Los guardianes del patrimonio natural, la biodiversidad y los recursos naturales del país están cerca de desaparecer. La estocada final viene de un recorte presupuestal del 75 por ciento a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) por orden del Gobierno federal, el cual la dejaría prácticamente inoperable y sin poder realizar trabajo de campo para salvaguardar al medio ambiente.
El 23 de abril pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció el Decreto por el que se establecen las medidas de austeridad que deberán observar las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, con el cual ordenó un recorte al 75 por ciento sobre los recursos que las instituciones públicas tenían para gasto corriente y que se incluían en los Capítulo 2000 de Materiales y Suministros y en el 3000 de Servicios General.
El 5 de junio del año 2000 inició actividades la Conanp con el objetivo de trabajar para conservar las 182 Áreas Naturales Protegidas (ANP) que hay en el país, además de impulsar el desarrollo sustentable dentro de esas zonas.
En 20 años, la Comisión ha logrado que cientos de comunidades puedan vivir y desarrollarse en sinergia con el medio ambiente, pero este desarrollo podría terminar pronto.
Enclavada en lo más profundo de la Reserva de la biosfera de Calakmul, la segunda extensión de bosque tropical más grande de América solo superada por la selva del Amazonas, se encuentra Nuevo Bécal, una comunidad que este año obtuvo el primer certificado en México por “Demostración del Impacto sobre Servicios Ecosistémicos”, otorgado por el Forest Stewardship Council por conservar la biodiversidad en las 51 mil 135 hectáreas que son de propiedad común.
En Nuevo Bécal se produce madera sin poner en riesgo el futuro del ecosistema, el 90 por ciento de su territorio es reconocido como Área Destinada Voluntariamente a la Conservación y tienen la zona más grande en México para la conservación del jaguar, una población utópica amenazada por el recorte a la Conanp.
“Mucho de lo que hacemos en el Área Natural Protegida se hace con aportaciones de la Conanp porque nosotros no contamos con esa infraestructura. Si no se siguen operando las áreas naturales se va a perder la vigilancia de la tala clandestina, del cambio de uso de suelo, se perderá la atención de los incendios. Con esa operación es con la que se vigilan nuestros recursos.
“En la región de Calakmul tenemos muchos problemas con la extracción del siricote y del granadilla (árboles de maderas preciosas), la cacería del jaguar, de aves rapaces mayores, los tapires se estaban muriendo por la sequía. La operación de la Conanp es para eso, para poner retenes, hacer vigilancia, volar los drones, prevenir incendios y promover la cultura ambiental”, comenta Juan Manuel Herrera, director técnico forestal de Nuevo Bécal.
Además de la vigilancia y el apoyo operativo, la Conanp ha apoyado a Nuevo Bécal para hacer los estudios, monitoreos y análisis de suelo para conseguir las certificaciones internacionales las cuales podrían perderse por falta de seguimiento.
Futuro de las Áreas Naturales en peligro
Valeria Towns fue directora de Conservación de Especies Prioritarias en la Conanp, actualmente forma parte de la Mesa Directiva del Colectivo Trópico, un grupo de jóvenes que trabajan por la conservación de los recursos naturales del país, además de ser profesora del Instituto de Ecología de la UNAM, para ella acciones como el recorte presupuestal a la Comisión, comprometen el futuro de todos los mexicanos.
“Ahorita estamos viviendo en una idea de desarrollo, y eso es lo más neoliberal que existe, se ha comprometido nuestro futuro, se ha transgredido el derecho a un medio ambiente sano”, comenta a Reporte Índigo.
Asegura que las personas viven con mayor bienestar social, ambiental y hasta espiritual en espacios donde hay Áreas Naturales Protegidas y se ha logrado un desarrollo sustentable.
“Hacia allá debemos de ir, con esa lógica nace la Conanp, para que exista desde el Gobierno un área que ayude a administrar estos espacios y fortalecer la interacción con las comunidades, por lo que varios de los guardaparques y los combatientes de incendios pueden verse afectados por el recorte.
“Conanp tenía un programa para pagar anualmente a combatientes de incendios para que hagan todo el trabajo de prevención, algo que dejó de suceder en 2019. Ese año estuvo lleno de humo por una desatención al presupuesto y a la gente que históricamente ha trabajado en el resguardo de la naturaleza.
“Ellos cuidan los recursos y merecen una remuneración económica. Lamentablemente ellos son de primera mano los afectados directos (del recorte), de ahí se hace una cascada de afectaciones indirectas”, denuncia.
Valeria comenta que al menos 200 guardaparques podrían verse afectados por los recortes, además, muchos de ellos le han comentado, principalmente en el Alto Golfo de California, que su única opción además del empleo que tienen es meterse a trabajar con el crimen organizado.
Sin áreas naturales protegidas resguardadas por los guardaparques y por la Conanp, Valeria asegura que se incrementaría la tala ilegal, la pesca desmedida y la caza furtiva.
“Estamos ante una pérdida de la gobernanza”, acusa.
Adiós Sinergia
Cada año el Gobierno mexicano otorga alrededor de 20 millones de pesos al Proyecto Sinergia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quienes apoyan 72 áreas protegidas en 26 estados.
“Cuando se consolida la Conanp, en una negociación, el acuerdo es que el Gobierno de México mete ese dinero y la ONU le ayuda a hacer cosas que no puede hacer. Nos ayudan, por ejemplo, a contratar a personas más allá de las plazas autorizadas, a comprar una camioneta, a arreglar el motor de una lancha. Esto es porque las partidas presupuestales federales limitan mucho los tiempos en los que se pueden hacer las cosas.
“Esto fue un alivio para la Conanp porque, por ejemplo, en la época de incendios se podían contratar a 300 combatientes, o si en Tabasco se estaban muriendo cientos de manatíes ese dinero servía para comprar la medicina, porque el medio ambiente no espera los tiempos administrativos, ya que en México los procesos de licitación son larguísimos”, explica Valeria.
Con el recorte presupuestal a la Conanp la aportación de México a la PNUD se ve comprometida y por lo tanto también el Proyecto Sinergia.