Ismael “El Mayo” Zambada estaría negociando convertirse en testigo protegido en Estados Unidos para evitar la pena de muerte, según Jack Riley, ex jefe de Operaciones de Inteligencia de la Administración de Control de Drogas (DEA).
En una entrevista con Jesús Esquivel de la revista Proceso, Riley desestimó la versión de que el líder histórico del Cártel de Sinaloa fue emboscado y engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, para llevarlo a Estados Unidos.
De acuerdo con Riley, todo indica que “El Mayo” habría aceptado entregarse a cambio de evitar la pena de muerte, proporcionar información valiosa a las autoridades estadounidenses y vivir sus últimos días en tranquilidad como testigo protegido.
“El Vicentillo” estaría involucrado en la negociación
Riley también señala que detrás de la negociación estaría Jesús Vicente Zambada Niebla, hijo de “El Mayo” y conocido como “El Vicentillo”. Zambada Niebla ya está bajo protección de Estados Unidos tras proporcionar información valiosa sobre el cartel, y su experiencia podría influir en el proceso actual.
“Tantos años que nos pasamos queriéndolo secuestrar, detener o eliminar y ahora lo engañan tan fácilmente. Se entregó y suena a que el Vicentillo fue la clave para eso, porque conoce perfectamente qué hilos jalar o qué botones oprimir con los fiscales federales”, señaló.
Carta de “El Mayo” sería cortina de humo
Sobre la carta de “El Mayo” Zambada, en la que se detalla cómo Guzmán López presuntamente lo engañó para sacarlo de su escondite, emboscarlo y someterlo para subirlo a un avión hacia Estados Unidos, Riley considera que es una mentira.
Según él, esta versión podría haber sido creada por sus “colegas del Departamento de Justicia” para ocultar la realidad y como un argumento legal para eludir la pena de muerte, calificándolo como una cortina de humo para disfrazar la entrega voluntaria de Zambada.
¿Zambada se entregó?
Cabe señalar que medios como The New York Times han reportado que “El Mayo” Zambada habría negociado durante meses su entrega con Estados Unidos, según fuentes anónimas de la administración federal del país vecino.
Si Zambada accede a convertirse en testigo protegido, no habría un juicio formal en su contra. En su lugar, se llevaría a cabo un proceso abreviado en el que él proporcionaría toda la información necesaria para que Estados Unidos continúe combatiendo al crimen organizado y a sus asociados en los próximos años.