Las últimas tres administraciones de la Ciudad de México han implementado medidas para prevenir situaciones de acoso y violencia contra las mujeres en el sistema de transporte público, sin embargo, en vez de disminuir, éste es un problema que toma cada día más fuerza.
Tan sólo ayer, Ernestina Godoy, titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, informó que del 30 de enero al 11 de febrero se iniciaron 48 carpetas de investigación por intentos de secuestro en las inmediaciones del Metro, de las que tres fueron en contra de menores de edad
Esta última crisis surgió a partir de una ola de denuncias de jóvenes que acusaron en redes sociales haber sido víctimas de intento de secuestro en los alrededores del Sistema de Transporte Colectivo (SCT), lo que causó que cientos de mujeres se reunieran en una protesta el pasado 2 de febrero en el centro de la ciudad.
Sin embargo, hay otras situaciones como tocamientos, acoso sexual y miradas lascivas que mujeres experimentan de manera cotidiana y tampoco han logrado ser erradicadas pese a las acciones de las autoridades desde hace 12 años como la instalación de módulos de denuncia, la separación de vagones y la entrega de silbatos.
La llegada de Claudia Sheinbaum como la primera jefa de Gobierno abrió la esperanza de que por ser mujer vele por los derechos de esta población de una manera diferente en una entidad donde activistas han pedido la activación de la alerta de género por el alto número de feminicidios ocurridos.
Entre las medidas adoptadas por la nueva administración se encuentra la instalación de cinco ministerios públicos portátiles en las estaciones de Coyoacán, Mixcoac, Martín Carrera, Tacubaya y UAM. También la revisión de carpetas de investigación que pudieran estar relacionadas con hechos como los denunciados; iluminación en las inmediaciones del Metro; y más policías dentro y fuera del STC.
Ebrard, el impulsor
En el 2007, durante el gobierno de Marcelo Ebrard, se inició la campaña Acoso Cero, ¡Respétame fuera manos!, en la que se anunciaron espacios exclusivos para las personas del sexo femenino en el Metro, Red de Transporte de Pasajeros y Sistema de Transportes Eléctricos.
En el caso del SCT se designaron los primeros tres vagones de cada tren para uso exclusivo de mujeres y niños en un horario de 6:00 a 21:00 horas.
También se informó que habría más mujeres policías en el transporte público y se recopilaría en una base de datos información sobre agresores sexuales e incidentes en esos medios de movilidad.
En el 2008, el entonces Instituto de las Mujeres del Distrito Federal arrancó el proyecto “Viajemos Seguras” en el Sistema de Transporte Público con la colocación de un módulo de atención en el Metro Balderas que posteriormente se extendió a cinco en las estaciones de Hidalgo, Pantitlán, Guerrero y Pino Suárez.
Las líneas de acción eran prevenir, atender y sancionar la violencia sexual cometida contra las mujeres que viajan en el transporte público a través también de otras acciones como un servicio exclusivo para mujeres denominado Atenea, capacitación a funcionarios del transporte público y campañas de sensibilización.
Sin embargo, en la “Evaluación de impacto del programa “Viajemos Seguras en el Transporte Público en la Ciudad de México”, publicado en agosto de 2017, se concluyó que si bien la separación de vagones ha sido ampliamente valorada por las usuarias como una medida para estar seguras y ser efectiva para disminuir la incidencia de violencia sexual, puede tener impactos no deseados en otros indicadores.
“En particular, este estudio muestra que, cuando el programa está en operación, los niveles de violencia se incrementan. Asimismo, se detectaron una serie de áreas críticas en la implementación del programa, de lo cual se desprenden algunos aportes y sugerencias para su mejora”, dice el documento
Por ejemplo, el informe explica que el programa debe tener cobertura total tanto a nivel operación como en las 12 líneas, ya que las mujeres identificaron este factor como un problema al no conocer ni identificar los horarios ni las estaciones donde opera.
Los silbatos de Mancera
Una de las medidas que implementó la administración de Miguel Ángel Mancera (2012- 2018) para el prevenir y disuadir el acoso y las agresiones sexuales en el transporte público fue la Estrategia 30-100, presentada en el 2016 tras una manifestación el 24 de abril de ese año en la capital en la que mujeres reclamaron seguridad.
Entre las medidas que el gobierno anunció en esta iniciativa estuvo una campaña para fomentar la denuncia llamada “Tu denuncia es tu mejor defensa” y el reparto de silbatos en estaciones del Metro de la Ciudad de México como Balderas, Guerrero, Pantitlán, Hidalgo, Pino Suárez y Chapultepec.
También se dio a conocer un aumento de los espacios exclusivos para mujeres en el sistema de transporte público, una mayor presencia policiaca y una aplicación para celulares, así como una página web dedicada a la denuncia de actos de violencia.
Al respecto, organizaciones como Ala Izquierda, EQUIS Justicia para las mujeres, el Área de Derechos Sexuales y Reproductivos del Programa de Derecho a la Salud del Centro de Investigación y Docencias Económicas (ADSYR) y el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) hicieron un análisis en el que detectaron problemas.
En el informe de seguimiento concluyeron que la estrategia no tenía ningún diagnóstico adecuado del problema y que tampoco tenía un diseño de prevención y de diseño de políticas integrales a largo plazo.
“Tras 8 años de implementación del Programa Viajemos Seguras, la ciudadanía no cuenta con elementos para valorar la idoneidad de ampliarlo o focalizarlo en una nueva Estrategia. Sin saber, por lo tanto, si este programa ha funcionado, el gobierno simplemente decidió mantenerlo y aumentar los espacios para las mujeres en el sistema de transporte público”, señala sobre la medida retomada de un sexenio anterior
