La violencia se convirtió en una constante en las calles de San Pedro Garza García, además de ese problema en el municipio gobernado por el panista Mauricio Fernández Garza, ha destacado otro factor que es la impunidad en las recientes ejecuciones.
Cerca de 10 carpetas de investigación por una serie de homicidios, delitos de alto impacto, ocurridos en los últimos tres años van en camino a convertirse en casos sin resolver.
Desde que inició la tercera administración de Mauricio Fernández como alcalde, las balaceras y los asesinatos han truncado la tranquilidad de miles de residentes de este municipio, el cual es considerado como el más prospero del país.
Aunque el edil panista minimiza las ejecuciones, algunos ligados al crimen organizado, la realidad es que se ha vuelto recurrente hablar de homicidios en plazas comerciales, restaurantes y bares, ubicados en diferentes sectores.
Una de las críticas al presidente municipal sampetrino de Acción Nacional es que no ha exigido a la desaparecida Procuraduría de Justicia y a la nueva Fiscalía General, el esclarecimiento con detenidos presentados de los homicidios, tampoco se ha pronunciado en este sentido por la muerte de dos elementos policiales en San Pedro.
El trabajo de peritos del Servicio Médico Forense de la Fiscalía General de Justicia para recolectar evidencias en las escenas no han sido de utilidad, y al parecer han quedado archivados.
Uno de los casos fue el de Heriberto Villarreal Guajardo, un abogado que estaba supervisando una construcción en su casa. Fue ejecutado de varios balazos en agosto del 2017.
Sobre lo ocurrido solo se informó que el móvil pudio tratarse de una enemistad con sus propios asesinos, pero no se logró capturarlos, el hecho sigue impune.
Otro caso reciente que apunta a quedar sin saber qué ocurrió es el de Sabás Canavati Dahuabe, quien fue atacado por un par de hombres cuando estaba en el bar “El Mapache”.
El joven de 28 años recibió más de 10 balazos cuando se encontraba acompañado de un hombre y una mujer la semana pasada, así lo muestra un video de las cámaras de seguridad del lugar. Hasta el momento no se ha informado nada sobre los asesinos.
El pasado 10 de marzo, hombres armados ejecutaron a Danés Elizondo Garza, un traficante de droga de origen estadounidense, cuando salía en su auto del restaurante La Torrada, ubicado en la Avenida Lázaro Cárdenas.
Fernández solo informó que a Elizondo Garza le cobraron “la factura”, pero no exigió la detención de los victimarios, quienes ocasionaron pánico en el lugar.
Olvidan caso de policías
Aunque el alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández Garza, prometió perseguir a los asesinos de dos policías sampetrinos, pareciera que solo quedó en el discurso para los familiares de los fallecidos. La declaración la dio en mayo de 2017.
El comandante César Daniel Camacho y el oficial Orlando Robledo fueron acribillados cuando surtían combustible en el Oxxo Gas del cruce de Vasconcelos y Treviño, una cámara de seguridad también captó el momento.
La desaparecida Procuraduría de Justicia de Nuevo León no logró vincular a los asesinos y ahora la Fiscalía General de Justicia, encabezada por el recién llegado Gustavo Adolfo Guerrero, no tiene ningún avance en el conocido suceso.
Otro caso que quedó en la impunidad es la triple ejecución en el bar “La Única” ocurrida en mayo del año pasado. En esa ocasión fueron asesinados Michael Raziel Almela Martínez, José Herrera Aispuro y Carlos Sánchez Pliego Mier.
Almela Martínez fue relacionado como uno de los operadores financieros de Dámaso López, “El Licenciado”, presunto sucesor de Joaquín “El Chapo” Guzmán en el Cártel de Sinaloa.
Los otros dos ejecutados fueron identificados como José Herrera Aispuro, exdirector de la Facultad de Contabilidad y Administración de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y el abogado de Querétaro, Carlos Sánchez Pliego Mier.
La ola de violencia que se libra en el municipio de San Pedro Garza García es atribuible a la disputa que mantienen por la plaza dos agrupaciones derivadas del cártel de los Beltrán Leyva.
Se trata de un grupo liderado por Rodolfo Villarreal Hernández, alias “El Gato” y otro a cargo de Héctor Huerta Ríos, también conocido como “La Burra”.
Tendencia desde 2016
Las investigaciones de los homicidios de un comerciante, dos agentes de la Policía Ministerial y un empresario en el municipio de San Pedro también se encuentran estancadas, pese a que ocurrieron en el 2016.
Se trata de la ejecución del comerciante Guillermo Chible Dávila, de 49 años de edad, quien recibió 24 balazos de delincuentes que lo siguieron desde San Pedro a Monterrey, en la Colonia Miravalle.
Los autores materiales no han sido detenidos y tampoco se ha informado detalles de cómo va la investigación del hecho ocurrido en septiembre de ese año.
Otro caso de alto impacto fue la ejecución de Carlos Arturo Valle Novelo, coordinador de Análisis de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), y su escolta Javier Alejandro Rodríguez, ambos amigos del gobernador independiente con licencia, Jaime Rodríguez Calderón.
Aunque eran trabajadores de la Procuraduría de Justicia del estado los casos ocurridos en mayo de 2016 continúan en el olvido. Solo se habló de que el crimen podría estar relacionado por el decomiso a un grupo de una mochila con efectivo y un reloj Cartier en Valle Oriente.
La ejecución también en mayo del 2016 del sampetrino Benito Javier Villarreal Elizondo, un importante empresario, abogado y amigo cercano a “El Bronco”, se encuentra sin avances, pese a la cercanía con el gobernador.