El cazador cazado en Texas

La ejecución del abogado Juan Guerrero Chapa en Texas se planificó durante dos años, tiempo durante el cual los asesinos acecharon a la víctima con equipos de espionaje como cámaras de video-vigilancia y dispositivos de rastreo.

Entre marzo de 2011 y mayo de 2013, de acuerdo a la investigación del FBI, los asesinos de Guerrero Chapa, entre los que está involucrado uno de los operadores del Grupo Rudo de San Pedro, conspiraron en la ciudad de Dallas en contra del exabogado del narcotraficante Osiel Cárdenas, líder del Cártel del Golfo.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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La ejecución del abogado Juan Guerrero Chapa en Texas se planificó durante dos años, tiempo durante el cual los asesinos acecharon a la víctima con equipos de espionaje como cámaras de video-vigilancia y dispositivos de rastreo.

Entre marzo de 2011 y mayo de 2013, de acuerdo a la investigación del FBI, los asesinos de Guerrero Chapa, entre los que está involucrado uno de los operadores del Grupo Rudo de San Pedro, conspiraron en la ciudad de Dallas en contra del exabogado del narcotraficante Osiel Cárdenas, líder del Cártel del Golfo.

El espionaje era la especialidad de Jesús Ledezma y de su hijo Gerardo Ledezma Campano, arrestados el viernes pasado en la ciudad de McAllen, Texas, acusados de este polémico crimen.

Una práctica ilegal que comenzaron a realizar cuando trabajaron en el Municipio de Monterrey, en la Dirección de Alcoholes, y que luego perfeccionaron en San Pedro Garza García con el Grupo Rudo que formó el exalcalde Mauricio Fernández.

El FBI en su investigación sostiene que los asesinos de Guerrero Chapa instalaron cámaras de videovigilancia en la colonia residencial de Dallas donde vivía el abogado originario del municipio de China, Nuevo León, para seguir a detalle sus movimientos de él y los de su familia.

Los asesinos de este narcoabogado fueron meticulosos en la ejecución de su operativo para vigilar los movimientos del narcoabogado. 

Utilizaron hasta ocho vehículos para vigilarlo y fotografiar sus movimientos.

Finalmente, el 22 de mayo de 2013, los ejecutores de Guerrero Chapa concluyeron su plan asesinando al abogado en el estacionamiento del exclusivo centro comercial de Southlake, Town Square.

Junto con su esposa, Guerrero Chapa acudió ese día por la tarde a realizar compras. Cuando regresó a su vehículo el abogado se ubicó en el asiento del copiloto de la camioneta Range Rover de su propiedad, mientras su esposa dejaba las compras en la parte trasera del vehículo. 

Una camioneta Toyota Sequoia, de color blanco, se acercó y un hombre encapuchado descendió para descargar su pistola calibre 9 milímetros sobre el cuerpo del abogado.

En sólo seis segundos Guerrero Chapa estaba muerto.

Pero este crimen no fue perfecto. 

Los asesinos dejaron rastros que los investigadores del FBI siguieron para identificarlos, arrestarlos y acusarlos.

Los mexicanos serán procesados en una Corte Federal de Fort Worth, Texas, por el delito de acoso interestatal con la intención de asesinar al abogado de narcotraficantes.

La Policía de Texas no ha informado hasta el momento sobre los motivos por los cuales el abogado pudo haber sido asesinado.

Una línea de investigación, indica que Guerrero Chapa fue ejecutado por un cártel mexicano porque presuntamente era informante del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. 

El día de ayer Reporte Indigo publicó que como sospechosos del crimen de este abogado, el FBI relaciona a integrantes del Grupo Rudo de San Pedro, ligado con el Cártel de los Beltrán Leyva.

La acusación que presentó el FBI contra Jesús Ledezma, su hijo Gerardo y su primo José Luis Cepeda Cortés, incluye correos electrónicos enviados entre sí con información sobre Guerrero Chapa.

El plan para matar a Guerrero Chapa comenzó en el 2011, según la investigación federal. 

Jesús Ledezma, conocido como Chuy Ledezma, operador del Grupo Rudo creado por el exalcalde Mauricio Fernández, coordinó el operativo, según la investigación del FBI.

Los investigadores federales utilizaron información de la compañía celular para comprobar las comunicaciones entre ellos y ubicarlos cerca de la zona donde vivía Guerrero Chapa.

El 5 de marzo Ledezma Campano y su padre, Jesús Gerardo Ledezma Cepeda, viajaron de Monterrey rumbo a Grapevine, Texas.

De ahí rumbo a la residencia de Guerrero Chapa en un suburbio muy exclusivo de Dallas.

Cepeda Cortés usó sus cuentas personales de correo electrónico para enviar y recibir información sobre la localización del abogado.

Ellos tuvieron acceso a información personal sobre Guerrero Chapa, fotografías de la residencia, de los vehículos usados por la familia e información personal de la víctima.

La investigación sostiene que Cepeda Cortés rentó dos casas: una en Florida y otra en el área de Dallas-Fort Worth, que usaron para planear el asesinato. 

Los agentes federales tienen en su poder los registros de las entradas que hizo a Estados Unidos Ledezma Campano, hijo de Jesús Ledezma, rumbo a la zona donde residía Guerrero Chapa.

Entre el 29 de abril y el 1 de mayo de 2013, Jesús Ledezma recibió fotografías en su correo electrónico, de parte de su primo Cepeda Cortés, quien captó las imágenes con una cámara que se instaló en la colonia de Guerrero Chapa, para vigilar sus movimientos.

La Policía comprobó que los Ledezma  compraron, pagando en efectivo, un vehículo en 3 mil 300 dólares y otro en 3 mil 900 dólares, automóviles que utilizaron para la vigilancia de Guerrero Chapa.

Ledezma Cepeda fue identificado en fotografías por uno de los vendedores.

Las pruebas que lograron conseguir los investigadores ponen a Ledezma Campano, el día del asesinato de Guerrero Chapa, a menos de una milla de la residencia del abogado.

Un Gran Jurado de la Corte federal decidirá su culpabilidad, o no, y la de sus cómplices.

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