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En la distribución de la bolsa millonaria de recursos públicos del Programa para el Desarrollo de la Industria del Software (Prosoft) en Jalisco, para financiar proyectos empresariales, no se han podido evitar vicios y malas prácticas en el sector creativo.
Integrantes del ramo advierten sobre empresarios en Jalisco que se han vuelto especialistas en la obtención del apoyo, cazadores del subsidio público tan hábiles como para inflar un poco aquí y un poco allá el valor de sus iniciativas a fondear.
O con cargos e influencias políticas suficientes para incidir a su favor con el intermediario: el Estado.
El Prosoft pertenece a la Secretaría de Economía Federal (SE), que tiene un Consejo Directivo para validar estos proyectos, pero opera con organismos promotores en los estados que fungen como filtros o puentes entre los empresarios y la Federación.
Estos organismos promotores pueden ser autoridades estatales o entes empresariales, son los que administran la bolsa federal junto a la aportación estatal, mil 220 millones 696 mil 868 pesos totales de 2007 a la fecha, y dan seguimiento a los planes apoyados. Aquí esta tarea es del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Jalisco (Coecytjal).
Un empresario que lidia con fuertes detractores dentro de la industria creativa es Ricardo Gómez Quiñones, líder de la firma Kaxan Media Group; no obstante, en los archivos del Coecytjal de ese periodo solo consta un subsidio para Kaxan Publisher, en 2009, por 4 millones de pesos .
Bajo otros nombres, sin embargo, hay otras erogaciones del Prosoft relacionadas con él. En 2012 el diario Mural lo vinculó por nexos familiares con dos empresas: Las Aventuras de Jorge y Pedro y Kermestival.
La primera aparece registrada con la obtención de 8 millones de pesos (mdp) por un proyecto en 2010, y la segunda con 12 millones de pesos por tres planes validados el mismo año.
A esto se suma la película El Secreto del Medallón de Jade, que tuvo 8 mdp del erario en 2012, y cuyo productor fue Gómez Quiñones.
El monto de estos cuatro subsidios, 32 mdp, lo vuelven el sexto más grande de entre todos los otorgados por Prosoft en Jalisco de 2007 a la fecha, por arriba del de trasnacionales como Freescale, IBM y Oracle. En 2013 la entidad no participó.
Hubo críticas al empresario porque Las Aventuras de Jorge y Pedro y Kermestival fueron beneficiarios de Prosoft, mientras él presidía la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti, 2007 a marzo del 2010). Pero pierden fuerza porque esta no era el operador del fondo.
Donde sí está el problema es que Gómez Quiñones, según su perfil en LinkedIn, también fungió como consejero del Coecytjal del 2004 a marzo del 2010, que sí es oficial y legalmente el organismo promotor del Prosoft en Jalisco, con injerencia directa sobre la valoración y selección de los proyectos a fondear que, posteriormente, son validados de forma definitiva por la Federación.
En ese periodo en que el empresario fue consejero del Coecytjal y presidente de Canieti, esta Cámara mostró una capacidad para “bajar” recursos públicos que no volvió a tener a su salida, haciéndose de 58 millones 793 mil 250 pesos, la segunda bolsa más grande del Prosoft en el sexenio pasado, solo debajo de los 59.1 mdp de la trasnacional Intel.
En contraste, la Canieti no obtuvo ni un peso en 2011 y 2012; Gómez Quiñones ya había soltado sus riendas.
En 2010, cuando Canieti recibió 50 mdo y se financió a Las Aventuras de Jorge y Pedro y Kermestival, 343 mdp para todo Jalisco, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) concluyó en su dictamen sobre el Prosoft: “genera que siempre participen los mismos beneficiarios y que jueguen el papel de organismos promotores y beneficiarios al mismo tiempo en diferentes proyectos.
“No se establecen con claridad los criterios de elegibilidad o mecanismos de evaluación de los proyectos, lo que provoca discrecionalidad y puede conducir a sesgos e inequidades en la preselección de proyectos.
Se concluye que los recursos del Prosoft 2010 no se otorgaron ni se manejaron bajo los criterios de legalidad, honestidad, eficiencia, eficacia, economía y transparencia”.
Hasta 2009 las reglas del Prosoft prohibían solo a burócratas de la SE, a sus equivalentes estatales y a sus familiares ser beneficiarios.
Para 2010 está restricción se amplió “a los funcionarios, empleados, miembros, socios, accionistas y prestadores de servicios profesionales de entidades u organismos públicos o privados que operen el programa, o participen en su operación a petición y por encargo del organismo promotor”. En 2011 volvió a limitarse a los servidores públicos.
La inconformidad
El 21 de marzo, un grupo de firmas se inconformó con Canieti por nombrar al presidente de Kaxan vicepresidente de la industria multimedia.
“Durante las gestiones de Ricardo como presidente o director de organismos siempre ha utilizado su posición para allegarse de fondos públicos y nunca para fortalecer a las empresas que supuestamente representa”, dijeron.
El 13 de marzo pasado Gómez Quiñones, en entrevista con Reporte Indigo, rechazó de forma categórica haber utilizado sus cargos para una gestión irregular del Prosoft, y expuso:
“Invitar a todas las compañías que quieran recibir un apoyo de gobierno que se metan a la página del Conacyt, de la SE, cada año se entregan más de 30 mil millones de pesos en incentivos para compañías.
“En Jalisco hay poca participación de los empresarios, entonces qué hemos dicho: promover que la gente entre y lo solicite.
“Cada una de las estrategias de las compañías decide cómo hacerlo. Hay compañías multinacionales que tienen diferentes razones sociales, utilizan una para meter un proyecto, otra para meter otro proyecto.
“De hecho en el área de películas cada año se generan nuevas compañías para meter un proyecto al incentivo fiscal, entonces se hace una compañía por proyecto, y eso es algo que se utiliza, hay veces que participa un familiar o algo; tal vez en las empresas multinacionales pues hay diferentes apoderados legales”, dijo Gómez Quiñones.
Aquel día su Consejo Coordinador de la Industria Cinematográfica anunciaba que había asegurado parte del nuevo fondo de la Ciudad Creativa Digital, de 96 mdp, a través de Mauricio Navarro, presidente de ese fideicomiso, aun sin convocatoria pública de por medio.
Manuel Villaseñor, director de una productora local e independiente, Homosapiens Films, con ocho años intentando abrirse paso alejada de la cúpula política, opina sobre este tipo de gestiones preferenciales.
“No es una vía para hacer cine, es una vía para enriquecerte, me da tristeza que utilicen o que se cuelguen de la cinematografía supuesta porque es gente que gestiona recursos, le sabe el mecanismo porque hay que tener una maestría o doctorado en gestión de recursos públicos, o tienes cuates.
“Cualquier fondo público lo debes transparentar, si no, obviamente estás haciendo cosas a escondidas. Necesitas tener un buen padrino político y dices que haces cine y ahí sale cualquier cosa que es lo que vemos. Es muy lamentable lo que está sucediendo porque son profesionales de gestionar recursos, no del cine”, dijo Villaseñor.