El manual Gurría

José Ángel Gurría le habla al oído a Enrique Peña Nieto. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que dirige el tamaulipeco, editó a finales del año pasado un libro que resulta un manual para las reformas estructurales del gobierno federal, casi una calca.

Las paridades entre el libro “Getting it Right” (Haciéndolo bien) y las medidas implementadas por el ejecutivo federal llegan hasta el uso de las mismas frases.

Peniley Ramírez Peniley Ramírez Publicado el
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En la segunda semana de enero se encuentran por tercera vez. Se cumple así lo que en 1993 profetizó el titular del organismo internacional (Gurría). Dijo que la ‘era Salinas’ duraría 25 años
"En el eventual caso de establecerse, se debería compensar a través de programas sociales a las familias pobres que se verían afectadas por una imposición del IVA a alimentos y medicinas"
Luis Videgaray Secretario de Hacienda. Entrevista de Reuters en marzo de 2012
"La gran mayoría de los mexicanos trabajan en condiciones rudimentarias, muchas veces de subsistencia, en negocios informales"
Enrique Peña NietoPresidente de México
http://www.youtube.com/watch?v=3DyP89jknqg

José Ángel Gurría le habla al oído a Enrique Peña Nieto. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que dirige el tamaulipeco, editó a finales del año pasado un libro que resulta un manual para las reformas estructurales del gobierno federal, casi una calca.

Las paridades entre el libro “Getting it Right” (Haciéndolo bien) y las medidas implementadas por el ejecutivo federal llegan hasta el uso de las mismas frases.

El libro, entregado formalmente a Peña Nieto por el secretario general de la OCDE en enero de este año, indica qué reformas iniciar primero, qué medidas incluir en los planes secundarios de gobierno y qué enfoque dar a los asuntos más polémicos de estos “cambios estructurales”.

La perspectiva es inamovible en sus prioridades: apertura a la inversión privada, protección de los capitales, fomento al crecimiento de una economía con enfoque global.

Los primeros meses del gobierno de Peña Nieto muestran una obediencia casi absoluta de este manual con las acciones ejecutivas. Se refleja propuesta por propuesta. 

En recompensa, Peña Nieto ha obtenido un apoyo irrestricto. El proceso se observa como una bitácora simple en que la medida aparece en el libro, se anuncia por el gobierno, y es respaldada por la OCDE con un reconocimiento público.

Cooperación para crecer

La foto es de septiembre del año pasado. Todavía Peña Nieto era presidente electo, pero ya firmaba con la OCDE un acuerdo de cooperación que enfocaría su gobierno. 

En la imagen sonríen complacidos Peña Nieto y José Ángel Gurría, secretario general de la organización, exsecretario de Hacienda de Ernesto Zedillo y exdirector de Bancomext en el gobierno de Carlos Salinas.

A su lado también lo hacen el procurador Jesús Murillo Karam y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. 

Dos meses más tarde nuevamente se dan la mano en un acto público. Gurría recibe en la entrada de la sede de la OCDE en París a Peña Nieto, durante su gira por Europa antes de tomar posesión.

El mandatario electo da una conferencia magistral en el recinto y es calificado por Gurría como el “líder de una nueva generación de mexicanos”. 

En la segunda semana de enero se encuentran por tercera vez. Se cumple así lo que en 1993 profetizó el titular del organismo internacional. Dijo que la “era Salinas” duraría 25 años.

Durante el evento de enero Gurría entrega en propia mano al presidente, ya en funciones, el manual de “Getting it Right. Agenda estratégica para las reformas en México”.

El libro es distribuido gratuitamente por la OCDE en su sitio web. Tiene fecha de edición en diciembre. 

La justificación es que toma en cuenta los 13 puntos que delineó Peña Nieto en su discurso de toma de posesión, y los 95 compromisos del Pacto por México.

Pero un análisis más detallado del documento revela que las coincidencias van desde el enfoque de las políticas.

Se observan incluso desde la campaña presidencial, mucho antes de que iniciaran estos encuentros públicos y se imprimiera el libro editado por el organismo internacional.

Por el desarrollo 

Sobre recomendaciones hechas  por  el organismo internacional existen coincidencias en  medidas  ya implementadas.

