La adopción de tecnologías y el desarrollo en materia de transformación digital que se registró a lo largo del último año equivale a un avance de entre tres y cinco años, sin embargo, este fenómeno también ha ahondado problemáticas que el país no ha logra superar y que arrastra desde hace décadas.
“Es cierto que la velocidad de esta transformación digital también está abriendo una brecha en materia de desigualdad. Por eso tenemos que garantizar el derecho a las plataformas electrónicas, puntualmente a internet, y a partir de eso contar con al menos un reglamento en términos de ciberseguridad que dé confianza y los conocimientos a la población para poder utilizarlas adecuadamente”, asegura Raúl Rico, presidente de la empresa especializada en temas de ciberseguridad Nordstern Technologies.
El experto explica que a pesar de que México tiene una penetración de internet superior al 60 por ciento, lo cual incluso se presume a nivel internacional, gran parte de estas estadísticas hacen referencia a las personas que se encuentran en las grandes ciudades y gracias a los teléfonos inteligentes.
Sin embargo, datos del Inegi revelan que 6 de cada 10 hogares no cuentan con un equipo de cómputo y hay muchas regiones del país a donde ni siquiera llega energía eléctrica, herramientas hoy necesarias para poder acceder a derechos fundamentales como la educación, la información o la libertad de expresión.
“Más del 50 por ciento de la población mundial está ahora en línea, aproximadamente un millón se conectan cada día y dos tercios posee un dispositivo móvil.
“Aunque las tecnologías digitales están aportando enormes beneficios económicos y sociales a gran parte de la población mundial, cuestiones como el acceso desigual a internet, la falta de un marco legal de gobernanza para la tecnología global y la inseguridad cibernética suponen un riesgo significativo.
“La incertidumbre geopolítica y geoeconómica, incluida la posibilidad de que el ciberespacio esté fragmentado, también amenaza con impedir que se aproveche todo el potencial de las tecnologías de la próxima generación”, advierte el informe Global de Riesgos 2020 realizado por el Foro Económico Mundial.
“Si en un mundo físico la colaboración interinstitucional tanto a nivel local como internacional es importante, en materia de ciberseguridad es fundamental.
Ciberseguridad y tecnologías, Prioridad ignorada
En el Congreso de la Unión se han presentado tres iniciativas que buscan impulsar la implementación de un Plan Nacional de Ciberseguridad acorde a los tiempos actuales, sin embargo, no ha sido considerado como un tema prioritario en estos momentos, por lo que no ha prosperado.
“La verdad no se le ha dado la importancia y el peso que tiene porque para el gobierno es una delincuencia silenciosa que no sangra, que no da nota roja y que daña brutalmente pero no siempre es evidente”, asegura en entrevista con Reporte Índigo el senador Miguel Ángel Mancera, quien presentó una iniciativa en esta materia, la cual no ha sido abordada.
Por su parte, Raúl Rico, presidente de Nordstern Technologies, comenta que la falta de recursos también es un problema.
La administración federal tiene otras prioridades más allá del tema tecnológico en general, podríamos decir. Al momento no se ha privilegiado la inversión en tecnologías de la información y menos en ciberseguridad.
“El gobierno buscó resolver esta situación con un modelo muy orientado al código abierto, sin embargo requiere de gran expertise y conocimiento técnico del personal y no es tan barata como se pensó.
“Por lo tanto el modelo de austeridad está afectando no solo la continuidad o implementación de una nueva política de ciberseguridad, sino hasta el mantenimiento de la infraestructura tecnológica para otorgar estos servicios”.