El Fobaproa azucarero
No hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Pero muchas veces el mal perdura y los beneficios no se ven.
Así pasó con la decisión tomada por el entonces presidente Vicente Fox, quien el 3 de septiembre de 2001 decidió expropiar 27 ingenios azucareros, en aras de protegerlos de las inmensas deudas en que los hundieron sus dueños.
La estatización transitoria, como se manejó, fue asumida también por Felipe Calderón, quien se propuso vender los últimos nueve ingenios que todavía son propiedad del Estado, hoy en procesos judiciales y mercantiles sin concluir.
Georgina HowardNo hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Pero muchas veces el mal perdura y los beneficios no se ven.
Así pasó con la decisión tomada por el entonces presidente Vicente Fox, quien el 3 de septiembre de 2001 decidió expropiar 27 ingenios azucareros, en aras de protegerlos de las inmensas deudas en que los hundieron sus dueños.
La estatización transitoria, como se manejó, fue asumida también por Felipe Calderón, quien se propuso vender los últimos nueve ingenios que todavía son propiedad del Estado, hoy en procesos judiciales y mercantiles sin concluir.
Pero esta maniobra, según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), ha tenido un costo fiscal de 19 mil millones de pesos y de ese monto 5 mil 776 millones (32 por ciento) correspondieron a los recursos públicos que el gobierno de Fox gastó en la expropiación, y 12 mil 305 millones son pasivos acumulados por Financiera Nacional Azucarera.
De los 27 ingenios expropiados por Fox y que fueron reprivatizados en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, nueve pertenecían al empresario Enrique Molina Sobrino; una cantidad similar al negociador del capítulo azucarero en el Tratado de Libre Comercio, Juan Gallardo Thurlow; cinco del empresario y politico Alberto Santos de Hoyos; tres de Teresita Machado, y uno más de la familia Seoane.
Según el acuerdo con la ASF, del total de ingenios expropiados 14 fueron devueltos a sus dueños por resolución de la Suprema Corte de Justicia, cuatro vendidos entre 2005 y 2011, y nueve que se encuentran en espera de una resolución judicial.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) reconoce que las personas afectadas por la expropiación demandaron la reversión de la propiedad, pero no se ha emitido una resolución definitiva por parte de la autoridad competente.
La todavía Secretaría de la Función Pública aclara también en el Diario Oficial de la Federación de septiembre del 2011 que “no existe ningún otro procedimiento administrativo o medio judicial que pueda perturbar la propiedad que actualmente ostenta la Nación sobre los nueve ingenios”, pero queda pendiente un concurso mercantil.
Lo cierto es que los nueve ingenios en cuestión generan un 27 por ciento de los 5 millones de toneladas de azúcar que cada año se producen en México.
Pertenecían al Consorcio Azucarero Escorpión (Caze), cuyo dueño, Enrique Molina Sobrino, huyó del país en el año 2000 acusado de evasión fiscal por 2 mil 700 millones de pesos e incumplimiento de pagos a proveedores.
Sobrino, amigo cercano de Salinas de Gortari, llegó a controlar 30 por ciento del mercado del azúcar.
Fue dueño de la embotelladora más grande de Pepsi Cola en el sureste del país y llegó a controlar el 60 por ciento de las ventas refresqueras en nuestro país.
Yucateco de origen, fue también copropietario de Banpaís y acumuló una fortuna de más de mil millones de dólares que lo hizo ingresar al listado de los hombres más ricos del mundo de la revista Forbes. Hasta ahora, sigue fugitivo y el gobierno no ha dicho nada al respecto.
La dulce estrategia
Antes de su expropiación, los dueños de las 27 centrales azucareras tienían adeudos con el fisco, IMSS, Financiera Nacional Azucarera, Bancomext, FIRA (del Banco de México), Banrural hoy Financiera Rural, a la banca comercial, Conagua, así como productores y jornaleros.
En aquel entonces, Fox mandó a sus huestes para sustentar la expropiación: Francisco Gil Díaz, de la Secretaría de Hacienda; Javier Usabiaga, de Agricultura, y Luis Ernesto Derbez, de Economía.
Hoy, los mexicanos salen perdiendo con el Fobaproa azucarero implementado por el gobierno foxista que rasuró una deuda de tres mil millones de dólares que venían cargando los dueños de los ingenios beneficiados en los tiemnpos salinistas.
Hasta el sexenio pasado, se dijo que la Procuraduría General de la República mantenía investigaciones sobre las empresas que causaron el descalabro financiero de la industria azucarera.
Sobre todo por las operaciones irregulares que realizaban con exportaciones simuladas, como lo denuncia la ASF.
México, autosuficiente
A pesar de todo el enjambre politico y económico que envuelve la venta, estatización, expropiación y reprivatización de los ingenios en los últimos 37 años, México es hoy autosuficiente en la producción de azúcar y es el sexto productor mundial de caña de azúcar.