El asma es una enfermedad crónica, pero se puede controlar si se diagnostica y se atiende con el medicamento correcto.
“El asma no es una enfermedad que se cure como tal, afortunadamente sí se controla, sí hay una gran cantidad de herramientas que puede usar el médico y el paciente para enfrentarla y vivir una vida prácticamente normal.
“Hay atletas mexicanos o internacionales incluso de medallas olímpicas que tienen asma y llevan una vida sin problemas”, menciona Ramsés Hernández, gerente médico de Respiratorio e Inmunología para AstraZeneca México.
Para la doctora Elsy Navarrete, especialista en alergología, es necesario educar no solo a los pacientes, sino también a la población acerca del asma, así podrá ser más fácil identificar cuando una persona lo padezca.
“Muchos dicen que se enferman frecuentemente de las vías respiratorias y realmente lo que tienen es este padecimiento”, señala.
Por su parte, el doctor Carlos García Bolaño, especialista en neumología pediátrica, menciona que se debe proveer información a quienes padecen asma, o si son niños pequeños, informales a sus padres o tutores sobre la atención que requieren.
“Tan importante es el medicamento que le vamos a prescribir cómo enseñarle al familiar cómo usar los diferentes tipos de dispositivos que hay, porque no son todos iguales para todas las edades”
“La técnica de inhalación es la clave para que mejore, de qué sirve que tenga el medicamento más nuevo si no sabe utilizar el dispositivo, eso es básico”, menciona.
Médicos insuficientes para tratar el asma
En México, otro de los problemas para la atención del asma es que existen muy pocos especialistas y médicos de primer contacto.
Carlos García Bolaño, dice que en el país se estima que hay alrededor de 5 millones de niños con asma, pero solo hay 270 neumólogos pediatras; 390 alergólogos pediatras; 17 mil pediatras y 25 mil médicos familiares, de los que únicamente el 25 por ciento están certificados.
El especialista explica que esta enfermedad empieza para muchos pacientes en su etapa de lactantes, es decir, en su primer año de vida.
En tanto, hay quienes inician alrededor de los 12 años, lo que se conoce como “asma de inicio tardío” y las características principales son que se relaciona con la obesidad.