Las coincidencias se delinean a relieve en el documento. 

Entre las “reformas estructurales” que el manual de Gurría pone sobre la mesa a Peña Nieto la primera es “elevar el aprovechamiento educativo”.

La reforma educativa fue la primera que promulgó Peña Nieto, el 25 de febrero. En este cambio legal la OCDE recomendó específicamente “eliminar la interferencia sindical en la administración de los recursos dedicados a la enseñanza”.

Se eliminó obedientemente. La lideresa sindical Elba Esther Gordillo fue detenida por delitos de malversación de fondos del sindicato al día siguiente de la promulgación de esta reforma, el 26 de febrero.

La segunda prioridad de Gurría fue “reducir la protección al empleo sujeto a contratos formales”. El libro se enorgullece de que México haya aprobado la reforma laboral, promulgada por Felipe Calderón dos días antes de dejar su mandato, el 29 de noviembre.

Aunque fue aprobada aún por el PAN en el gobierno, el voto determinante del PRI hizo que se considerara como la primera reforma de Peña Nieto.

Para la OCDE es muy beneficioso que esta reforma haya estado “orientada a reducir el costo de contratar y despedir trabajadores regulares, facilitar contratos a plazos más cortos y simplificar considerablemente los procedimientos judiciales en materia laboral”.

Su principal virtud, de acuerdo con el organismo, era mejorar la flexibilidad laboral.

Peña Nieto ya se había referido a este término durante su gira por Chile en septiembre del año pasado. Allí anunció que “la reforma laboral (…) permitirá que México tenga mayor flexibilización en el mercado laboral”.

Este nuevo mercado laboral necesitaba por fuerza eliminar “la excesiva protección al empleo y los altos costos no salariales prevalecientes”, según la OCDE. 

Se cumplieron sus deseos. La reforma en esta materia eliminó las trabas para contratación de empleados por periodos de prueba y redujo a un año la obligación del patrón para pagar salarios caídos, en caso de un litigio laboral.

En tercer punto de las prioridades que la OCDE “recomendó” a México está la eliminación de las barreras de entrada y salida a la competencia. La primera era en telecomunicaciones.

Estas barreras, junto a los monopolios, son de los principales obstáculos para el crecimiento de la economía mexicana.

Los monopolios, publicó la OCDE en diciembre, “siguen afectando a varios mercados de México, aumentando el costo de los negocios”.

Peña Nieto se comprometió a combatir las prácticas monopólicas porque “van en perjuicio de la población, al encarecer servicios y productos”, declaró en su visita a Colombia como presidente electo.

La primera respuesta concreta fue el matiz antimonopolios plasmado en la reforma de telecomunicaciones, que promulgó el 10 de junio.

El manual Gurría fue enfático en que debían eliminarse las restricciones sobre la inversión extranjera directa “incluidos los servicios de red e infraestructuras”.

Al promulgar la reforma, Peña Nieto se complació de anunciar que “se permitirá la inversión extranjera directa hasta en 100 por ciento en telecomunicaciones y comunicación vía satélite”.

Otros conceptos claves en las prioridades de la OCDE son la informalidad, la productividad y el crecimiento verde.

Todos han sido escuchados y atendidos de forma diligente por el exgobernador del Estado de México.

“Para impulsar la productividad México necesita modificar la estructura de los estímulos económicos, con miras a  promover la competencia y la apertura”, citó la OCDE.

El 27 de mayo, el mandatario instaló el Comité Nacional de la Productividad, incluido en la reforma laboral. 

Todas las cifras que citó en ese evento fueron tomadas del Manual Gurría, aunque nunca mencionó el libro ni el organismo.

En esta presentación el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció que en agosto se publicará el Programa Especial para la Democratización de la Productividad.

Sobre el combate a la informalidad, el propio Peña Nieto respondió el 27 de mayo en un blog persona,l dentro de la página web de Presidencia.

Escribió: “La gran mayoría de los mexicanos trabajan en condiciones rudimentarias, muchas veces de subsistencia, en negocios informales”. 

Durante la celebración del Día Internacional del Trabajo, el 1 de mayo, dijo que la reforma hacendaria que se pretende presentar en septiembre buscará “incentivar la formalidad”.

