El General de División Tomás Ángeles Dauahare es un “preso político, un preso de conciencia”, el de mayor jerarquía en la historia militar del país, y el de mayor peso en muchos sexenios.
Esto declara a Reporte Indigo José Antonio Ortega Sánchez, el nuevo abogado defensor acreditado ante la SIEDO, quien así imprime un enfoque diferente al caso, apartándolo de la oscuridad de vagas acusaciones por narcotráfico y conduciéndolo a un asunto político, un ajuste de cuentas.
Su cliente “es un preso político, un preso de conciencia”, dice Ortega Sánchez, quien sustituye a partir de ayer miércoles a su hermano Alejandro en la defensa del militar.
En opinión de su defensor, el general Tomás Ángeles es “el de mayor nivel en los últimos tiempos del México moderno, que haya sido arraigado, sin ninguna prueba, y que se ha mostrado públicamente, por unos presuntos vínculos con el narcotráfico. Eso es una mentira”.
En sus palabras, Ángeles “no es un delincuente”. Todo lo contrario, se trata de “un militar de carrera, con más de 45 años dedicados al país, con las más altas condecoraciones dentro del Ejército mexicano. De una tradición militar que viene desde su tío abuelo”.
Va más allá. El general Felipe Ángeles, ícono de la Revolución, “es un mexicano ejemplar”.
En estas fechas electorales -explica el defensor- un grupo político que busca el poder pretende justificar lo que no hizo durante seis años para erradicar la violencia en nuestro país.
Así, este operativo es parte de su estrategia para mostrar ante la opinión pública que se preocupa por detener a los grandes protectores del narcotráfico.
Pero el general Ángeles no es uno de ellos. No hay ningún indicio, y por esa razón es un preso de conciencia.
Primero la familia acudió ante la CNDH, a denunciar las graves violaciones que se están cometiendo en contra del General. Sin embargo, la intervención de esta comisión, para Ortega Sánchez, ha sido insuficiente.
Porque el peso de las instituciones del Estado –recalca el defensor- para detener al General Tomás Ángeles Dauahare y para exhibirlo como responsable de actividades ilícitas en los hechos, sin darle ninguna oportunidad de defensa, sin dejar que su abogado se entreviste con él y sin dejar que tenga acceso a la averiguación previa, lo convierte en un político, en un militar, privado de su libertad.
El abogado se dice listo para acudir de inmediato a las instancias nacionales e internacionales que sean necesarias, a efecto de que la honradez del general Ángeles, “que es lo más valioso que tiene un militar, quede limpia”.
Todo lo que hay hasta ahora, son testimonios de oídas, “me dijeron”, “me parece”, pero no hay nadie que diga que vio al General, no hay ningún señalamiento que lo acuse directamente.
Y con esos “asegunes”, un juez federal lo arraigó durante 40 días. Por eso “vamos a acudir a instancias internacionales a pedir que al General le sea restituida su libertad, su honra, su honor. Eso es lo que vamos a hacer”.
-¿Considera que alguien se está cubriendo las espaldas con la detención del general Ángeles? –preguntamos al abogado.
-Es evidente que con el general Ángeles alguien pretende justificar lo que no hizo durante seis años. Esta violencia que hay en el país, esta falta de planeación y de estrategia. Esto que ha venido creciendo, como homicidios, secuestros, y tener al país al borde de la condición de Estado fallido, requiere de responsables.
El también director del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal, quien se reunió ayer miércoles con el militar en el centro de arraigo por primera vez, dijo que Tomás Ángeles está bien porque sabe que es inocente.
“Él está estudiando los problemas del país. Él no está preocupado. Él está tranquilo”.
Asesinos del General Acosta Chaparro
José Antonio Ortega Sánchez habló sobre las fotografías filtradas a un medio hace unos días en las que aparece él mismo desayunando junto con el general Mario Arturo Acosta Chaparro y el General Ángeles.
“Si el procurador de justicia del DF quiere concluir exitosamente la investigación del homicidio del general Acosta Chaparro, debe requerir al periódico que publicó las fotografías para que le diga quién se las entregó”.
“Porque los que tomaron las fotografías, son los asesinos del general Acosta Chaparro. No solamente filtraron las fotografías a ese diario, sino que dieron información muy precisa, la fecha del desayuno, las horas del desayuno, quiénes participaron, y ellos evidentemente seguían al general Acosta. Ellos perpetraron el homicidio. Deben ser investigados, detenidos y puestos a disposición de un juez”.