‘El Chapo’ no se quiere ir

Aunque en al menos cinco amparos presentados ante la justicia federal, Joaquín Guzmán Loera alega condiciones de tortura por parte del sistema carcelario mexicano, el otrora poderoso jefe del Cártel de Sinaloa no quiere ser extraditado; busca quedarse en una prisión mexicana para enfrentar sus delitos, en donde, a cambio, reclama que se le mejoren sus condiciones carcelarias.

Para su abogado defensor, no se trata de una pose, ni el reo juega en una estrategia mediática a fin de lograr un acuerdo legal favorable con la autoridad judicial de Estados Unidos. 

“Es la intención real de Joaquín Guzmán Loera enfrentar en su país el proceso legal por los delitos que se le acusan”.

Por esa razón, Joaquín “El Chapo” Guzmán ha fincado su pelea legal en el uso de los amparos; a través de los cuales busca, principalmente, evitar su extradición a una cárcel de EU.

Su defensa estima que “si se le lleva un proceso penal ajustado a derecho”, no existe la posibilidad de que sea extraditado a una cárcel federal en Estados Unidos. 

“Ya un juez consideró que no procede la extradición y eso se va a repetir cuantas veces insista el gobierno de Estados Unidos”, dijo el abogado José Refugio Rodríguez.

Como parte central de su defensa, el capo mexicano ha argumentado ante la autoridad judicial federal que, de concretarse su extracción a EU, su vida corre peligro. Así lo estableció en un amparo presentado en su calidad de prófugo, cuando ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Amparo Penal del Distrito Federal, argumentó que teme que le apliquen “penas inclementes, o hasta la pena de muerte”.

De acuerdo al coordinador de los abogados que llevan su defensa, el jurista José Refugio Rodríguez, 

“El Chapo” Guzmán busca evitar la extradición, no sólo porque confía en el sistema judicial mexicano, sino porque existe un delito que se le reclama en la corte del Oeste de Texas, con sede en la ciudad de El Paso, en donde la sanción es la pena de muerte, por lo que se estima fundado su temor.

De acuerdo a la versión de su abogado, Joaquín Guzmán Loera se encuentra enfermo.

“Sus padecimientos se han arreciado a causa del encierro, la incomunicación y la segregación en la que se le mantiene desde que ingresó a la cárcel federal de Ciudad Juárez, en donde las condiciones de control extremo sobre el interno rebasan el nivel de seguridad para pasar al orden de la violación de los derechos humanos”.

En uno de los amparos interpuestos, el propio “Chapo” Guzmán, se ha dicho víctima de tortura física, al no permitirle dormir; y emocional, al negarle la comunicación y visitas de su familia.

En la mayoría de los reclamos presentados ante la justicia federal, “El Chapo” Guzmán ha alegado incomunicación, torturas, segregación, aislamiento, falta de atención médica y tratos crueles e inhumanos, tanto en la cárcel federal de Almoloya como en la de Ciudad Juárez.

Condiciones extremas

De acuerdo a la versión del abogado José Refugio Rodríguez, las condiciones carcelarias que afronta Joaquín Guzmán Loera “son extremas”, en nada se parecen a las que encaran otros presos, por lo que considera que el sistema carcelario mexicano de alguna forma se manifiesta selectivo. 

Los amparos que quedan pendientes de resolución, dijo el abogado, la mayoría son relativos al reclamo de mejores condiciones carcelarias para Joaquín Guzmán Loera, quejándose principalmente de las veces que pasa lista y las horas en las que se verifica su presencia dentro de la celda.

Sobre el particular, “El Chapo” Guzmán ha escrito también de su puño y letra, “casi no duermo porque tengo que estarme levantando a pasar lista ya estoy pasando lista 17 veces por 24 horas estoy mal de salud por la razón de que no me dejan dormir casi eso es lo más importante mi salud de antemano le agradesco (sic) gracias. Joaquín Guzmán L.”

Según explicó el abogado del “Chapo” Guzmán, en entrevista con Reporte Indigo, en estos momentos su cliente se encuentra enfermo. 

“Le están aplicando un medicamento que aparentemente tiene la intención de disminuir sus estados de angustia y depresión, pero su uso cotidiano le puede afectar su salud”.

Por esa razón en estos momentos existe un amparo para que se revise el medicamento que todos los días le están aplicando a Guzmán Loera, pero la resolución de ese recurso no se ha podido desahogar porque la PGR no ha podido presentar un perito en química sanguínea, que determine si el medicamento suministrado es nocivo o no.

Una batalla larga

Desde el punto de vista del abogado José Refugio Rodríguez, la defensa del “Chapo” Guzmán será una larga batalla, no sólo por la importancia mediática de su cliente, sino por lo lento del sistema judicial. Por esa razón estima que la resolución sobre la no extradición que está reclamando su cliente se puede tardar aún varios meses.

Pero, aun así, confía en que el estado de derecho y el debido proceso penal habrá de permitir que Guzmán Loera sea procesado en nuestro país, “pues ya se tiene ganado un amparo en ese sentido”.

Cabe recordar que hace apenas un mes, “El Chapo” Guzmán pudo lograr de la autoridad federal la protección de la justicia para no ser extraditado. Dicha resolución no se ha podido asentar en firme porque la PGR se inconformó con la resolución, y solicitó una revisión del caso, “lo que ha hecho que se retrase la sentencia de ese amparo por lo menos otros ocho meses”.

No existen elementos para que “El Chapo” Guzmán sea juzgado por otros órganos judiciales ajenos a nuestro país, dijo su abogado, por eso se tiene la plena convicción de que a final de cuentas Guzmán Loera será juzgado en México.

Joaquín Guzmán Loera está acusado, entre otros delitos, como portación de arma prohibida y narcotráfico, de Delincuencia Organizada y Fomento al Narcotráfico, por lo que pende sobre su persona una sentencia de entre 30 a 45 años de prisión.

Por esa razón el ex jefe del Cártel de Sinaloa se ha hecho de un grupo de 14 abogados, todos coordinados por José Refugio Rodríguez, quien aseguró que el equipo está al pendiente de manera casi permanente en los juzgados de Culiacán, Hermosillo, Tepic, Guadalajara, Ciudad de México, Toluca, Ciudad Juárez y Matamoros, en donde residen procesos contra el capo mexicano.