“México es el único país de la OCDE sin un sistema de beneficios por desempleo”, se quejó la OCDE en su libro. En respuesta, Peña Nieto ya anunció que se creará un seguro de desempleo temporal.

Otra de las coincidencias relevantes está en el combate a la corrupción.

La OCDE asentó en Getting it Right que una Agencia Anticorrupción debía contar con “los recursos financieros, humanos y de acción necesarios (incluido el establecimiento de sanciones), y preservando su independencia y autonomía”.

La respuesta oficial fue idéntica. La Comisión Nacional Anticorrupción propuesta por el gobierno peñista contará con “autonomía y personalidad jurídica y patrimonio propios para garantizar su independencia”.

Para la OCDE el crecimiento que México debe impulsar es uno que sea incluyente y más cuidadoso del medio ambiente.

Peña Nieto también tomó atenta nota de estos requerimientos. Durante la presentación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático el 3 de junio en Los Pinos, dijo que “es fundamental que adoptemos el paradigma del Crecimiento Verde Incluyente”. 

También el capítulo 14 de este libro resalta que es importante “mejorar la gestión del agua”. En enero, durante una visita a Tabasco, Peña Nieto dijo que es importante tener una “visión integral sobre la gestión eficiente del agua”.

La Comisión Nacional del Agua siguió estas instrucciones. A principios de junio presentó un programa de gestión para este recurso natural.

El Manual Gurría alertó igualmente que “el gobierno mexicano podría lograr un equilibrio mejor entre los objetivos sociales y los ambientales al reducir los subsidios a la energía y la agricultura”.

El 4 de junio se publicó que Peña Nieto había propuesto eliminar los subsidios a la energía eléctrica y el agua, mediante la propuesta de “ajustar gradualmente las tarifas de uso doméstico de electricidad y agua a los precios reales de mercado”.

Ya en febrero se advertía la misma intención en la Estrategia Nacional de Energía, cuando se planteó “focalizar” estos subsidios.

El vocero para reforzar las recomendaciones fue el economista en jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, quien consideró que el subsidio actual a las gasolinas en México “estimuló el uso ineficiente y excesivo de energía que repercutió en las finanzas públicas, beneficiando desproporcionadamente a los grupos más ricos de la población”.

Las recomendaciones de la OCDE

> La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico publica para los países afiliados,  manuales de recomendaciones para el desarrollo titulados, en inglés Getting it right (Hacerlo Bien). 

> Estos libros son recopilaciones dirigidas por el presidente del organismo y cada colaboración es firmada por expertos en el tema, enfocado a las particularidades de cada uno de los países afiliados a la asociación con sede en París. 

> En el caso de México se publicó en 2007 la primera edición de lo que es, en la práctica, un plan de desarrollo,  al ingresó a la dirigencia internacional el mexicano Ángel Gurría. 

> En la agenda estratégica de la OCDE publicada el año pasado, se incluyen temas que no se habían tocado en la primer versión de 2007, demostrando un análisis sensible de los nuevos retos para México. Ambos documentos están prologados por Gurría, quien se desempeña como secretario general de la OCDE desde mediados del 2006.

> La política de energía y soluciones ecológicas tienen sus propios apartados en la nueva guía, y mientras el tema de migración es dejado atrás, se enfatiza en la solución de las desigualdades regionales, la seguridad y el impacto que tiene en la economía, la importancia de la búsqueda de equidad de género y la creación de una política regulatoria que atraiga inversión y formalice los empleos.

Algunos puntos pendientes, para esperar

Los puntos más polémicos que pondrán en entredicho el cumplimiento de este libro están por venir. Radican en las sugerencias fiscales y energéticas. 

Sobre la reforma fiscal, el Getting it Right es un ABC de qué hacer y qué no, que incluso fue calificado por CNN Expansión como una “receta” de la OCDE al actual ejecutivo mexicano.

Colocaron en el manual que “la efectividad del sistema de impuestos para lograr una mejor redistribución del ingreso es casi nula”.

Los puntos clave de estas sugerencias del organismo son que México elimine los subsidios a la gasolina y grave alimentos, medicinas, servicios médicos y educativos.

