La migración de personas con diferentes culturas ha convertido a la colonia Industrial en el Harlem mexicano. Foto: Especial

El ‘Harlem’ regio

La multiculturalidad impulsada por la migración de personas de países como como Haití, Honduras, Guatemala, El Salvador y Venezuela ha llevado a un barrio a ser denominado como el Harlem regio

La presencia de migrantes centroamericanos y caribeños en la colonia Industrial, que se ha incrementado durante los últimos años, ‘transformó’ el rostro del sector al que algunos ya se refieren como el “Harlem regio”.

Estos migrantes, provenientes de países como Haití, Honduras, Guatemala, El Salvador y Venezuela, han sabido adaptarse a Monterrey, trabajando y residiendo tanto en la Industrial como en colonias aledañas como Garza Nieto y Sarabia, las cuales se han convertido en una especie de crisol de culturas y nacionalidades.

Vecinos del sector refieren que la multiculturalidad de la zona recuerda al barrio de Harlem, icónico sector de Manhattan, Nueva York, caracterizado por la presencia de comunidades negras y latinas, cuya música, comida y tradiciones le otorgan un lugar privilegiado en la iconografía neoyorquina.

De la Zona Metropolitana, es en esta área  en donde se percibe una mayor presencia de migrantes de raza negra, aunque pocos de ellos admiten, quizá por miedo a una hipotética deportación, que tengan planes para quedarse de forma permanente.

Su vecindad en la zona puede explicarse con facilidad, ya que es aquí donde se encuentra uno de los principales sitios para migrantes: la Casa Indi, refugio en donde se ofrece alimento gratuito.

“Yo he escuchado que le dicen así, que el Harlem, que esto y que lo otro, porque hay muchos (migrantes de raza negra), pero no sabía a qué se referían; esto se empezó a incrementar a raíz de las caravanas de migrantes que empezaron desde el 2017, o el 2018”, afirma Teodoro Quintana, vecino de la colonia Industrial.

El colono refiere que los ‘problemas’ a la hora de entablar comunicación no se han hecho esperar, pues una gran parte de ellos provienen de Haití, cuyos principales idiomas son el francés y el creole.

“Ya tienen mucho tiempo; algunos hablan bien el español, porque muchos nada más masticaban el inglés, porque son haitianos; otros obviamente ya lo hablaban, me refiero a los hondureños, salvadoreños y de Nicaragua, todos ellos”, comentó Quintana.

Aunque la presencia de los extranjeros le causó desconfianza en un principio, el vecino de la colonia Industrial aseguró que los nuevos habitantes del barrio sólo buscan mejores condiciones de vida y no representan un riesgo para nadie.

“Yo tenía desconfianza, no porque sean gente de color, sino porque son extranjeros y ocupaban comer…pero ya estando aquí, y conociéndolos, te das cuenta de que son gente buena y trabajadora”, afirmó.

Del canto al sueño americano

El hondureño Deibi Álvarez es una de las nuevas caras de la colonia Industrial, y aunque aseguró que en su país se dedica a ser cantante de reggaetón y rap, su presencia en Monterrey es temporal, ya que espera cruzar pronto la frontera con Estados Unidos para ir en busca del ‘sueño americano’.

Su solidaridad con otros migrantes es notoria al platicar con él.

“Que Dios me bendiga a todos los migrantes; a los ilegales, a la gente que viene de Honduras, Nicaragua, Venezuela, de Haití, África, Colombia, mi gente de otros países que siempre vienen a la aventura, que llegan a la casa de La Goretti, a la Casa de Migrantes”, externó.

Álvarez aseguró que el respeto es la base para vivir en paz en el barrio que ya podría ser considerado como multiétnico.

“Como dice el dicho, tú sabes, mientras usted no falte al respeto, todos te respetan; andamos buscando el sueño americano, un paisaje, ¿me entiendes? Disfrutando todo lo que es Monterrey sin nada de problemas, le pido a Cristo que siga así”, narró el artista hondureño.

Intervendría la autoridad

Para Sandra Pámanes, diputada emecista e integrante de la Comisión para la Igualdad de Género, el Congreso del Estado debería intervenir para brindar información sobre estas nuevas comunidades y poderles ofrecer apoyo.

La legisladora señaló que Monterrey se ha convertido en un eje para esta migración, ya que Nuevo León es un territorio de innegable importancia geográfica y comercial.

En el caso específico de personas de raza negra, la diputada consideró que es una comunidad que tiende a agruparse y a vivir en mutua solidaridad, razón por la que su presencia es más notoria en ciertos lugares de la Zona Metropolitana.

“Es muy importante saber, sobre todo, cuál es su país de origen, su modo de vivir, la manera en que se desarrollan; lo que podemos percibir en primera instancia es que se trata de familias que tratan de vivir en comunidad, y ahí sería muy importante que las áreas encargadas de este tema tanto en el estado, municipio, y también a nivel federal, pudiéramos tener un enfoque muy social, muy humano, acerca de lo que ellos ocupan, qué es lo que necesitan para seguir fortaleciendo esta comunidad”, externó Pámanes.

La emecista señaló que las autoridades deben mantenerse al pendiente de estas comunidades, ya que un porcentaje considerable de ellas están conformadas por menores de edad.

“Es importante tener toda la información, probablemente también vengan estas familias que son completas, con algunos menores de edad que también requieren de cierta atención específica, y este Congreso del Estado tiene que hacer su parte, estar involucrado en el tema y tratar de obtener la información suficiente y necesaria para dar un trato específico a esta comunidad”, declaró.