El lado oscuro de dar a luz

Cuando una mujer se entera que está embarazada miles de decisiones se agolpan en su mente. Una de ellas es si será parto natural o cesárea.

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la mayoría optan por la segunda alternativa.

América Latina es la región del mundo donde más cesáreas se practican. El 38 por ciento de los nacidos entre 2006 y 2010 vinieron al mundo en un quirófano.

Un estudio de la revista “British Medical Journal” concluyó que cada año se realizan en la región unas 850 mil cesáreas innecesarias.

Félix Córdova Félix Córdova Publicado el
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50,000
pesos puede llegar a costar en promedio una cesárea
El documental realizado por Polo a Polo es de acceso libre y se encuentra disponible por medio de las redes sociales
https://www.youtube.com/watch?v=SzI-g1CKtxE

Cuando una mujer se entera que está embarazada miles de decisiones se agolpan en su mente. Una de ellas es si será parto natural o cesárea.

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la mayoría optan por la segunda alternativa.

América Latina es la región del mundo donde más cesáreas se practican. El 38 por ciento de los nacidos entre 2006 y 2010 vinieron al mundo en un quirófano.

Un estudio de la revista “British Medical Journal” concluyó que cada año se realizan en la región unas 850 mil cesáreas innecesarias.

En México, esta práctica se ha incrementado en un 50.3 por ciento en los últimos 12 años, según datos de la Encuesta Nacional de Salud, elaborada por la Secretaría de Salud de México.

Actualmente, el país es el cuarto con más partos de quirófano a nivel internacional, sin embargo, en las grandes ciudades el porcentaje de cesáreas es más elevado.

Por ejemplo, en Monterrey el índice de esta operación supera el 80 por ciento en hospitales privados. Esto, a pesar de que la OMS recomienda que el porcentaje de nacimientos por cesárea no debiera superar al 15 por ciento de los partos.

A favor o en contra, el tema de las cesáreas genera un intenso debate.

Parir en Libertad

En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, existe un lugar enfocado en rescatar lo que consideran una de las mayores virtudes y dones de la mujer: parir sin ataduras.

Cristina Alonso es una aguerrida promotora de los partos naturales y humanizados en el país.

Es partera en Luna Maya. Una “casa de partos” que ella misma fundó en tierra zapatista, y que el pasado 16 de enero abrió una nueva sede en el Distrito Federal.

Cada uno de los pasos de esta fundación fueron documentados por la periodista Emma Rodríguez, quien pertenece al equipo de Polo a Polo, Organización No Gubernamental y sin fines de lucros.

Con su proyecto Parir en Libertad, la periodista realizó un documental en el que se enfatiza la importancia de mantener un nivel bajo en las estadísticas de las cesáreas, se destacan los beneficios del parto es natural y se desmienten ciertos mitos sobre esta manera de dar a luz.

Reporte Índigo tuvo acceso exclusivo a este documental realizado por el equipo de Polo a Polo previo a su estreno.

En la grabación, de 22 minutos y 31 segundos, se narra la historia Ana Gaby y Carlos, un matrimonio que tomó la decisión de que su hija naciera por medio del parto natural.

El equipo de Polo a Polo estuvo presente en el momento en el que Ana Gaby dio a luz a Danna Gabriela.

En el documental se puede apreciar a Ana Gaby dando a luz sumergida en el agua, tranquila y paciente. Su mirada se nota llena de amor.

“A mí me encantó encontrar esta forma de que mi bebé pudiera nacer así, natural, sin miedo, sin toda la presión. No sé. Estaba muy miedosa de este parto de mi primer bebé, y cuando llegamos aquí (a Luna Maya) a la primera consulta, los dos dijimos ‘sí, es aquí’”, dijo Ana Gaby con una sonrisa radiante.

Carlos, padre de Danna Gabriela, también se muestra sorprendido y contento por la experiencia que recién acaba de vivir, pues no todos los hombres tienen la oportunidad de ver nacer a su primera hija.

“Lo más increíble fue eso: ver nacer a mi bebé. Esa cercanía no pensé que la fuera yo a tener en un hospital, y aquí me pudieron dar la libertad de poder entrar al parto”, dijo, “para poder hacer todo lo que mi esposa quisiera. Y esa libertad fue algo que me cautivó con mi bebé. Y fue algo que creo que hizo que se estrecharan nuestros lazos ahí”.

Porque sí se puede

El documental de Polo a Polo, busca eliminar la idea de que una mujer tiene pocas posibilidades de dar a luz por medio del parto natural.

Para ellos, esta creencia es la que provoca que cada vez más mujeres decidan que su bebé nazca por medio de cesárea.

Antes de que Danna Gabriela naciera, su madre, Ana Gaby, era una de las mujeres que creía que nunca daría a luz de manera natural.

