El japonés que conquistó a los casineros

El nombre de Susumo Azano Matsura, ligado al escándalo del año pasado por la venta de equipo de inteligencia a la Sedena, aparece en las bitácoras de vuelo del avión de Eliseo Martínez Elizondo.

Este hombre de origen japonés voló en varias ocasiones hacia Jalisco, Baja California, la Ciudad de México y Monterrey, en el Learjet N35JN del abogado y casinero ultimado en San Pedro, en el área metropolitana de la capital regia.

Susumo Azano estuvo involucrado en la venta de equipo de inteligencia a la Sedena por 5 mil millones de pesos.

Hugo Gutiérrez Hugo Gutiérrez Publicado el
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Habría puesto a las órdenes del abogado regio, Eliseo, sus influencias en Segob para la fabricación del supuesto permiso de Comenchi.
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El nombre de Susumo Azano Matsura, ligado al escándalo del año pasado por la venta de equipo de inteligencia a la Sedena, aparece en las bitácoras de vuelo del avión de Eliseo Martínez Elizondo.

Este hombre de origen japonés voló en varias ocasiones hacia Jalisco, Baja California, la Ciudad de México y Monterrey, en el Learjet N35JN del abogado y casinero ultimado en San Pedro, en el área metropolitana de la capital regia.

Susumo Azano estuvo involucrado en la venta de equipo de inteligencia a la Sedena por 5 mil millones de pesos.

También participó en la apertura de casinos en el país porque estrechó lazos con la mafia de funcionarios de la Segob que fabricó sus propias autorizaciones para centros de apuestas.

Y es que Azano Matsura, era amigo del excoordinador de asesores de la Segob, Juan Iván Peña Neder, y de Guillermo Santillán Ortega, exdirector de la Unidad de Enlace de esa dependencia.

Pero además, tenía otras relaciones estratégicas dentro de la Secretaría de Gobernación, incluso a un nivel más alto.

Porque desde que empezó sus negocios en Jalisco, principalmente, conoció a Felipe Calderón cuando éste era promovido en 2006 por Francisco Ramírez Acuña, exsecretario de Gobernación y exgobernador de esa entidad.

Susumo Azano fue proveedor de la administración estatal en Jalisco de Ramírez Acuña, quien luego fue el primer secretario de Gobernación en el sexenio calderonista.

Pero además, este hombre de origen japonés se presentaba como primo del subsecretario de gobierno de la Segob, precisamente nombrado por Ramírez Acuña a partir del 1 de diciembre de 2006: Abraham Kunio González Uyeda.

Este Grupo Jalisco, que dominó la Secretaría de Gobernación desde el inicio del sexenio de Calderón, habría recibido recursos de Susumo Azano para la campaña presidencial de Calderón.

De hecho, se dice que cuando Ramírez Acuña destapó a Felipe Calderón como contendiente a la Presidencia de la República, anuncio que el entonces presidente Vicente Fox recriminó, el mensaje fue emitido desde un acto en el rancho de González Uyeda y que en el evento estaba Azano.

Así que cuando ganó la presidencia Calderón, si había un empresario que podía abrir todos los picaportes en Bucareli, seguramente era Azano.

El mismo que viajó con cierta regularidad en el avión de Eliseo Martínez, incluso, lo hizo en el mismo vuelo con Juan Iván Peña Neder.

Es por ello que conoció muy de cerca a esta mafia de casineros, a tal grado, que en ocasiones se convirtió en su consejero sobre el manejo de los dineros.

Quienes lo conocen en Monterrey, lo describen como un hombre extremadamente astuto, pero que en ocasiones viajaba en este avión cargando bolsas de dinero en efectivo.

Que presumía su vínculo con los funcionarios de la Secretaría de Gobernación y que siempre estaba en busca de negocios, incluyendo la industria del juego de azar.

Azano habría puesto a las órdenes del abogado regio, Eliseo, sus influencias en Segob para la fabricación del supuesto permiso de Comenchi.

Susumo: hasta la cocina

La tremenda influencia de Susumo Azano en Gobernación lo llevó a un escándalo que estalló en los últimos meses del gobierno calderonista.

Y esto aclara mucho de quién es este hombre que viajaba con casineros de la empresa Comercializadora de Entretenimiento de Chihuahua (Comenchi), compañía que creó el abogado Eliseo Martínez Elizondo.

Si Susumo Azano podía mover asuntos dentro de Segob, como seguramente lo hizo con los casineros regios que lo conocieron, también lo pudo hacer para buscar su exclusivo beneficio personal con la venta de equipo de inteligencia para la Sedena, a través su empresa Security Tracking Device.

Con sus influencias, según notas periodísticas llegó a convencer al general Moisés García Ochoa, entonces director de Administración de la Sedena, en apoyarlo para que buscara la sucesión de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Y lo habría hecho por intermediación del general asesinado el año pasado, Arturo Acosta Chaparro.

De tal manera que a cambio del apoyo para la sucesión, el general García Ochoa influiría para que Azano vendiera en forma directa un equipo de inteligencia por 5 mil millones de pesos, tecnología para escuchar llamadas telefónicas.

Pero ni la sucesión favoreció al general García Ochoa, ni la negociación terminó bien para Azano, porque éste se había involucrado en un litigio de un predio en Baja California contra la empresa Sempra Energy.

Compañía estadounidense que se instaló cerca de Ensenada para producir y enviar gas natural a California y al estado de Washington en la costa oeste estadounidense.

Y también para abastecer varios estados de la República Mexicana a través de la CFE.

Así que el litigio por la tierra donde estaba instalada Sempra paró las antenas del Departamento de Estado norteamericano, por lo delicado del caso.

Qué tal si Azano y su poder económico y corruptor ganara el litigio y dejara sin ese gas natural a los estadounidenses.

Así que se adjudica al propio gobierno de Barack Obama el haber filtrado la información, en los últimos meses de la administración de Felipe Calderón, del negocio que tramaba Azano con la Sedena.

De tal manera que entonces se cayó la negociación de los 5 mil millones de pesos del equipo de inteligencia, todo gracias a la terrible avaricia de Azano.

El japonés había comprado los derechos del litigio sobre el predio de Sempra a Ramón Eugenio Sánchez Ritchie, que alegaba que una parte de la tierra donde estaba la empresa era de él.

Incluso, Azano había convencido al alcalde de Ensenada que cerrara la planta, pero la CFE en México logró que se reabriera.

Azano Matsura es hijo de Azano Moritori.

Y en internet hay un gran número de imágenes de su hijo, Susumo Azano Jr., gastando miles de dólares en antros estadounidenses y llenado bolsas de dinero.

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