Donación de órganos ¿forzosa?

De ser aprobada este jueves la reforma a la Ley General de Salud, los mexicanos podrían convertirse en donadores de órganos de manera obligatoria, a menos que expresen lo contrario
Imelda García Imelda García Publicado el
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Todos los ciudadanos mexicanos serán donadores de órganos de forma obligatoria, a menos que expresen su voluntad de lo contrario; esto, si se aprueba una ley que se discutirá en la Cámara de Diputados.

Con reformas a la Ley General de Salud, los legisladores plantean cambiar el esquema de donación de órganos para que ahora se deba notificar cuando no se quiere ser donador y no cuando sí se quiere ser, como estipula hoy la norma.

Con esta modificación, todos los ciudadanos se convertirán en donadores de órganos por default.

Si una persona muere y no realizó la notificación de que no desea ser donador, su familia no podrá evitar que los servicios médicos tomen todo lo que puede ser útil para otros pacientes.

“Toda persona mayor de edad con capacidad jurídica, a quien se le haya diagnosticado la muerte, se presumirá donante de órganos, tejidos y células con fines terapéuticos, salvo que constare manifestación de su voluntad en contrario”, señala la propuesta de nuevo texto de la Ley en el dictamen que será votado hoy por el pleno de la Cámara baja.

Hoy día la práctica en los hospitales es que, aunque una persona haya expresado en vida su intención de donar sus órganos, si la familia se opone, el procedimiento no se lleva a cabo

Los congresistas aseguran que esta medida terminará con problemas como la escasez de órganos o su tráfico y venta ilegal.

Una ley similar fue aprobada en febrero en Holanda; en ese país despertó el rechazo de un gran sector de la población.

En México, el tema promete levantar polvo por la falta de información y prejuicios hasta religiosos que rodean al tema de la donación.

De ser aprobados en la Cámara de Diputados, estos cambios en la Ley General de Salud serán enviados al Senado para su estudio.

Presuntos donadores

“El punto principal de la ley es que todos seremos presuntos donadores hasta no demostrar lo contrario”, asegrua Elías Octavio Íñiguez, diputado del PAN y presidente de la Comisión de Salud.

Hoy día la práctica en los hospitales es que, aunque una persona haya expresado en vida su intención de donar sus órganos, si la familia se opone, el procedimiento no se lleva a cabo.

“La gente se asusta y dice: ‘No, yo quiero a mi familiar completo’, a pesar de que en la licencia de manejo venga el ‘Sí quiero donar’; la familia dice: ‘Pues ahí dirá eso, pero yo no quiero’, y entonces no se toca. Eso se practica actualmente, aunque la ley dice otra cosa”, afirmó Íñiguez.

Esas actitudes conducen a que haya miles de personas en las listas de espera para recibir un órgano en transplante, mientras su salud merma día con día.

Además, el costo de mantener con vida a esas miles de personas que no pueden acceder a un transplante, cuesta miles de millones de pesos al país.

“Estamos preocupados porque el IMSS se está gastando el 24 por ciento de su presupuesto total, casi 60 mil millones de pesos al año, y por cada paciente se invierten entre 150 y 450 mil pesos al año en diálisis, hemodiálisis y complicaciones. Si seguimos así no va a haber presupuesto que alcance.

“La diálisis y hemodiálisis solamente son preparatorios para poder transplantarlo, no es curativo. La Organización Mundial de la Salud dice que un paciente debe estar máximo un año en hemodiálisis para poderlo transplantar; en México la gente dura 10 o 15 años con esos procedimientos”, expuso el legislador.

Por ello, diputados de diferentes bancadas presentaron varias iniciativas para modificar la ley y establecer el principio que ya se encuentra en la misma, garantizando que todas las personas sean donadoras de órganos… a menos que se exprese lo contrario.

Sin embargo, quienes no deseen donar sus órganos al morir podrán recurrir a la firma de un documento donde se exprese su voluntad de no ser donadores y se tendrá que respetar esa decisión.

En el caso de los menores de edad y personas con alguna discapacidad que no puedan tomar una decisión consciente, serán los padres o personas responsables de ellos quienes decidan qué se hará con sus órganos y el personal de salud deberá respetar su decisión.

Habrá salvaguardas también para las comunidades indígenas y otros grupos que no tengan acceso a la información.