“Yo tenía bien grabado en la cabeza que yo no iba a poder tener un babé por medio del parto natural. Y cuando entendí todo esto de la capacidad de mi cuerpo, de la conexión de mi espíritu conmigo y de poder conectar con mi bebé, me sentí súper mujer”, dijo Ana Gaby, quien asegura que con esta experiencia hoy puede ser una madre preparada.

“Me creo ya capaz de ser mamá. Me siento fuerte como mujer y muy orgullosa”.

‘Una mujer pariendo no está histérica’

La partera de Luna Maya, Cristina Alonso, responsabiliza a los medios de comunicación de distorsionar la realidad de los partos naturales, porque le hacen creer a la mujer que se trata de un momento de tensión y de histeria, en el que ellas no están consientes para tomar decisiones.

“Cuando uno ve escenas de parto en la televisión, en las películas, lo que ven son mujeres histéricas, vulnerables e incapaces de tomar decisiones. La exposición es una mujer abierta de ‘patas’ (sic) y con un equipo de médicos resolviendo a un bebé que está a punto de morir y que hay que sacarlo rápido… Todo un drama”, comenta.

El parto humanizado implica que los protagonistas del parto son la mamá y el bebé, explica.

“Una mujer pariendo no está histérica. Es una adulta capaz de consentir y capaz de tomar todas las decisiones en las que implica su cuerpo”.

Cristina explica que las cesáreas afectan incluso en el comportamiento de los individuos, pues al nacer con oxitocinas artificiales, se afecta su capacidad para socializar.

Todo lo contrario a la oxitocina natural, que ayuda al ser humano a desarrollar mayor empatía con sus semejantes.

“Empezamos a ver que en los países en los que el parto está muy industrializado, las personas tienen problemas de vinculación”, dice. “Cuando el 60 por ciento de la población (sic) está naciendo, y en el momento de nacer, es colocado en una caja, mientras a su mamá la ‘reparan’, y ella, por la cirugía, no puede cargar a su bebé y tiene problemas de lactancia, lo que veremos es que cuando esos niños crezcan, a nivel poblacional vas a tener peor capacidad de vinculación”.

Es por eso, asegura la partera, que en las poblaciones cada vez es más común que aumenten los índices de violencia, intrafamiliar y en la calle.

Una experiencia fantástica

Los temores de la mayoría de las mujeres que van a parir por primera vez son muchos.

El dolor que les puede causar el parto si es natural, el riesgo que existe de perder la vida en el momento del alumbramiento, y los efectos negativos que puede desencadenar en el bebé, son los más comunes.

Pero para la partera Cristina Alonso todo esto se trata solo de mitos-

La mujer cuenta con la capacidad necesaria para vivir “esta experiencia tan maravillosa”, asegura la defensora del parto natural.

“Ya podemos asumir que la mayoría de las mujeres no nos vamos a morir en el parto. Y tomando en cuenta que vamos a sobrevivir, también podemos hacer que sea una experiencia fantástica”, refiere.

Por otro lado, Karla González, Educadora Perinatal del estado de Coahuila, coincidió con Cristina Alonso en relación a las ventajas del parto natural sobre las cesáreas.

“Para eso es una institución (el hospital), para una situación de riesgo”, detalla González.

“Por eso toda paciente que llega allí, se va a catalogar, patológicamente, como enferma. Como que algo tiene mal, cuando en realidad puede ser un embarazo totalmente normal”.

El negocio de nacer

El doctor Ignacio Espinosa, especialista en Yatrogenia en Veracruz, denuncia que si el índice de cesáreas ha aumentado en México, es por negocio, puesto que se realizan cirugías aunque éstas sean innecesarias.

“Un parto con una primeriza puede llevarte de seis a doce horas (con una partera); una cesárea, un hábil cirujano, la hace en una hora”, señala.

Y no solo en el tiempo hay diferencias enormes, comenta el especialista, pues incluso los costos también son muy elevados entre una técnica y otra.

“Un parto (natural) es de 5 mil pesos promedio; una cesárea, dependiendo del sanatorio, 25, 30, 40, 50 mil pesos”, indica

Por su parte, el doctor Mario Ortega, ginecólogo que ejerce en Coahuila, defiende que si las cesáreas han aumentado en México, es porque la misma mujer así lo desea, pues son ellas las que toman esta decisión.

El ginecólogo asegura que a las mujeres se les da la opción de un parto vaginal, aunque siempre eligen el parto abdominal.

La razón es que en el parto atendido en un quirófano existen menos probabilidades de complicaciones, argumenta Ortega, porque en el lugar se encuentran personas preparadas para reaccionar ante cualquier situación.

“Si tu tienes allí un factor de riesgo y da cierto tiempo, y no lo resuelves de alguna manera con una cesárea, te puedes presentar un factor de altísimo riesgo médico lega”, dice. “Eso también ha contribuido a la alta incidencia de cesáreas, porque tenemos el temor de una demanda”.

 

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