El desafío de la Inteligencia Artificial para los creadores de cine en México

Resulta un hecho indiscutible que la Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando el mundo, lo cual ha generado polarización en múltiples sectores, siendo uno de ellos el mundo del cine.

El uso de la IA como herramienta en la creación de guiones y en la producción cinematográfica ha sido un tema en constante debate.

La reciente huelga protagonizada por escritores, actrices y actores de Hollywood, además de exponer las condiciones de trabajo injustas que muchos de sus miembros enfrentan, ha generado un gran revuelo en la producción y en el calendario de eventos anuales.

Entre las consecuencias más notables, destaca el aplazamiento de la ceremonia de entrega de los premios Emmy, la cual estaba programada para el 18 de septiembre.

Hasta el momento no hay información sobre una nueva fecha. Sin embargo, uno de los puntos más destacados ha sido analizar los alcances, retos y consecuencias que la IA puede tener en la industria cinematográfica.

Protesta en territorio nacional

La huelga llega a México en un año en el que incluso festivales optaron por llevar este tema a las alfombras rojas y a las mesas de debate.

El Festival Internacional de Cine en Guanajuato realizó su edición 26 en torno a esta situación.

Sara Hoch, directora del encuentro, quien utilizó vestimenta creada con IA, organizó a lo largo de la edición mesas de discusión en las que creadores expresaron sus puntos de vista, como el futuro de la revolución tecnológica y los posibles desequilibrios en el trabajo de guionistas, directores y fotógrafos.

En entrevista con Reporte Índigo, Hoch expresa su inquietud ante la posibilidad de que se desplace el intelecto humano debido a los avances de la IA.

“Históricamente, los cambios han sido laborales, pero ahora nos enfrentamos al riesgo de que los cerebros humanos sean desplazados. El intelecto y el poder presupuestal del mundo está en peligro. Me preocupa enormemente este gran cambio”, admite Hoch.

Por su parte, María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), destaca la utilidad de la IA para la creación de efectos visuales, animación, captura de movimientos y como parte de las estrategias de producción, distribución y promoción, sin embargo, advierte que su creciente presencia también genera temor.

“La IA es una creación humana, una herramienta diseñada por nosotros. La cuestión está en quién la controla y con qué fines se utiliza”, comenta.

El dilema en el cine mexicano

La actriz Eréndira Ibarra, quien recientemente participó en Matrix: Resurrections junto a Keanu Reeves, comparte que el actor le comentó que en un futuro los cineastas podrían ser reemplazados por IA.

Por lo que muy probablemente, la película número cinco de esta saga podría ser hecha sin la presencia de actrices y actores, pues la directora Lana Wachowski los escaneo para poder realizar Matrix: Resurrections.

“En una ocasión yo le dije a Lana Wachowski: ‘Oye, qué tal que mi pierna en la patada no llega donde tiene que llegar’, y  me dijo: ‘no importa, yo la pongo donde tiene que llegar’. Creo que podemos usar eso para bien y se pueden venir cosas muy chingonas, pero tampoco se trata de perder para seguir creciendo como artistas”, detalla.

Natasha Ybarra Klor, integrante del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos, asegura que ella utiliza Chat GPT como herramienta de trabajo, ya que le ayuda a editar y corregir los guiones.

“Confieso que Chat GPT permanece abierto en mi buscador. Hay cosas que no le puedo confiar, me queda clarísimo, y yo no sé siquiera si se lo voy a poder confiar en la versión 5, 8, 10, por más que los más optimistas de la industria de la Inteligencia Artificial crean que sí.

“Pero hay cosas que totalmente sí le puedo confiar. Es decir, que edite los textos, la corrección de estilo, las traducciones, porque es eficiente y rápido. Si yo quisiera podría llegar mañana a Netflix a pinchar 20 mil proyectos sin utilizar a nadie más”, comparte.

Para la guionista, utilizar Chat GPT la pone en ventaja, pues no le tiene que pagar a nadie, pero en desventaja en cuanto al dilema moral que produce esto, además de no crear oportunidades para futuros equipos.

“Nosotros los humanos tenemos intuición, imaginación, nos enfrentamos a la página en blanco y eso produce muchísimo pánico. Lo que he logrado hacer con Chat GPT, por ejemplo, es bajar las ideas de una manera muy desordenada y caótica, un poco como lanzándome al vacío, y me produce un primer draft.

“Eso ha elevado mi productividad. Normalmente trabajo de 5 de la mañana a 7 de la noche, todos los días, ahora, en seis horas, me encuentro sin nada que hacer por el provecho que le he podido sacar a esta herramienta”, sostiene

No obstante, admite, que el trabajo del guionista no es solamente escribir ese primer draft, sino la reescritura, que tiene una serie de características completamente diferentes. De nuevo juegan la imaginación, la intuición y la creatividad.

“Chat GPT no puede reescribir, porque no tiene sensibilidad. O sea, no tiene la capacidad de identificar. La herramienta más importante o lo más desarrollado que debe tener un guionista para ser bueno es intuición, Chat GPT no la tiene”, manifiesta.

