Eclipse en el Planetario IPN: asombro y críticas por restricciones de acceso
El Planetario Luis Enrique Erro del IPN atrajo a personas de todas las edades, pero dejó a cientos fuera, generando quejas sobre el acceso y la organización del evento
Karina CoronaEl Planetario Luis Enrique Erro, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se convirtió en el epicentro de un evento sin precedentes este 8 de abril.
Con una expectación palpable en el aire, personas de todas las edades se congregaron en las inmediaciones del recinto del IPN, ansiosas por presenciar un espectáculo que solo la naturaleza podía ofrecer: un eclipse solar.
Desde tempranas horas de la mañana, los preparativos estaban en pleno apogeo. El equipo del planetario se afanaba por ofrecer a los visitantes. Mientras tanto, los expertos astrónomos compartían su conocimiento con el público, explicando los fenómenos astronómicos detrás de este evento tan especial.
Para muchos de los presentes, este sería su primer encuentro con la majestuosidad de un eclipse solar. Sin embargo, para otros, significaba un reencuentro con un recuerdo que yacía en lo más profundo de su memoria desde aquel lejano 1991.
En aquel entonces, el país estaba inmerso en una etapa de cambios significativos, y el eclipse fue un momento de asombro y reflexión en medio de una atmósfera de transformación.
Conforme avanzaba la tarde, las sombras comenzaron a alargarse y la emoción se palpaba en el aire. Finalmente, llegó el momento esperado: los ojos se alzaron al cielo mientras la Luna se interpuso lentamente entre la Tierra y el Sol, creando un espectáculo de luz y sombra que dejó a todos los presentes maravillados.
No obstante, no para todo el público fue una experiencia tan grata, pues a las 12 hrs. el Planetario cerró sus puertas, negando el acceso a cientos de personas.
“Queremos pasar. Todos tenemos derecho al acceso. Nos están negando vivir esta experiencia”, fueron parte de las quejas de las personas que se quedaron afuera. Algunas llegaron a las 8 o 9 de la mañana, desde diversos puntos como Iztapalapa y Ecatepec.
Mientras algunas personas presenciaron el eclipse durante 10 segundos por los telescopios que brindó el IPN, quedando maravillados de este fenómeno, algunos continuaron gritando afuera de las inmediaciones. Mucha gente inconforme se fue, otras siguieron gritando; mientras que los que alcanzaron un lugar, poco más de 2 mil personas, estuvieron de acuerdo.
Entre ellas Carolina, una vecina del Planetario, quien dijo que fue una buena acción para evitar aglomeraciones.
Por otra parte, el equipo del Planetario expresó que fue una medida necesaria, esto para poder asegurar una mejor experiencia para la gente y una mejor respuesta frente a un siniestro o en algún caso de sismo.