Ejército mexicano contra la pandemia
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional elaboran material y vestuario quirúrgico para apoyar a personal médico que trabaja combatiendo el COVID-19 en todo el país
Montserrat SánchezCon máquinas de coser, tela y cortadoras el Ejército mexicano trabaja desde su trinchera contra la pandemia de COVID-19.
Cada día, desde las siete de la mañana, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confeccionan trajes quirúrgicos para personal médico; esa es su forma de combatir codo a codo a un enemigo que no pueden ver.
En entrevista, elementos de la Fábrica de Vestuario y Equipo, y quienes pertenecen al Plan DN-III-E, relatan sus actividades y la manera en la que contribuyen al país en esta crisis sanitaria.
Vestido con su traje color verde, botas negras y una mascarilla N-95, el Capitán Primero en ingeniería industrial Ricardo Ramírez Zamora, jefe de la Fábrica de Trazo y Corte, explica que el área a su cargo recibe y corta las telas para la fabricación de artículos como cubrebocas, trajes médicos, batas e incluso pijamas para pacientes.
“Los artículos son 100 por ciento de algodón para su uso en hospitales, es lo que se conoce como tela indiolino en color azul y actualmente hacemos el corte de uniformes para los hospitales que atienden pacientes con Covid”, detalla.
Con el equipo de trabajo a sus espaldas, el Capitán afirma que el proceso del corte manual es aproximadamente de hora y media. Es decir, que al día se cortan al menos 200 pliegos de tela equivalentes a 400 uniformes. Sin embargo, aclara que por el actual contexto, los elementos del ejército también pueden cortar dos tramos juntos para hacer un total de 800 uniformes.
Dos militares son los encargados de cortar la tela. Los también llamados tendederos, trabajan de manera coordinada y en silencio. Si ella se mueve, su compañero acompaña cada acción al colgar el rollo de tela en un extremo de la mesa de trabajo y distribuirla para fragmentarla.
De acuerdo con el relato del Capitán, después del trabajo de los tendederos hacen su aparición los cortadores quienes en una hora llevan a cabo su labor con una máquina y un guante de metal para evitar un accidente.
“Ahí hacemos que todas las partes de un solo lienzo de tela se logren ensamblar para un uniforme para que en el área de confección no tengamos diferencias de tonos, posteriormente hacemos el embarque en tarimas y entregamos el corte”, señala el Capitán Ramírez.
Aunque en el espacio de Trazo y Corte trabajan tres oficiales y 53 elementos de tropa, para la actividad de los cortes de tela solamente emplean dos parejas, además, para evitar aglomeraciones entre los compañeros, la Sedena estableció dos turnos de trabajo, de 7:00 am a 17:00 pm y de 9:00 pm a 6:00 am.
Granito de arena del ejército mexicano
Poder proteger al personal médico y así lograr poco a poco que la emergencia sanitaria se acabe es la motivación que tiene Miguel Ángel González al hacer su trabajo en la fábrica de confección.
El Capitán Primero en ingeniería industrial y jefe de la fábrica de confección, no duda en afirmar que es un orgullo trabajar para el personal de salud pues, junto con sus compañeros, contribuyen aunque sea con un granito de arena con la situación que actualmente afecta a todo el país. Con el sonido de las máquinas de coser de fondo, el Capitán explica que una vez que se recibe el corte del área de trazo, los elementos del Ejército Mexicano comienzan con el trabajo de confeccionado por partes y así siguen con la línea de ensamble y lograr el armado total de la prenda.
“Ahora trabajamos 110 elementos, 60 mujeres y 50 hombres, y tenemos una cuota de producción diaria de dos mil uniformes los cuales pasan por una serie de pruebas de calidad a lo largo de la línea en cada estación. Por ejemplo, se revisan las medidas, las puntadas por pulgada y demás detalles técnicos, al final se envían a nuestros almacenes generales de sanidad y se esterilizan para ser enviados ya sea por vía aérea o terrestre”, menciona.
Con base en declaraciones del Capitán, la sección de confeccionado ha hecho hasta el momento, además de uniformes, sábanas para camas y fundas para almohada.
Orgulloso del esfuerzo que emplea su equipo, González Paz relata que del 28 de marzo a la fecha se fabricaron 2.7 millones de cubrebocas, 71 mil zapatones, 71 mil gorros quirúrgicos, 30 mil batas y 27 mil pijamas para pacientes.
Además, destaca que para el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) se han elaborado nueve mil uniformes mientras que para los centros Covid de la Secretaría de Salud un total de 17 mil uniformes.
Aunque los capitanes lamentan el contexto de la actual pandemia, dicen estar orgullosos de trabajar y ayudar de manera digna a México.