El eterno techo de cristal de la reforma Paridad en Todo
A casi tres años de una de las reformas más importantes a favor de los derechos políticos de las mujeres, las cifras revelan que esta población aún está lejos de llegar a espacios de poder en las mismas condiciones que los hombres, ya que no hay mecanismos que obliguen a que la paridad en el país se cumpla
Laura IslasEn México las cifras revelan que la reforma Paridad en Todo no se cumple. Las mujeres siguen estando subrepresentadas en las secretarías y dependencias del Ejecutivo, tanto a nivel federal como estatal.
La reforma fue aprobada el 6 de junio de 2019 y establece que las mujeres deben ocupar el 50 por ciento de los cargos, a nivel federal, estatal y local, esto con el fin de incrementar la presencia de este sector en los espacios de toma de decisión y de representación política.
Sin embargo, a nivel federal, solo 8 de 20 dependencias están encabezadas por mujeres, es decir, el 40 por ciento, de acuerdo con el estudio “La paridad de género en las secretarías y dependencias del Ejecutivo a nivel federal y local”, del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República.
“Al inicio de la presente administración, se afirmó que por primera vez en la historia se contaba con un gabinete paritario, con ocho mujeres secretarias, sin embargo, han habido momentos en los que el número ha bajado a siete, incluso ya con la reforma de paridad en vigor”, se lee.
Mientras que en el caso de los estados del país, únicamente 46 de 524 instituciones de la administración pública centralizada de las entidades tienen a una mujer a la cabeza, lo que equivale al 8.8 por ciento, según el documento.
Además, más del 80 por ciento de los gobiernos estatales incumplen con la reforma constitucional Paridad en Todo; y las mujeres suelen ser relegadas a secretarías con menor presupuesto y predominancia de estereotipos de género.
Más esfuerzos para realizar la Paridad en Todo
“Las instituciones tienen que hacer esfuerzos, las asociaciones civiles de mujeres deben seguir presionando para que a nivel local y a nivel municipal se haga efectiva la ley, aunque la ley se apruebe no necesariamente es en automático”, dice Karina Aurora Sánchez Cortés, doctora en Ciencias Políticas y Sociales de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM.
“La cuestión es que si bien el voto se nos dio a las mujeres en la mayor parte del mundo a lo largo del siglo 20, todavía no se nos había dado la oportunidad de ejercer cargos de elección, ni mucho menos cargos de elección popular”, menciona.
También dice que aunque la reforma se aprobó en el 2019, ya había algunos antecedentes en el 2014, “sin embargo, la reforma Paridad en Todo es la más fuerte, porque sí atiende todos los niveles de gobierno y son 9 artículos los de la Constitución Política los que cambian”, agrega.
Nivel estatal, otro pendiente
A nivel estatal, solo seis de las 32 entidades del país cumplen o exceden la paridad de género en la administración pública local, es decir, menos del 20 por ciento.
Se trata de Colima, con el 63 por ciento; Puebla, con el 58; Chiapas, con el 56; Oaxaca, con el 56; Nuevo León, con el 52 por ciento; y Guerrero, con el 50, de acuerdo con el documento del Instituto Belisario Domínguez.
Mientras que las entidades que tienen menor participación de las mujeres en los gabinetes de los gobiernos estatales son Aguascalientes, con el 12 por ciento; Durango, con el 14 por ciento; Hidalgo, con el 15 por ciento; Guanajuato, con el 15 por ciento; así como Tamaulipas y Tlaxcala, con el 16 por ciento, respectivamente.
La especialista también dice que el que todavía no se haya logrado la paridad, es un reflejo de la desigualdad y de las desventajas que tienen las mujeres en todo el país.
“No puedes esperar tener un gabinete o dependencias en donde la mayoría de las autoridades sean mujeres cuando en la realidad en el país, en instituciones privadas, de educación y en instituciones de otro tipo no hay una paridad.
“Esto que ocurre en el gobierno es reflejo de las condiciones estructurales en las que las mujeres están en México, donde está la ley para la igualdad de hombres y mujeres, hay leyes en contra de la violencia, etcétera; y sin embargo, estos fenómenos no se resuelven a través de leyes, hay muchas cosas pendientes para solucionar antes de pensar que por un decreto, por una reforma constitucional, va a ocurrir un cambio de facto”, dice.
Bautista León también menciona que hay una parte de responsabilidad de todas y de todos por la falta de cultura en la paridad de género, ya que es algo en lo que no se ha trabajado.
“Se ha trabajado la parte legal, la parte de la reforma, pero la parte cultural, de lograr el cambio con las personas, en la sociedad, eso no se ha logrado.
“Mientras no se encuentren mecanismos de articulación culturales, la parte que se refleja en las instituciones es muy difícil que cambien y, si cambian, suceden cosas como las que hemos visto con nuestros partidos políticos como llenar las planillas con mujeres, por ejemplo, y al final estas renuncian y entran hombres en su lugar”.