Mientras Andrés Manuel López Obrador el candidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia” sigue como puntero en las encuestas de intención del voto, el partido Morena encara un problema: Napoleón Gómez Urrutia, el líder del sindicato minero postulado a una candidatura al Senado quien no deja de ser cuestionado por la opinión pública.
El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), ahora vuelve a ser foco de atención, luego que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje resolvió la obligatoriedad de devolver 54 millones 084 mil dólares al fideicomiso 10964526.
Este fideicomiso se estableció el 3 de marzo del 2005, como parte de las acciones para resarcir las liquidaciones laborales de los trabajadores despedidos de las empresas Mexicana de Cobre, Mexicana de Cananea, Minera de México e Industrial Minera México, luego que estas empresas pasaron de ser propiedad del Estado a manos de Grupo México.
Pero no es solo la devolución del citado fondo por lo que hoy se cuestiona la integridad del candidato de Morena al Senado, también existen otros juicios laborales y judiciales en contra de Napoleón Gómez Urrutia, tanto en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) como en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Según informó el propio titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Roberto Campa Cifrián, en conferencia de prensa en marzo pasado, los juicios que actualmente se desahogan en contra de Napoleón Gómez, suman un total de 15.
A estos juicios, se agrega que a Napoleón Gómez Urrutia también se le responsabiliza de la muerte de 65 mineros en la mina de carbón Pasta de Conchos, en el municipio de Nueva Rosita, Coahuila, los que resultaron de un accidente ocurrido el 19 de febrero del 2006, en donde los trabajadores habían manifestado al menos tres intenciones de huelga, pero los emplazamientos fueron negociados por el líder minero con la empresa.
Según la denuncia hecha pública por integrantes de la organización Familia Pasta de Conchos, “Napoleón Gómez Urrutia vendió los emplazamientos a huelga y utilizó al Sindicato para proteger a la contratista General de Hulla”, que era utilizada por el Grupo México para contratar al personal de la mina, al que el líder minero “cobró cuotas a mineros sin sindicalizar”.
A pesar de ello, el propio candidato presidencial Andrés Manuel Lopez Obrador ha defendido la postulación de Napoleón Gómez Urrutia a un escaño en el Senado, argumentando que “los potentados” lo expulsaron del país por no coincidir en la visión del trato a la clase trabajadora de las minas.
Napoleón Gómez, dijo López Obrador en un mitin realizado en Ciudad Obregón, Sonora, apenas el pasado 17 de abril, “se tuvo que ir al exilio a Canadá, ese gobierno le dio asilo y le dio nacionalidad, lo expulsaron, entre otras cosas, porque estaba planteando que los trabajadores mineros ganaran más y por eso no lo quieren en México, pues ya va a regresar Napoleón, lo quieran o no lo quieran”.
El líder minero en cuestión se autoexilió en Canadá luego que el 12 de julio del 2006, en el sexenio del presidente Vicente Fox, la juez Silvia Carrasco concediera una orden de captura contra Gómez Urrutia, acusado de fraude genérico al no comprobar el destino de más de 55 millones de dólares que se entregaron para el pago de indemnizaciones a los mineros despedidos del Grupo México.
Por el polémico pasado de Gómez Urrutia, su perfilación a un escaño en la Cámara alta por el partido Morena sin duda ha sido uno de los elementos que han utilizado los adversarios de López Obrador para atacarlo.
Las muertes en su gestión
De acuerdo a la organización Familia Pasta de Conchos, encabezada por Cristina Auerbach “Napoleón Gómez Urrutia es un líder minero que siempre ha estado del lado de la parte patronal”, señaló a Reporte Índigo.
El Sindicato es responsabilizado de no haber reclamado ante la parte patronal minera la muerte de por lo menos 195 personas que han perdido la vida dentro de las minas de carbón, solo en el estado de Coahuila.
Según lo establece el informe “Carbón Rojo de Coahuila: Aquí Acaba el Silencio”, elaborado por la organización Familia Pasta de Conchos y la fundación Heinrich Böll Stiftung, durante su gestión al frente del sindicato minero, Gómez ha sido omiso en las condiciones laborales que persisten en las minas, principalmente en lo que se refiere a los proyectos extractivos de carbón en Coahuila.
En esa región, refiere el informe, desde el año 1900 hasta el 2017 han fallecido 3 mil 103 trabajadores mineros, de los que al menos 195 corresponden al periodo de gestión de Napoleón Gómez Urrutia como líder del SNTMSRPM, en donde ha estado al frente en forma ininterrumpida desde el año 2002, cuando heredó de su padre Napoleón Gómez Sada la dirigencia gremial del sector extractivo del país.
Destaca el informe que de todos los mineros que han muerto en sus puestos laborales, “todos han sido rescatados, excepto los que Grupo México decide no rescatar”, en donde en los casos más recientes evidentemente se infiere una responsabilidad del sindicato minero de Napoleón Gómez, como es el caso posterior a la tragedia de Pasta de Conchos.
El documento menciona que en cuanto a la inferencia de responsabilidad del sindicato minero del hoy candidato a senador por Morena, al señalar que “a pesar de las más de 3 mil personas muertas en las minas, no se ha castigado a ninguna de las empresas en las que, por no invertir en seguridad, mueren sus trabajadores”.
De los mineros muertos a causa de las malas condiciones laborales en la extracción de carbón, en donde el sindicato ha guardado silencio, se destaca que 15 de esas muertes ocurrieron en el 2002; 70 en el 2006; 7 en el 2007; 4 en el 2008; 8 en el 2009; 17 en el 2010; 28 en el 2011; 25 en el 2012; 4 en el 2013; 5 en el 2014; 4 en el 2015; en el 2016; y 4 más en el 2017.
A las cifras por año, se deben incorporar otros 527 decesos ocurridos en salas de hospitales o fuera de las minas entre 2005 y 2014, según el informe.