El boom del internet en el Metro
Más de 5 millones de usuarios han usado gratuitamente el internet del Metro de la Ciudad de México, la mayoría para ingresar a plataformas de video como YouTube o redes sociales como Facebook, pese a las recomendaciones de los expertos de no usar WiFi público
Erick MirandaEl internet que se ofrece de manera gratuita en cuatro líneas del Metro desde finales de 2017 ha seducido a más de 5 millones de usuarios, la mayoría con preferencia por las plataformas de video.
Desde su implementación hasta el pasado mes de noviembre de 2018, el Sistema de Transporte Colectivo ha sumado a 5 millones 220 mil 534 usuarios, de los cuales, un millón 513 mil 954 han sido mujeres, mientras que los otros 3 millones 706 mil 580 han sido hombres, de acuerdo con información obtenida vía transparencia con folio 0325000214218.
Esto pese a que usuarios entrevistados se quejan de que la conectividad es lenta y constantemente hay bombardeos de publicidad, además de los riesgos de conectarse a redes públicas que advierten los especialistas, ya que se es más vulnerable al robo de datos personales.
Ian Ruiz es uno de los pasajeros que se ha conectado a la red WiFi del Metro. Para amenizar las esperas prolongadas en los andenes de la Línea 7, el joven ha ingresado unas 5 veces durante el último medio año, contó.
“El servicio es inestable, pero lo peor es que te ofrecen algo como gratuito y al final no lo es. Uno se registra y quién sabe a donde van a parar los datos (nombre, correo y número telefónico). A pesar del riesgo, yo creo que muchos nos llegamos a conectar más que nada por necesidad”, comentó.
Las estaciones con más conexiones a internet son Cuatro Caminos y Taxqueña pertenecientes a la Línea 2; Indios Verdes y Universidad de la Línea 3; El Rosario en la Línea 7; y Observatorio que corresponde a la Línea 1.
En todos los casos se trata de estaciones terminales que están considerados dentro de los de mayor afluencia en la red.
Adictos a YouTube y Netflix
La red inalámbrica es usada principalmente para ver y reproducir material en los sitios multimedia de YouTube y Netflix; sólo seguidas por las consultas de la red social de Facebook y las videollamadas de voz por internet, a través de la aplicación WhatsApp, dice el Metro en su respuesta.
Además, los registros de la dependencia arrojan que la conexión también es utilizada para escuchar música mediante Spotify; abrir la aplicación de Instagram; consultar diversas sitios a través de páginas de buscadores; y el uso de la plataforma de iTunes.
Cuestionado sobre si a la fecha se habían presentado quejas por falta o fallas en el servicio de WiFi, así como por posibles hackeos o usurpación de datos personales, la Dirección de Ingeniería y Desarrollo Tecnológico del STC respondió: “después de una revisión exhaustiva en los archivos de esta Dirección se informa que no ha sido reportada ninguna”.
De acuerdo con el medio de transporte, “el procedimiento de datos de los usuarios registrados es para evaluar la calidad del servicio, para información estadística, generación de reportes y para brindar soporte técnico a los usuarios, los cuales están protegidos por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares”.
En tales términos, la dependencia está facultada para acceder a las bases de datos, además de que la empresa particular está autorizada para “desplegar publicidad, promoción comercial, servicios y producto a los usuarios del STC que hagan uso del internet WiFi en sus instalaciones”, puede leerse en otra parte del PATR.
¿Gratuidad o negocio?
Las redes públicas de internet como la del Metro de la Ciudad de México suelen ofrecerse como supuestos servicios gratuitos, pero en realidad responden a un modelo de negocio donde los usuarios se convierten en productos y datos que pueden facilitar cualquier intención publicitaria, explicó Eduardo Palacio, especialista en Ciberseguridad de IBM (International Business Machines Corporation).
Aunque México cuenta con la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, la responsabilidad de conectarse a este tipo de redes públicas termina siendo compartida, tanto por la empresa prestadora del servicio como por el interesado, sostiene el experto, ya que este último acepta los términos y condiciones del primero.
“La falta de una cultura en materia de ciberseguridad ocasiona que nunca se cuestione el alcance de las interacciones digitales, así como de implicaciones de privacidad o seguridad. Cuando se habla de las condiciones para ingresar al WiFi del Metro, se entra en un dilema de conveniencia y seguridad, ya que el fin es acceder a la red para matar el aburrimiento o bien para algo de urgencia”, dijo Palacio.
Sea cual sea el propósito del usuario, advirtió el especialista, es preferible evitar un registro en este tipo de redes públicas para no comprometer su información personal, sin embargo, de no haber otra alternativa, también recomienda no realizar operaciones de riesgo, como pueden ser trámites bancarios, pago de servicios y descarga de documentos sensibles.