La omisión de las instituciones que no brindan protección a los niños ante el acoso o abuso escolar, ha hecho que en Jalisco los propios padres de familia tomen cartas en el asunto.
Por eso desde hace más de 3 años existe la Asociación Jalisciense de Padres de Familia en Contra de la Violencia y el Acoso Escolar en la Educación Básica (Asjapava).
Atienden alrededor de 10 llamadas al día, la mayoría de padres de familia que piden asesoría porque sus hijos son abusados.
Es una organización que empujó en el estado la creación de la llamada Ley Anti-bullying y que atiende casos de menores que sufren este hostigamiento.
Y aunque en 2010 dicha propuesta de ley fue rechazada por el Congreso local argumentando que sus supuestos ya estaban en la Ley Educación y la Constitución de Jalisco, el año pasado se aprobó un marco legal que se integra a la Ley de Educación.
Se trata del título noveno: “De la Seguridad y Convivencia Escolar”.
La presidenta de Asjapava, María del Refugio Ruíz Moreno, es madre de un niño que sufrió violencia escolar y ha escuchado historias trágicas sobre este fenómeno que la autoridad combate solamente en papel.
Afirma que en Jalisco un gran número de alumnos en la educación básica sufren de algún tipo de abuso escolar:
“El que sufre la violencia casi siempre la soporta en silencio, difícilmente abre la boca, difícilmente lo sabe el padre de familia y te puedo decir que 8 de cada 10 chicos sufren violencia escolar”.
Para Ruiz Moreno la falta de reglamentación de los cambios en la ley de educación ha permitido que las escuelas no se vean obligadas a adoptar las medidas que en esta normativa se indican.
Y es que tal parece que las autoridades locales desestiman el problema de la violencia en la educación básica, reduciéndolo a un pleito de niños.
“Hay ciertas edades inimputables en donde la responsabilidad es parte de los padres de familia y los cuales piensan que es un problema de niños, pero que se convierte en cosa de grandes: tenemos homicidios registrados, tenemos suicidios”, indica Ruiz Moreno.
En municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) con altos índices de violencia y pandillerismo como Tlajomulco de Zúñiga, el problema no se atiende institucionalmente.
Con la creación de la ley se pretendió que los cambios vinieran solos.
Pero los instrumentos que el gobierno brindó a las víctimas de abuso escolar, simplemente no funcionan.
Sobre la línea de atención de la Secretaría de Educación de Jalisco para atender emergencias de casos de abuso escolar, Ruíz Moreno dice no sirve por qué no ayuda correctamente a las víctimas.
“¿Por qué crees los padres de familia no se atreven a denunciar? Por miedo, por desconocimiento y por el qué dirán”.
El bullying no es cosa de niños
Aunque las cifras de organismos a nivel nacional indican que la problemática del bullying afecta a una cuarta parte de los alumnos en educación básica, en Jalisco se minimiza la estadística.
Según el Instituto Jalisciense de Salud Mental solo el 6 por ciento de los alumnos sufren de estos abusos.
Cifras de investigadores de la Universidad Autónoma de México (UNAM) revelan que el 25 por ciento de los niños que cursan la primaria en México son víctimas de bullying de algún tipo.
El Instituto Nacional para la Evaluación Educativa señala que 17 de cada 100 alumnos en la primaria y 14 de cada 100 en secundaria, son lastimados físicamente por sus compañeros.
Y es que la debilidad institucional para el tratamiento de este problema genera impunidad, ya que ni las víctimas ni sus padres se atreven a denunciar por temor a empeorar la situación por las represalias.
También existe una oposición por parte de varios profesores a adoptar las medidas de la nueva reglamentación.
Porque se cree que aceptar que los maestros forman parte del problema por su pasividad o por su participación en el abuso, los pone en una situación de riesgo.
Pero la realidad es que en la violencia y el acoso escolar entran todos y el problema se puede dar en todas direcciones.
Generalmente los padres asumen que el problema se reduce a un pleito entre iguales, en el que los adultos no tienen porque intervenir.
Pero a veces, según explica la presidenta de ASJAPAVA, la violencia escolar es más compleja.
Porque también se puede dar de alumnos a maestros y viceversa.
Los cambios en la legislación local son un antecedente importante porque establecen al menos en definición, los tipos de abusos.
Pero hace falta que todos estos párrafos que sancionan y previenen la violencia escolar bajen a los reglamentos de las escuelas y se apliquen.
Porque si la reglamentación se queda en el papel, la impunidad se mantiene y las instituciones educativas y de gobierno se vuelven cómplices en el abuso y victimización de los menores afectados.
Los cambios en la Ley de Educación
Las reformas en la Ley de Educación de Jalisco adicionaron 21 artículos sobre la violencia y el abuso escolar.
Estas modificaciones entraron en vigor un día después de su publicación en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco, es decir a finales de junio de 2011.
En el artículo 158 se enlistan los tipos de abuso escolar: físico, verbal, psicológico, sexual y cibernético
Del 163 al 172 se establecen las “reglas de convivencia escolar” que se centran principalmente en la actuación de las autoridades educativas cuando ven el abuso y cuando ellos lo ejercen.
Finalmente de los artículos 173 al 177 de esta modificación se habla sobre las medidas de prevención tanto de padres de familia como maestros.
Todo esto es bullying…
Amenazas: contra tu integridad física, mental y familiar.
Intimidación: te atemorizan emocionalmente hasta provocarte un gran miedo, para conseguir ser superiores y manejarte a su antojo.
Exclusión: te ignoran para evitar que participes en las actividades comunes.
Hostigamiento: recibir burlas, faltas de respeto y ponerte en ridículo con sobrenombres.
Acoso moral: distorsionan negativamente tu imagen, tu forma de pensar, de ser y tus actividades, provocando el rechazo de compañeros y maestros.
Presión y chantaje: ejercen un dominio físico y psicológico para presionar a que hagas cosas en contra de tu voluntad, te coaccionan de tal manera que pueden lograr abusos emocionales, actos sexuales humillantes.
Cyberbullying: te acosan a través de Internet, páginas de redes sociales, texting, sexting, etc.
Prohibiciones o bloqueos: buscan presentar a la víctima como débil, indefensa, tonta, cobarde, para convertirla en el hazme reír de sus seguidores, convirtiéndose éstos en acosadores.
Sexual: cualquier tipo de acoso a tu intimidad.