Con el lema “unidad y movilización”, a inicios de diciembre Morena abrió sus registros a todos los militantes y simpatizantes para que buscarán una candidatura rumbo a las elecciones de 2021.
A dos semanas de distancia y con la mayoría de los perfiles seleccionados, a la dirigencia nacional del partido guinda le han llovido críticas de “fraude” y de impulsar a ciertos candidatos pese a tener en su pasado señalamientos de anomalías durante sus gestiones.
Ayer, la diputada federal Claudia Yáñez, aspirante de Morena a la gubernatura de Colima, arremetió en contra de Indira Vizcaíno, quien fue elegida como candidata.
La legisladora acusó a la exdelegada federal de beneficiarse ella, su familia y políticos cercanos con los programas sociales que gestionaba.
“¡Traicioneros!”, “¡Encuesta falsa!” y “¡Simulación!”, gritó la legisladora en el CEN de Morena mientras Delgado respaldaba a su paisana colimense.
El presidente nacional de Morena argumentó para defender a Indira Vizcaíno que en la entidad el presidente está bien evaluado y que eso no hubiera sido posible sin el buen trabajo de la candidata.
“Nuestros estatutos señalan que no podemos denostarnos entre nosotros porque eso le sirve solamente a nuestros adversarios, a la derecha. Hay un interés superior al nuestro, el cambio de este país. Puede haber inconformidades, pero lo que no podemos hacer es traicionar a nuestro proyecto. Vamos a consolidar la unidad”, insistió Delgado.
Después de los anuncios de ayer, falta por elegir a los candidatos de Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Sinaloa, entidades en donde la contienda interna es muy reñida y las descalificaciones entre aspirantes son constantes.
Lucha por la paridad
Pese a las disputas internas hay un compromiso con el que sí está cumpliendo Morena, el de la paridad.
Aunque todavía no existe una sentencia clara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que vincule a los partidos políticos a seleccionar como candidatas a gubernaturas al menos a siete mujeres, el partido guinda está próximo a cumplir con la cuota al haber elegido ya a seis candidatas.
“Más allá de que el Tribunal obligue o no, tenemos la convicción de que las mujeres debemos de ocupar más espacios en la toma de decisiones. Las mujeres llevamos menos tiempo participando históricamente pero cuando lo llegamos a hacer lo hacemos con mayor compromiso, con mayor seriedad y con una nueva manera de hacer las cosas porque históricamente no estamos amañadas”, comenta la senadora con licencia.
Finalmente, Citlalli Hernández pidió a los demás partidos hacer el compromiso de la paridad y otorgar candidaturas a mujeres aunque el TEPJF no lo ordene.
“Sería muy sano e histórico que todos los partidos tengamos por lo menos a siete mujeres disputando las gubernaturas. Ahora pareciera que en esta nueva ola feminista, políticamente se lucra mucho con el tema de las mujeres, pero los actos son los que al final determinan la congruencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Ojalá que los demás partidos demuestren la congruencia cuando hablan de las mujeres y tratan de colgarse de sus luchas”, concluye.
Concentración de poder en Morena
Cumpliéndose el panorama que pintan las encuestas, Morena tendría en sus manos el Poder Ejecutivo federal, mayoría en el Congreso y extendería su territorio al ámbito local.
Al respecto, José Pablo Abreu, director de la escuela de derecho del Tecnológico de Monterrey y experto en derecho electoral, comenta que se esperaría por el desgaste propio de la administración federal que Morena perdiera posiciones, pero a nivel local se consolidará y obtendrá muchas de las gubernaturas en juego.
“Eso para el sistema federal como para el sistema constitucional no son buenas noticias, porque en una democracia constitucional se requieren contrapesos, de más actores, más allá del Ejecutivo federal.
El especialista recuerda que históricamente en el país la consolidación tan contundente de un partido y la no reacción de los institutos políticos de oposición llevan a la corrupción.
“La máxima es que históricamente se ha comprobado que el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente y la concentración de poder no es buena porque genera círculos negativos de corrupción y lesiona derechos. Pareciera que estamos transitando a esa concentración de poder no solo a nivel federal, ahora próximamente a nivel local”, agrega.
Esta situación se agrava debido a que los partidos políticos de oposición siguen sin entender el hartazgo de la sociedad hacia las administraciones pasadas y continúan sin ofrecer una opción diferente.
“En 2018 se mandó un mensaje muy claro a todas las fuerzas políticas, la ciudadanía quería un cambio, no uno de un partido a otro, sino uno real de la dinámica del ejercicio del poder.
“El hecho de que la oposición no haya reaccionado, es que no terminó de entender este mensaje. El ejemplo son las coaliciones de todos contra Morena sin una declaración, sin un mensaje claro a la ciudadanía. Eso no va a ayudar a la reordenación del voto, solo divide a todos en dos bloques, pero hay una franja muy nutrida que no quiere ni lo que había antes de López Obrador ni lo que hay actualmente”, señala.
Finalmente, el especialista ve un tercer factor de riesgo el cual recae en el Poder Judicial, puntualmente en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ha mantenido un discurso cercano al del Gobierno federal.
“En el Tribunal hemos visto una postura que no busca la confrontación con el Ejecutivo. Sí vemos un discurso ideológicamente más acorde al presidente. El Tribunal Electoral es el máximo órgano de decisiones jurisdiccionales y hay 7 magistrados con distintas posturas, por lo que estaremos viendo decisiones divididas. Un voto definirá el destino de las impugnaciones electorales”, concluye.