El 10 de mayo, el presidente anunció en el foro México Próspero la próxima reforma fiscal. Como sus ejes rectores anunció que buscará “simplificar el pago de impuestos, combatir la informalidad y hacer más justo el sistema hacendario”.

La justificación del organismo internacional para su propuesta de hacer universal el IVA es que “ampliar la base tributaria reduciría la pobreza”. Los recursos que perderían con estos impuestos, dice el libro, les llegarían directamente a través de programas sociales.

Aunque Peña Nieto no se ha referido a este tema personalmente, Videgaray defendió los argumentos de la OCDE en una entrevista con la agencia Reuters en marzo del año pasado. Su respuesta se hermana con la OCDE.

“Hay que eliminar las exenciones todas, en IVA e ISR.

“En el eventual caso de establecerse, se debería compensar a través de programas sociales a las familias pobres que se verían afectadas por una imposición del IVA a alimentos y medicinas”, citó la agencia. 

Invertir en Pemex

El Manual Gurría expone que las restricciones jurídicas sobre la inversión privada en Pemex,  inhiben su producción. 

El vocero del organismo, Pier Carlo Padoan, dijo en una videoconferencia desde París a finales de mayo, que deben ampliarse los beneficios a contratistas privados que se otorgaron en la reforma de 2008 y que Pemex debe compartir riesgos con el sector privado.

Esta postura estaba incluida en el libro desde diciembre.

En una entrevista con The Financial Times en marzo, el actual director general de la petrolera, Emilio Lozoya Austin, secundó: “No podemos hacerlo solos, necesitamos cambiar el marco legal de México para que las compañías puedan compartir el riesgo”.

El meollo del tema energético en el libro coincide plenamente con las declaraciones de los funcionarios del sector. Se encaminan hacia los proyectos no convencionales. 

“Cualquier reforma (…) tiene que encontrar la manera de adaptar los contratos de servicio al perfil de riesgo que implican los proyectos de aguas profundas y de gas no convencional”, consigna la OCDE.

El 10 de abril en un encuentro con periodistas en Japón, Peña Nieto prácticamente copió este planteamiento. Dijo que la reforma energética debe encontrar “mecanismos de participación al sector privado para elevar la productividad petrolera”. Esto detonaría, según el presidente, “más desarrollo industrial y más empleo”.

La OCDE ya había advertido que de no aplicarse “modelos suficientemente atractivos para los inversionistas (…) el gas no convencional y los empleos relacionados se desarrollarán en otras partes del mundo”.

Tanto la OCDE como Peña Nieto declaran a México incapacitado de explotar por sí solo los yacimientos de aguas profundas. Se inclinan a la inversión privada. 

El Manual Gurría asienta en su capítulo 12 que “en sus condiciones actuales, Pemex no tendría la capacidad de recaudar el capital suficiente para desarrollar los recursos energéticos en aguas profundas”.

Durante el aniversario 74 de la paraestatal, el año pasado, Peña Nieto coincidió: “no contamos con el capital ni con la tecnología necesarios para realizar acciones que involucren un elevado riesgo exploratorio como el que se observa en aguas profundas”. 

En su discurso de este año, sin embargo, fue mucho más general, no habló en concreto de ningún proyecto. 

Los detalles de estas dos reformas por venir confirmarán si Gurría se ha convertido en un profeta.

José Ángel Gurría Treviño

> Maestro en Economía. Universidad de Leeds. Reino Unido

> 63 años. Tampico, Tamaulipas

> Secretario general de la OCDE

> 1998 a 2000 secretario de Hacienda 

> 1994 a 1998 secretario de Relaciones Exteriores 

> 1993 director General de Nacional Financiera 

> 1992 director general Banco Nacional de Comercio Exterior

> En Hacienda también fue: subdirector de Deuda Pública, director de Deuda Externa, director general de Crédito Público y subsecretario de Asuntos Financieros Internacionales. 

> Negoció ingreso de México a la OCDE

> Miembro del Consejo Consultivo Mexicano del Agua

> Miembro del Consejo de Asesores del Banco Interamericano de Desarrollo 

> Miembro del Consejo de Asesores del Banco Santander

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