El timing de la amenaza económica que ha producido el desacuerdo político entre demócratas y republicanos no podría ser peor para México.
Si EU no eleva el “techo de deuda”, el país corre el riesgo de caer en una recesión.
La necedad, falta de comunicación y voluntad política para llegar a un acuerdo sobre la forma en que Estados Unidos gasta el dinero del erario público, ha puesto a la economía internacional a temblar.
El circo político entre los líderes legislativos han cobrado factura para el presidente Barack Obama.
Aunado a la disputa al interior del poder legislativo, se encuentra la insaciable sed del “Tea Party” -la facción más conservadora del partido republicano- de desechar la reforma de salud de Obama que fue aprobada en 2011.
Y es que el escepticismo y el temor de una nueva recesión económica mundial se han multiplicado luego del “apagón gubernamental” del vecino del norte.
Nadie creía que el espectro político dejara que 800 mil empleados públicos se quedaran sin salario solo por un desacuerdo político.
El daño colateral
México depende de las condiciones económicas de los estadounidenses para su prosperidad.
Mientras que en EU tienen hasta el 17 de octubre para llegar a un acuerdo, en México el congreso tiene hasta el 20 para aprobar una reforma hacendaria.
Los altibajos de la propuesta de reforma fiscal del presidente Enrique Peña Nieto se ha visto afectada por los pronósticos económicos no tan alentadores del FMI y otras instituciones. Esto sin mencionar el ajuste que hizo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al porcentaje de crecimiento que había pronosticado para 2014. La dependencia que corre a cargo de Luis Videgaray cambió el pronostico de crecimiento de 3.5 por ciento a tan solo 1.8.
Y aunque a diferencia del congreso de Estados Unidos, México tiende a aprobar la ley de ingresos y egresos de la Federación a tiempo y con relativa serenidad política, esta vez es diferente.
La fuga de capitales, es a lo que el gobierno mexicano le teme más. Esto como resultado de los estudios de riesgo que realizan las empresas e inversionistas.
Las cartas a negociar
Analistas políticos de la K Street -muchos de cuales trabajan como cabilderos- han coincidido en que mucho de lo que esta pasando en el teatro político tiene que ver con las elecciones intermedias del próximo año, así como la sucesión presidencial en 2016.
Y es que algunos principales actores del meollo se apuntalan a contender por la candidatura de su partido.
La real politik estadounidense está a horas de hacer cimbrar a la economía mundial.