economía y el empleo; también el sector de servicios en Cancún.
Con el millón de compradores que se estima arribarán cada año a este centro, se registrará una derrama económica para el municipio de 360 millones de dólares.
Además, los proveedores de la Península podrán adquirir mercancías chinas que ya se ofertan en los grandes establecimientos como Home Mart y que el 80 por ciento de los mismos son de origen chino, señala.
Pero lo más importante, destaca, es que los empresarios mexicanos también podrán tener presencia en “Dragon Mart”, rentar un local y exhibir sus productos.
“Tengo entendido que los inversionistas del Dragon Mart están abiertos para que participen, ya que es un proyecto 60 por ciento de mexicanos y 40 por ciento de chinos”.
El impacto ambiental
Antes de determinar el lugar donde se construiría el siguiente “Dragon Mart”, se analizaron 12 ciudades en países latinoamericanos como Argentina, Panamá, Venezuela y Chile, pero ninguna alcanzó las ventajas observadas en el Cancún mexicano.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Este “monstruo asiático” como ya lo conocen localmente, ha sufrido varios traspiés, como lo denuncia la revista “Luces del Siglo” que dirige Norma Madero:
El punto más polémico radica en la falta de un análisis e investigación sobre la afectación que causará la contaminación en los mantos friáticos de la zona.
Los principales impactos serán: la pérdida de las características físicas del suelo y la generación de residuos sólidos.
El Centro Mexicano Ambiental (Cemda) advierte que el material con el que será sustituido el suelo de las áreas libres de construcción deberá permitir el paso de agua.
Sin embargo, eso no impedirá que existan filtraciones de lixiviados (agua que contiene sustancias sólidas), de basura, o de aguas residuales.
El proyecto, dice el Cemda, no precisa cómo se usará el agua para consumo y desecho.
La MIA se limita a decir que el predio fue una sascabera y la superficie ya fue impactada, sin analizar la conectividad que tiene con el manglar y el arrecife.
Salvavidas económico
Con miras a recuperar aquellos tiempos de bonanza turística de 2007, el gobierno estatal “quiere meter toda la carne al asador”.
El objetivo es consolidar el turismo de negocios ya que si bien el impacto local será solo del nueve por ciento, la derrama económica mayoritaria para la entidad provendrá de otros países del continente americano.
Según los hoteleros, con “Dragon Mart Cancún” ya en operación, el índice de ocupación podría llegar a un 10 por ciento anual.
Sobre todo porque es un turismo permanente que llega todo el año y no en fechas específicas, como actualmente sucede.
De acuerdo con sus proyecciones, este segmento tendría un promedio de gasto diario, aparte de alojamiento y transportación, de 270 a 355 dólares por persona.
Si se estima que la permanencia promedio de este tipo de turismo es de tres a cinco días, el ingreso estimado sería de mil a mil 275 dólares por persona.
Por lo pronto, los ejecutivos del “Dragon Mart Cancún”, ya iniciaron su tarea.
Ya diseñaron paquetes, con las cadenas hoteleras y prestadoras de servicios, para ofrecer al turista de negocios opciones a precios accesibles ya sea para viaje individual o en familia.
La competencia
En la región, los dos principales competidores de “Dragon Mart Cancún” serán un centro de negocios enfocado al comercio exterior en la ciudad de Miami, y la Zona de Colón, en la República de Panamá.
Conforme la experiencia de los ejecutivos de la empresa de próxima apertura, en el caso de Miami, la ejecución de negocios se encuentra restringida básicamente a la oferta de electrónica y algo de textiles.
Los productos son de origen asiático, principalmente de Hong Kong y Japón, la presencia de empresas Chinas se encuentra limitada.
En el caso del Colón panameño, la restricción para el comprador es que en su mayoría los comerciantes acceden a un mercado donde el negocio es con mayoristas e intermediarios.
Pero eso no sucederá en “Dragón Mart Cancún”, pues se prevé que el comprador se entreviste directamente, sin necesidad de intermediarios, con los ejecutivos de negocios de las empresas chinas que exhiban sus productos.
Las conexiones de González Canto
Omar Giacomán Alborta, el José Córdova Montoya del ex gobernador priista de Quintana Roo, Félix González Canto, es el autor intelectual de la majestuosa obra.
La idea la tomó de sus frecuentes viajes a Dubai en los Emiratos Árabes Unidos, cuando era asesor financiero de González Canto.
Fue ahí, en ese gran centro financiero enclavado en el Golfo Pérsico, donde conoció el éxito del centro de comercio exterior “Dragon Mart Dubai”.
Junto con sus socios Cristóbal de Casas, Alexis Rodas y el propio ex gobernador, se trajo el modelo a Cancún con el apoyo del consorcio Chinamex Middle East Investment & Trade Promotion Center.
Chinamex cuenta con el aval del Ministerio de Comercio de la República Popular China.
Así inició el maravilloso mundo de Asia en Latinoamérica.
Un proyecto que se analizó por más de tres años, debido a que los chinos tenían la intención de instalarlo en Guadalajara, San Luis Potosí, Mérida o Cancún.
Al final, la idea se cristalizó y en noviembre de 2010 China optó por construir “Dragon Mart” en Cancún, tras una serie de beneficios fiscales e inmobiliarios otorgados por el gobierno de González Canto.
Hoy es un eje principal de la administración de Roberto Borge Angulo, por su impacto económico, ya que se invertirán 150 millones de dólares en una primera etapa.
El encanto de las serpientes
Si bien Cancún fue elegido de entre 12 ciudades del continente Americano por su conectividad aérea e infraestructura turística, las canonjías fiscales ofrecidas por González Canto a los chinos tuvieron mucha influencia.
Subsidio para el pago del impuesto sobre traslación de dominio; disminución en el pago de los derechos de registro ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
Diferimiento del pago del impuesto sobre nóminas durante el período de consolidación.
Inclusión del concepto de turismo de negocios dentro de la publicidad institucional que el gobierno desarrolla a través de los programas de promoción.
Reducción sobre los derechos de conexión ante la Comisión de Agua Potable.
Gestión ante el Ayuntamiento de Benito Juárez para disminuir el pago del impuesto sobre adquisición de inmuebles y pago del predial por los próximos tres años.
Apoyo para el pago de la licencia de construcción y los trámites necesarios para su aprobación.
Gestión ante el gobierno federal para la relocalización de las torres de alta tensión de la CFE.
Otorgamiento de becas de trabajo durante la etapa de capacitación del personal mexicano que trabajará en “Dragón Mart Cancún”.
Además apoyo para la construcción de una planta de aguas residuales y la de vialidades.
Los lineamientos para la importación de mercancía de procedencia extranjera estarán presentes en la operatividad del consorcio bajo el sistema de un recinto fiscalizado con exhibición de muestras.
Esa forma tributaria garantiza que al cerrarse un trato se exijan los trámites aduanales correspondientes, ya sea para internamiento dentro del mercado mexicano o, en su defecto, el embarque a otro lugar fuera del país.