Las modificaciones a la ley incluyen que haya una Procuraduría de Órganos, que estará encargada de sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de donar; además de que habrá un Comité de Vigilancia en cada hospital que pueda realizar procedimientos de transplantes.

Este Comité estará conformado por miembros de la Procuraduría General de la República, la Fiscalía del estado donde se encuentre el hospital, del Centro Nacional de Transplantes y organizaciones de la sociedad civil.

El Comité llevará el registro y control de dónde proviene cada órgano, qué persona lo donó, y para quién y a dónde se destina. Esto permitirá combatir el tráfico de órganos.

“Es un tema en el que falta mucha información; hubo diputados que en la discusión planteaban que era posible que se matara a los pacientes para hacerse de los órganos y traficarlos. Pero esto es imposible, porque al haber muchos órganos disponibles para transplantes, a nadie le va a interesar comprar un órgano que puede conseguir en el sistema de salud legalmente”, comentó.

Elías Octavio Íñiguez explicó que la existencia de esta política de donación de órganos no solo permitirá salvar más vidas, sino que el país tenga ahorros considerables.

“Me decían que de dónde se va a sacar tanto dinero para hacer tanto transplante. A ver, si en una diálisis o hemodiálisis el Estado gasta entre 150 mil y 450 mil pesos, un transplante cuesta 60 mil pesos. Y los inmunosupresores valen 60 mil. Esto quiere decir que nosotros gastaríamos una vez 150 mil pesos, entre el transplante, los inmunosupresores y los extras.

“Esto sería una sola exhibición y ya después al año solo se gastarían 60 mil pesos de los inmunosupresores; entonces, imagínate cómo vamos a bajar el costo del tema de salud que se consume del dinero de la gente”, indicó.

A decir de Íñiguez, este cambio en la Ley General de Salud está apoyado por el Gobierno federal y tiene el consenso de varias bancadas, salvo algunos diputados de Morena, que se han manifestado en contra.

“...es decisión muy personal de la gente si quiere o no quiere hacerlo. Yo creo que como gobierno estamos fallando en las campañas de concientizar para la donación de órganos”
Tania ArguijoDiputada de Morena por Nuevo León

Una de las diputadas que se ha expresado en contra de la modificación a la Ley es la perredistas Tania Arguijo, legisladora por Nuevo León, quien a través de sus redes sociales ha dicho que no está de acuerdo.

“Efectivamente, hay una lista muy grande en todo el país de gente que está esperando un órgano; pero también es decisión muy personal de la gente si quiere o no quiere hacerlo.

“Yo creo que como gobierno estamos fallando en las campañas de concientizar para la donación de órganos; así que yo creo que lo más factible es que la ley se quede como está y que mejor sigamos implementando más recursos para hacer más campañas de conciencia y que la gente lo pueda hacer libremente”, dijo Arguijo en un video compartido en su cuenta de Facebook.

Escasez de donantes

La falta de cultura de la donación de órganos en el país ha llevado a que existan pocos transplantes en México.

De acuerdo con datos del Centro Nacional de Transplantes, a junio del 2017 se encontraban en espera un total de 12 mil 997 personas y solo se realizaron 470 transplantes; esto significa que solo se cubrió un 3.6 por ciento de la demanda.

13 mil
personas esperaban un transplante en 2017

En el caso de córnea, la espera era de 7 mil 539 personas, y solo se obtuvieron mil 733 transplantes, lo que significa una cobertura del 23 por ciento.

En espera de un hígado estaban 326 personas y solo se tuvieron 92 órganos; una cobertura del 28.2 por ciento.

“Ese déficit no solo son cifras, cada uno representa la disminución de la calidad de vida y de años de vida de una persona.

470
trasplantes fueron realizados en 2017

“México está transformándose en muchos aspectos; esta evolución no debe sujetarse al ámbito de lo político, sino también debe extenderse a los aspectos económicos, sociales y culturales del país. Forjar una nueva cultura de la donación de órganos (…) sería parte de esas transformaciones culturales que desembocará en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros semejantes”, expone el dictamen.

Además de la medida con la que los ciudadanos se convierten en donadores, la ley establece que se deberán realizar campañas masivas para explicar el nuevo modelo de donación.

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