Disculpa a Lorena González, un paso hacia la reparación

Once años después de haber sido falsamente acusada por el secuestro y asesinato de Fernando Martí, Lorena González recibió una disculpa pública por parte de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México
Montserrat Sánchez Montserrat Sánchez Publicado el
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Lorena González Hernández se convirtió ayer en la primera mujer en recibir una disculpa pública por haber sido víctima de detención arbitraria y fabricación de delitos en la Ciudad de México hace 11 años.

El 5 de septiembre de 2008, Lorena estaba en su oficina en la Agencia Federal de Investigación (AFI) cuando por instrucciones de un mando la trasladaron a otra habitación sin decirle por qué ni dejarla comunicarse con su familia, recuerda.

“Me mantuvieron custodiada, horas después me dijeron que tenía una orden de localización y presentación en mi contra por elementos de la Procuraduría General de Justicia del entonces Distrito Federal, entonces me subieron a una patrulla y me trasladaron a las instalaciones de la Procuraduría”, relata.

Recuerda que estuvo esposada a un sillón y sin poder hacer la llamada a la que tenía derecho.

“Los policías me interrogaban sobre si conocía a ciertas personas, pero la verdad era que yo no conocía a nadie. Horas más tarde me dijeron que tenían una denuncia anónima en mi contra, decían que había participado en el delito de secuestro. En ese momento empezó todo”, detalla.

La denuncia fue suficiente para mantenerla bajo arraigo por dos meses, pero fue por las filtraciones a los medios de comunicación que se enteró que la vinculaban con el secuestro de Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí.

Pasados los dos meses, Lorena fue trasladada al Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, lugar donde, dice, las autoridades le truncaron 6 años y 10 meses de su vida.

En ese momento me separaron de mi esposo, de mi madre y de mi hijo Bryan que en ese entonces tenía apenas 14 años. Hicieron que me perdiera su adolescencia, una parte de su vida y eso es algo que todavía no puedo perdonar
Lorena González Hernández

Lorena no entendía por qué la inculpaban de un delito que no había cometido y hasta un mes después de su detención pudo tener acceso a un abogado. Además se enfrentó a que le negaran su expediente y descubrió que los supuestos testigos que la acusaban no existían.

Recordó que cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) tomó su caso documentó irregularidades. “El día que llevaron a un testigo para que me viera en la cámara de identificación las autoridades le mostraron una foto mía para que no se equivocara y dijera con seguridad que yo había sido la secuestradora. También se supo que hubo dos personas que según habían declarado en mi contra pero resultó que fueron testigos fabricados”, recuerda.

Lorena y su defensa estaban cada vez más convencidos de que el proceso no podría avanzar porque no había pruebas sólidas en su contra, pero meses después se les notificó que estaba vinculada con otros nueve casos de secuestro bajo el argumento que era el mismo modus operandi que el de Fernando Martí.

“Jamás entendieron la gravedad de lo que me estaban haciendo. Me mostraron ante medios nacionales e internacionales como miembro de una peligrosa banda de secuestradores, no respetaron mi derecho a la presunta inocencia y no solo eso sino que también arriesgaron a mi familia”, acusa.

Fue hasta casi siete años después que Lorena tuvo respuesta justa a su caso, pues las autoridades capitalinas al momento de emitir sus conclusiones no acusatorias determinaron que no había alguna certeza de que hubiera participado en esos actos ilícitos.

“Me dieron mi libertad en julio de 2015 gracias al Juez 32 Penal del Reclusorio Preventivo Sur, Jesús Ubando López, todavía no paro de preguntarme cómo si ellos tenían esa evidencia desde los primeros años de mi detención me hicieron esperar tanto tiempo, dejaron que siguiera presa y al final resultó que no había acusación contra mí”, dice.

Lorena fue liberada en 2015 luego de que las autoridades capitalinas determinaran que no había alguna certeza de que hubiera participado en los actos ilícitos por los que fue acusada

Disculpa Pública a Lorena González

Como parte de la reparación del daño que deben de hacer las autoridades con base en la recomendación de la CNDH, se le ofreció ayer una disculpa pública a Lorena González.

Reunidos en el Museo de la Ciudad de México, el titular de la CNDH, Raúl González Pérez, dijo que ante la fabricación de culpables el país necesita replantearse la forma en dar la procuración de justicia así como garantizar seguridad jurídica para que la autoridad ministerial actúe con pleno apego a la ley y respeto a los derechos humanos.

Ernestina Godoy Ramos, Procuradora General de Justicia de la CDMX, ofreció la disculpa para reivindicar el honor de Lorena y aseguró que se acabó el periodo en el cual prevalecía en el país la fabricación de delitos.

Actualmente, la víctima y su representación se encuentran en un proceso de negociación —mediado por la Coordinación General de Seguimiento de Recomendaciones y de Asuntos Jurídicos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos— para la implementación de la reparación del daño.

Pero Lorena dice que, lamentablemente, el proceso ha reflejado falta de voluntad, proactividad y debida diligencia por parte de la Procuraduría de la Ciudad de México.

Si bien calificó la disculpa como algo necesario en su vida, ya que le ayuda a limpiar su nombre y su dignidad, Lorena González afirma que la justicia no debe ser silenciada por el poder y prometió seguir peleando por los demás puntos de la reparación integral para lograr que todas las personas que estuvieron relacionadas con el indebido proceso en su detención reciban un juicio justo.

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