Recién desempacado de China, Miguel Ángel Mancera está listo para recibir el próximo lunes 8 de octubre su constancia como jefe de gobierno del Distrito Federal.
Hace seis años, apenas fue declarado ganador, Marcelo Ebrard Casaubón visitó China para explorar posibilidades de inversión; hoy, el jefe de gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, repitió la fórmula y se reunió con autoridades de aquél país asiático.
Sin claridad aún en quiénes serán los integrantes del nuevo gabinete, lo acompañaron durante su viaje Julio Serna y José Ramón Amieva, lo que podría indicar que ellos serán los seleccionados para estar al frente de las áreas de Finanzas, Oficialía Mayor y Contraloría.
El viaje a China revela un marcado interés de fortalecer las oportunidades de negocios entre ambos gobiernos.
En el caso del gigante asiático, desde hace varios años no pierde tiempo ni oportunidad de establecer contacto con el gobernante en turno. Esta vez le tocó a Mancera.
Con esa sagaz visión de negocios que los caracteriza, los chinos lo nombraron visitante distinguido de Beijing y luego de Shanghai, no sin antes sentarlo con los funcionarios de Construcción y Transporte; Planeación Urbana y la Comisión de Economía, áreas donde los chinos tienen especial interés.
Durante esa visita del 22 al 28 de septiembre le presentaron al ex procurador el proyecto de “Ciudad Digital Inteligente”, que detalla aspectos de la digitalización de los servicios de la ciudad a partir de aplicaciones tecnológicas que facilitan la convivencia y movilidad urbana.
Los resultados del viaje asiático
Mancera acordó conformar una comisión bilateral de proyectos estratégicos en cuatro áreas: ciencia, tecnología, infraestructura y transporte.
“Damos una bienvenida efusiva a la delegación dirigida por el Sr. Mancera, el alcalde de la ciudad de México”, escribieron los chinos.
En el 2006, Marcelo Ebrard hizo un viaje similar, acompañado de su entonces esposa Mariagna Pratts. En esa ocasión la visita fue financiada por Sinosure, una organización del gobierno chino dedicada a financiar la exportación e inversiones en infraestructura.
La polémica china de Ebrard
Cuatro años después de ese viaje, Marcelo Ebrard enfrentó la polémica y los cuestionamientos por haber intentado comprar trenes chinos para la empresa Norinco a través de un crédito donde Deutsche Bank México sería el agente fiduciario del proyecto, Bank of China el acreedor; el asegurador Sinosure y el deudor, una SAPI creada por el gobierno capitalino.
Las críticas cuestionaban el hecho de que los 35 trenes que se iban a comprar a Norinco eran tecnológicamente diferentes al resto de la flota del sistema, con carros más anchos y más largos.
La cortesía de las chinos no es fortuita. Esta vez, como hace seis años, el viaje fue financiado por aquel gobierno. Tan conocida como es su voracidad para hacer negocios, los veremos pelear por los principales proyectos que empuje la nueva administración.