El caso del mandatario de Nuevo León, Jaime Rodríguez, es el más emblemático para describir el caos que significa gobernar sin tener un Congreso afín.
Hace un año, “El Bronco” arrasó en la elección de gobernador postulándose como candidato independiente.
Pero ningún abanderado independiente a diputado local logró los votos suficientes para colarse al Congreso estatal.
“El Bronco” no cuenta con ningún legislador afín.
Hay una bancada de tres diputados independientes, quienes renunciaron a sus partidos una vez que ganaron sus diputaciones. Pero estos legisladores son más cargados al PRI, que es el partido que tiene el control del Congreso y de las principales comisiones, gracias a sus alianzas con el PANAL, Verde y PT.
Los dos diputados de Movimiento Ciudadano -que llegaron por la vía de la representación proporcional- son los que más apoyan las iniciativas del Ejecutivo.
Desde que tomó protesta como gobernador en octubre pasado, la relación de Rodríguez y los legisladores ha sido de confrontación y choque.
La dinámica se mantiene constante: el Ejecutivo envía iniciativas -como la solicitud para la reestructuración de la deuda- y en el Congreso del Estado las congela.
O los diputados aprueban una ley y el gobernador decide vetarla.
La primer confrontación entre Ejecutivo y diputados fue la aprobación del Presupuesto de Egresos de este año para Nuevo León.
Los legisladores primero amagaron con realizar cambios al documento enviado por “El Bronco”, lo que provocó un choque con el gobernador.
Finalmente se aprobó el Presupuesto estatal enviado por el Ejecutivo, pero los diputados también pasaron una reforma que los faculta para que este año puedan realizar modificaciones al presupuesto enviado por el mandatario.
Gobernador y diputados también se enfrentaron por la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana, en la que se establecía la figura de la revocación de mandato.
Primero, “El Bronco” la vetó y los diputados tuvieron que realizarle cambios para que el mandatario aceptara publicarla.
Rodríguez también detuvo la Ley de Protección Contra la Exposición al Humo del Tabaco, aprobada por los diputados donde se retiraba la prohibición de fumar en lugares cerrados.
Rodríguez puso freno a la Ley de Protección Animal, que elCongreso había aprobado y en la que se permitían las peleas de perros.
Hace un mes, el Congreso del Estado aprobó en albazo una reforma al Poder Judicial del Estado para evitar que el gobernador pudiera postular el sustituto de un magistrado que se jubilaba.
El último episodio de confrontación entre “El Bronco” y diputados fue hace dos semanas, cuando en el Congreso no se aprobó la solicitud de deuda y de reestructuración de pasivos solicitada por el Ejecutivo.
La sesión extraordinaria, que se convocó para la aprobación, terminó con la toma de tribuna por parte de los diputados del PAN y el retiro de los priistas cuando los blanquiazules intentaron someter a aprobación las cuentas públicas del exgobernador Rodrigo Medina.
El actual mandatario criticó públicamente la actitud de los legisladores.
“Me da mucha pena amanecer con la noticia que los Diputados se pelean entre sí”, señaló Rodríguez.
“Me da vergüenza que eso pase porque eso detiene el avance de un Estado, solamente beneficiando a sus partidos políticos… por eso yo soy independiente, por eso decidí ser independiente, para no tener ese peso y poder tomar las mejores decisiones”.