El crimen en la Fundación Mary Street Jenkins

A través de diversos movimientos, los familiares de William O. Jenkins han tergiversado lo que el creador de la Fundación Mary Street Jenkins dejó establecido en su testamento
Rubén Zermeño Rubén Zermeño Publicado el
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Debido al atropello a la voluntad de su abuelo, Guillermo Jenkins de Landa, hijo de Guillermo Jenkins Anstead y Elodia Sofía de Landa de Jenkins, demandó penalmente a su madre y a sus hermanos por no respetar el destino de los activos de la Fundación Mary Street Jenkins.

Aprovechando la reforma que realizaron en 2013 a los estatutos de la fundación, la familia removió a Guillermo Jenkins de Landa, un movimiento orquestado por su hermano Roberto.

Sin oposición dentro, los Jenkins de Landa que controlaban la fundación, decidieron mover el domicilio de la institución a Guadalajara, Jalisco. Violando nuevamente la voluntad y testamento de su abuelo William O. Jenkins, que estableció que la sede sería siempre la capital poblana

En 2014, el patronato de la fundación creó la institución de beneficencia privada Fundación de Bienestar de Filantropía, con domicilio en Aguascalientes. Los patronos y representantes legales de la nueva institución son los mismos que la de Mary Street.

Ese mismo año, el patronato decide donar todo el patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins, incluido el dinero y bienes materiales, como el campus de la Universidad de las Américas de Puebla, a la institución de beneficencia privada Fundación Bienestar de Filantropía.

En dicho movimiento, los abogados Virgilio Rincón Salas y Alejandro González Muñoz fungieron como representantes de la Fundación Mary Street Jenkins y Carlos Román Hernández como representante de la Fundación Bienestar de Filantropía.

El siguiente paso de los Jenkins de Landa fue cambiar el domicilio de la nueva Fundación a Barbados, después a otro paraíso fiscal: Panamá, para finalmente cambiar el nombre de la institución a Fundación para el Desarrollo Latinoamericano.

Al igual que en la fundación pasada, los patronos y representantes legales de la nueva institución son los mismos que los de la Fundación Mary Street Jenkins.

Finalmente y cuatro meses antes del fallecimiento del hijo de William Oscar Jenkins Biddle, Guillermo Jenkins Anstead, se publica el reglamento de la Fundación para el Desarrollo Latinoamericano.

En el reglamento se establece como beneficiarios de todos los bienes de la nueva institución, que originalmente pertenecen a la Fundación Mary Street Jenkins, a los herederos de Jenkins Anstead, es decir, a su esposa Sofía de Landa y a sus hijos.

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