El impacto al empleo de la contingencia por Covid-19
La suspensión de actividades económicas ocasionada por el COVID-19 dejó sin ingresos fijos a millones de mexicanos, expertos en materia laboral sugieren a la administración federal brindar más apoyos enfocados a que no se pierdan más puestos de trabajo en el país
Eduardo BuendiaLa pandemia por el COVID-19 trajo consecuencias severas al sector del empleo en el país. La suspensión de actividades económicas y el confinamiento social para evitar la propagación del virus, ocasionó que millones de personas tengan menos ingresos y, en el peor de los casos, perdieron su fuente de trabajo.
A pesar de que el Gobierno federal lanzó la promesa de crear dos millones de empleos, esta cifra resulta insuficiente para contener el desempleo y las carencias económicas a las que están expuestas las familias que tienen menos recursos para cubrir sus necesidades.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en marzo y abril se cerraron 685 mil 840 puestos de trabajo formales; los resultados de mayo serán dados a conocer el próximo viernes.
Además los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), elaborada por el Inegi, revelan que 12 millones de personas salieron de la participación económica del país, “principalmente por encontrarse en un estado de suspensión laboral temporal ocasionado por la cuarentena”, establece el estudio.
Para Alfredo Bernádez, consejero del Instituto de Política Laboral (IPL), la situación del empleo en el país es un escenario nunca antes visto.
Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF), opina que el Gobierno federal no hace esfuerzos para contener la caída de empleos o los ingresos de las personas, asegura que los apoyos como los microcréditos de 25 mil pesos que distribuye el IMSS no alcanzan a cubrir las necesidades de pequeños o medianos negocios, que son la fuente de empleo del 80 por ciento de los trabajadores en el país.
El experto enfatiza que más allá del impacto al sector formal, el trabajo que se realiza en la informalidad –es decir, por cuenta propia, sin contrato o sin prestaciones de ley– sufre un golpe negativo todavía más profundo, dos o tres veces mayor.
“Las personas del empleo informal se quedaron sin ingresos por muchas razones, porque la gente no compra o no sale a las calles, aquí no hay esfuerzos para ayudarlos. En Alemania, por ejemplo, se redujo el IVA. Nosotros esperaríamos que hubiera apoyos reales para toda la población, no solamente para los más desfavorecidos. Dan un crédito, pero el crédito al final de cuentas lo debes de pagar, lo único que hace es postergar el problema”, comenta.
El presidente del CEEF agrega que entre las prioridades del Gobierno federal deberían estar la aportación de capital a pequeñas y medianos negocios con el objetivo de que se pierda la menor cantidad de empleos.
El compromiso de AMLO con el empleo
La promesa de crear dos millones de empleos surgió el 5 de abril, día en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió un informe a la nación sobre la estrategia para enfrentar las secuelas del COVID-19 en el aspecto económico.
Su propuesta no dejó satisfechos a los grupos opositores a su administración, entre ellos el sector de las cúpulas empresariales, el cual de manera reiterada solicita aplazar el pago de impuestos y servicios, reducir de forma temporal las cuotas patronales o brindar apoyos para el pago de salarios.
Durante su conferencia matutina del 25 de mayo, el presidente López Obrador presentó una lista de las 2 millones 93 mil 364 plazas laborales que proyecta crear a diciembre de 2020.
La mayoría de estos puestos de trabajo están vinculados con programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro, donde se estiman 230 mil 872 espacios laborales. Le siguen el programa de Mejoramiento Urbano con 228 mil 135, Sembrando Vida con 202 mil 216, entre otros.
Otra fuente de empleo, informó el jefe del Ejecutivo, serán los megaproyectos como el Tren Maya, en el que consideran abrir 80 mil 715 empleos y para la construcción de la refinería Dos Bocas, 72 mil 109.
Alfredo Bernádez asegura que la lista de los espacios que el Gobierno federal pretende abrir para que las personas reciban un pago por alguna actividad, no son trabajos formales y, si lo son, solo serán de carácter temporal.
“Lo primero que deberíamos hablar es plenamente con la verdad, el gobierno tendría que decir: le estoy dando ingresos a las personas que identifico como los que están en la base de la pirámide. Ese programa de Sembrando Vida es una tomada de pelo, con que tú tengas 2 a 2 y media hectáreas te dan el apoyo, pero eso no es un empleo, es un ingreso y ya”, cuestiona el también académico de la Universidad Iberoamericana.
Por su parte, Armando Leñero afirma que de no brindar apoyos que promuevan el desarrollo y la generación de trabajos, el Gobierno federal podría caer en un círculo vicioso, pues si la población no tiene ingresos, la recaudación de impuestos también disminuirá.
El presidente del CEEF recomienda que la administración de López Obrador detenga las megaobras y redirija los recursos que invierte en ellas para distribuirlo entre las fuentes de empleos formales e informales.
“La gente se está quedando sin ingresos, hay que apoyarlos a través de estímulos porque la fuente de captación de impuestos (del Gobierno federal) se va a ir”, añade.