La sana distancia se convirtió, entre el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y algunos gobernadores, en una insana lejanía en momentos políticos clave para la nación.
Las medidas aplicadas por la Federación han creado rupturas en un momento histórico en que debería haber coordinación en todo el territorio nacional para la atención de la enfermedad Covid-19 que afecta la salud de cientos de miles de personas en el mundo.
El especialista en comunicación política José Manuel Urquijo, explica que este “problema de comunicación” afecta directamente a la ciudadanía, que se confunde con los diferentes mensajes.
“La gente no necesita excusas, necesita certezas, necesita liderazgos, en quién creer, en quién confiar, a quién seguir, a quién apoyar en este tipo de situaciones, y estas confrontaciones lo único que generan es confusión entre la población”, sentencia el experto.
El gobernador michoacano advirtió que quienes no cumplan serían puestos a hacer trabajo comunitario, como el aseo de centros de salud.
Además se anunció el uso de la fuerza pública desde este martes y la penalización para quienes estén en la calle sin una actividad esencial.
“No me importa que sea el más rico del pueblo, quién sea que ande en la calle sin tareas esenciales y no acate la medida tendrá que cumplir con esas tareas de carácter comunitario.
“Ahorita vengo de Ciudad Altamirano y está el mercado sobre ruedas, todo mundo como si nada y al rato que se empiecen a morir a quién le van a echar la culpa: ¡al gobierno que no puso las reglas claras!”, afirmó el gobernador michoacano.
Por su parte, Enrique Alfaro dijo que México ha entrado en la fase en donde las muertes marcan la profundidad de la crisis y por tanto es necesario prohibir la movilización de las personas. Advirtió que el nivel de letalidad en México está por encima del promedio mundial.
“Ni el intento de maquillar los datos y las cifras cada noche por parte de su vocero puede esconder la realidad. Con el Gobierno federal tenemos muchas diferencias por la forma en que ha manejado esta crisis pero Jalisco será siempre solidario con el país y responderemos a su llamado una vez más haciendo lo que nos toca”, expuso el gobernador de Jalisco.
El mandatario aseguró que se utilizará a la fuerza pública contra quien no acate el resguardo obligatorio, ya que de seguir con el ritmo de aislamiento solo en 40 por ciento como se registró en la última semana, en unos 15 días los contagios podrían llegar a 60 mil y las muertes hasta las 4 mil en esa entidad.
En tanto, la Asociación de Gobernadores Panistas agrupados en la GOAN, ha reclamado al jefe del Poder Ejecutivo que atienda los efectos de la pandemia con un plan económico: pagos de sueldo solidario a empleados, incremento de presupuesto para los estados, apoyo en la reactivación del sector turístico y la agilización de pagos a proveedores, entre otros.
“Los esfuerzos que los gobiernos estatales hemos emprendido son absolutamente insuficientes”, indicó el GOAN en una carta al presidente.
“Urge una intervención federal amplia, decidida, incluyente y suficiente. Si no se logra mantener a flote la economía, la pobreza y la desigualdad aumentará peligrosamente”.
En el norte se forja otra ala de gobernadores más interesados por el tema económico y que han conformado la Coordinación Noreste entre Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Esta alianza triple entre Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Miguel Riquelme, de Coahuila; y Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, busca un “pacto económico” para salir de la crisis con unidad.
Otro gobernadores que han chocado con el gobierno de la República son Jaime Bonilla, de Baja California, y Miguel Barbosa, de Puebla, ambos de Morena.
Bonilla realizó declaraciones para descalificar la información de la Secretaría de Salud (SSA) federal.
Mientras que Barbosa en un principio dijo que “los pobres estamos inmunes al coronavirus”, pero luego reclamó al Gobierno federal la falta de insumos para la atención hospitalaria.
“A nosotros no nos ha llegado nada, solo esto te puedo decir, no sé si no nos tocó o no nos quisieron dar, o algo pasó, pero no ha llegado nada a Puebla, ni al sistema de salud del estado ni al Seguro Social del estado, ni a nadie”.
En tanto, el Gobierno federal no ha declarado la fase 3 de esta pandemia – la fase en que se registra el número más alto de contagios- y en el que salir de casa representa un riesgo severo para la salud de las personas.
Se prevé que este incremento estadístico se presente del 2 al 8 de mayo próximos. La cuarentena se extenderá al menos hasta finales del mes siguiente y la recuperación económica sería de manera escalonada.