El Estado 32… busca gobernador

La eventual aprobación de la reforma política del Distrito Federal podría aplanar el terreno para que el PRI retome el control político de lo que será el Estado de la Ciudad de México.

En el 2018 –una vez que se concrete esta reforma- se celebrará la elección para elegir por primera vez un gobernador de la capital del país.

Y en ese proceso el PRI, el partido que dejó de gobernar el Distrito Federal desde hace 20 años, tendrá una intervención clave.

Imelda García Imelda García Publicado el
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de esos serán electos por listas de los partidos políticos, lo que cierra el paso a congresistas independientes
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La eventual aprobación de la reforma política del Distrito Federal podría aplanar el terreno para que el PRI retome el control político de lo que será el Estado de la Ciudad de México.

En el 2018 –una vez que se concrete esta reforma- se celebrará la elección para elegir por primera vez un gobernador de la capital del país.

Y en ese proceso el PRI, el partido que dejó de gobernar el Distrito Federal desde hace 20 años, tendrá una intervención clave.

Los priistas tendrán una notable injerencia directa en la redacción de la Constitución Política de la Ciudad de México, que tendrá que definirse el próximo año.

Durante años, los temas de la Ciudad de México han sido objeto de negociación para intentar presionar a la izquierda para apoyar al PRI en ciertos temas.

Ocurrió así, por ejemplo, en el 2013, cuando se prometió crear un Fondo de Capitalidad a cambio del voto de los diputados de izquierda en la reforma fiscal.

Los votos del PRD eran necesarios para poder aprobar esa reforma, pues el PAN se opuso en su totalidad a los cambios en la política hacendaria del país.

Hoy, aunque la reforma política del Distrito Federal está más cerca que nunca de ser aprobada por el Congreso de la Unión, aún le falta sortear dos últimos obstáculos.

Por un lado, en el Senado, un roce político con congresistas del PRD que no votaron a favor de la ratificación de Óscar Levín Coppel como vocal del IPAB, puede empantanar nuevamente el avance de la reforma y enviarlo hasta el próximo periodo ordinario de sesiones.

Para evitar que eso ocurra, debe aprobarse a más tardar el martes próximo, último día del actual periodo ordinario.

Por otro lado, una vez que las dos Cámaras hayan aprobado la reforma política de la capital, deberá conseguir la aprobación de la mitad más uno de los congresos estatales, por ser cambios constitucionales.

La mayor parte de los congresos locales se encuentra en manos del PRI.

El Congreso constituyente

La conformación del Congreso constituyente que será encargado de la redacción de la nueva Constitución Política de la capital, podría no ser tan representativo de las preferencias políticas de los capitalinos.

De acuerdo con el dictamen aprobado, la Asamblea constituyente se conformará con 100 legisladores que solo estarán en funciones para redactar la Carta Magna y serán electos en las elecciones de junio próximo.

De ellos, 60 serán electos mediante el voto popular, por listas de los partidos políticos, lo que cierra el paso a que sean electos congresistas independientes.

Los otros 40 miembros serán designados: seis, por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto; seis, por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera; 14 por la Cámara de Diputados; y 14 por el Senado.

En el caso de los designados por la Cámara de Diputados y el Senado, se hará el reparto de acuerdo a la representatividad de cada una de las bancadas.

En ningún lado de la reforma se establece que los congresistas deban ser capitalinos, por lo que los partidos podrían proponer a personas de otras entidades para redactar la Constitución de la Ciudad de México.

Mario Delgado, senador de la bancada del PRD y presidente de la Comisión del Distrito Federal en la Cámara Alta, advirtió que la Asamblea Constituyente tendrá una mayor representatividad priista.

De acuerdo con un escenario proyectado por el congresista, en la elección de junio próximo, el primer lugar en las elecciones podría ser Morena, que obtendría un 25.3 por ciento de la votación, lo que le daría un total de 15 de los 60 congresistas elegibles.

Sin embargo, su fuerza se vería disminuida porque, al tener solo el 9.5 por ciento de la votación para la Cámara de Diputados y cero en el Senado, solo se le dará un representante del Poder Legislativo.

En total, afirma Delgado, Morena solo tendría 16 representantes en el Congreso constituyente, a pesar de tener la mayor preferencia electoral. En el caso del PRD, el senador calcula que podría obtener un 21.5 por ciento de los votos en junio próximo, lo que le daría 13 representantes electos.

Por la Cámara de Diputados, tendría derecho a postular a dos personas; en el Senado, a tres. Esto, más los seis que puede nombrar el jefe de Gobierno, cobijado por el PRD, darían un total de 24 congresistas.

En cambio, el PRI, sin tener la mayoría de votos en la capital, se haría con el mayor número de representantes.

Los cálculos de Delgado arrojan que el PRI llegaría solo a un 17.7 por ciento de los votos en la elección de junio, lo que le daría 11 representantes.

Empero, al tener la mayoría en la Cámara de Diputados, podría postular a siete congresistas; más otros siete en el Senado. A ellos, se sumarían los seis propuestos por el presidente Peña Nieto, lo que daría un total de 31.

Con esto, sostiene Delgado, el PRI tendría la mayor parte de los congresistas constituyentes de la Ciudad de México sin tener verdadera representatividad en las urnas.

“La gran trampa detrás de los ‘designados’ en la Asamblea Constituyente es minimizar a Morena y favorecer al PRI”, ha dicho el senador.

Vidal Llerenas, diputado federal de Morena, expuso que esto beneficiará al PRI porque buscarán frenar el liberalismo con que se ha conducido la capital.

“Es el enorme miedo de que la izquierda de verdad, la izquierda democrática de esta ciudad, la que ha hecho una ciudad de derechos, una ciudad de libertades, una ciudad que es el ejemplo del país, no sea la que decide.

“Este es el proyecto del PRI, el PRI quien siempre ha querido tutelar a la Ciudad de México y que, saben qué, nunca. Nunca va a ganar las elecciones a pesar de que hayan hecho una Constitución a modo”, lanzó Llerenas.

En cambio, para Braulio Guerra, diputado del PRI, es justificable este modelo pues, aunque la Ciudad de México será autónoma, seguirá siendo sede de los poderes federales.

“El Grupo Parlamentario del PRI afirma que esta reforma es categóricamente democrática y profundamente legítima, porque la Ciudad de México tiene dos dimensiones: es el asiento de los poderes federales, pero al mismo tiempo ocupa a las autoridades locales que requieren de su competencia y de sus facultades en materia política y administrativa”, consideró.

La elección de la Asamblea constituyente se realizará en junio próximo, y será organizada por el Instituto Nacional Electoral.

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