La madrugada de este sábado 2 de noviembre, en pleno Día de Muertos, la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, registró dos microsismos perceptibles para algunos habitantes.
Según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el primer microsismo ocurrió a las 03:03 horas con una magnitud de 2.1. El segundo se registró un minuto después, a las 03:04, con una magnitud de 1.8.
De acuerdo con el mapa del SSN, ambos microsismos se localizaron en la zona del Cerro de la Estrella, donde se encuentra el parque nacional y área natural protegida.
Aunque estos movimientos fueron sentidos por algunos, no causaron daños materiales ni humanos, y el saldo en la zona es blanco.
Cabe señalar que Iztapalapa no es una zona donde se hayan registrado microsismos recientemente, ya que estos se habían concentrado en alcaldías como Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Álvaro Obregón.
¿Qué son los microsismos?
Víctor Manuel Cruz, director del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, explica que los microsismos son pequeñas fracturas que se generan a unos cuatro o cinco kilómetros bajo la superficie. Estos eventos son comunes en la cuenca del Valle de México y se han observado durante décadas.
La actividad microsísmica en esta región está asociada a múltiples fallas geológicas que abarcan un radio de aproximadamente 150 kilómetros alrededor de la cuenca, en la Faja Transvolcánica de México, donde se encuentran volcanes como el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Nevado de Toluca.
Un microsismo de magnitud 2.5, por ejemplo, ocurre cuando una falla geológica de unos 200 metros por 200 metros se fractura en una décima de segundo.
Aunque estos fenómenos son de baja magnitud y no representan un riesgo, la reciente ocurrencia de microsismos ha generado cierta inquietud entre la población.