La guionista de producciones como Las Aparicio remarca que la IA no tiene intuición. Por lo tanto, duda que Chat GPT algún día llegue a ser un buen guionista.

“Le podemos enseñar a imitar la intuición. Porque, finalmente, le decimos inteligencia artificial porque aprende, pero no porque tenga estas características humanas como la sensibilidad, la intuición o la imaginación. Le podemos enseñar a que imite”, dice.

La IA ha llegado para quedarse y su presencia en la industria del cine es innegable. Aunque representa una poderosa herramienta, también plantea cuestionamientos éticos y creativos.

Ética tecnológica

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desarrolló en 2021 el primer estándar global sobre la ética de la Inteligencia Artificial.

De acuerdo con Gabriela Morales, directora general de Ciencias Sociales y Humanidades de la UNESCO, la IA ha experimentado un crecimiento anual superior al 37 por ciento según datos del Grand View Research.

“La Inteligencia Artificial generativa, como el famoso Chat GPT, ha tenido una aceleración impresionante. Sabemos de sus enormes beneficios, nos ayudan a administrar los sistemas de salud, de educación, nos permiten desarrollar una vacuna en un año en lugar de en cuatro o en ocho, que era el caso anteriormente.

“Pero también nos plantea importantes retos que, por supuesto, tienen solución si aplicamos los parámetros éticos”, sostiene.

En algunos países, las autoridades públicas ya usan tecnologías de reconocimiento facial basados en Inteligencia Artificial para controlar a sus ciudadanos y también para imponer vigilancia masiva.

“A esto se suman las restricciones a nuestras libertades fundamentales y derechos humanos, así como el impacto en los más jóvenes. La libertad de no ser manipulado, de saber cómo se utilizan nuestros datos, nuestra privacidad, la rendición de cuentas, la transparencia, todo lo que implica tener un marco basado en derechos.

“El tema es pensar cómo la sociedad tiene que adoptar esa tecnología para mejorar su posición y su situación y qué gobernanza es la más adecuada. Porque necesitamos una regulación que proteja los derechos humanos”, opina.

En la industria del séptimo arte

Si bien la IA abrió un mundo de posibilidades al permitir producir películas con mayor velocidad y eficiencia, también sacó a relucir algunas preguntas éticas.

“Las películas generadas por IA también pueden ser utilizadas para difundir información errónea o que infrinjan los derechos de los actores, de las actrices, de los productores, de todo el ecosistema del cine y generar situaciones en que no se pueda controlar cómo se hace el uso de sus trabajos y dar lugar a abusos”, argumenta.

Por ello, desde la UNESCO, Morales específica que siempre debe haber un control humano en todos los desarrollos tecnológicos, lo cual han impulsado con su recomendación de la ética de la Inteligencia Artificial, la cual tiene como objetivo orientar la formulación de una amplia gama de acciones, incluidas en la gobernanza de los datos, el medio ambiente, la equidad de género, la cultura, la economía, el trabajo, la educación y la investigación.

“Esta recomendación tiene un capítulo en la repercusión de los sistemas en las industrias creativas. El mundo necesita normas éticas estrictas para usar la IA y ese es el gran reto de nuestro tiempo. Los países necesitan estrategias nacionales y regionales y en ello también estamos trabajando”, concluye Gabriela Morales.

El tema legal

Mientras que algunos países europeos y en Estados Unidos se enfrentan a dilemas sobre la regulación de la Inteligencia Artificial, México se encuentra dando pasos significativos hacia la creación de un marco normativo.

Italia ha optado por prohibir el uso de herramientas de IA, como ChatGPT, debido a las preocupaciones sobre su impacto y posibles consecuencias no deseadas. Por su parte, naciones como Irán o Rusia aún no tienen acceso a tecnologías desarrolladas por compañías como OpenAI.

El diputado Ignacio Loyola Vera, representante del Partido de Acción Nacional (PAN) en el Congreso federal, ha presentado un proyecto de ley titulado “Ley para la regulación ética de la Inteligencia Artificial para los Estados Unidos Mexicanos“.

Según el legislador, la IA se define como “la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o razonamiento lógico”.

El objetivo de esta propuesta de ley es establecer estructuras y estándares éticos para el desarrollo, investigación y uso de la IA en México.

Además, busca crear un Consejo Mexicano de Ética para la Inteligencia Artificial y la Robótica (Cmetiar).

Esta entidad tendría la responsabilidad de velar por la aplicación responsable de la IA en diferentes sectores.

Esta iniciativa ha generado un debate en el país, con opiniones diversas sobre su alcance y efectividad.

“Hoy por hoy cualquiera podría tomar la imagen de tu familiar fallecida y hacer con ella lo que quisiera, porque en este momento, la ley y los derechos de la personalidad solamente prevén que la persona, cuando está viva, pueda dar derecho a su imagen. Posterior a su muerte, hay un vacío legal.

“Evidentemente, es un debate mucho más profundo; si alguien quisiera demandar, sería muy complicado para él hacerlo”, explica  Aldo Rodríguez Cortés, abogado y co fundador de la plataforma Lawgic.